Considerando que, en la segunda vuelta electoral del 19 de octubre pasado, fue elegido presidente del Estado Plurinacional de Bolivia el candidato Rodrigo Paz Pereyra, el nuevo gobierno se une con los políticos de la derecha fascista y los empresarios bolivianos para gobernar diciendo: “Para salvar a Bolivia y solucionar las crisis”, olvidándose de la guerra sucia antes de dichas elecciones. Al parecer porque se dieron cuenta que el presidente electo no tiene el poder político para gobernar al Estado. Esa unión política obliga al análisis.
En principio, hace ver que estamos ante un cogobierno pactado para hacer realidad lo que los políticos de la derecha fascista gritaban: “¡Hay que revisar la futura relación política de Santa Cruz con el Estado boliviano!”. En consecuencia, el nuevo gobierno podría implantar el federalismo deseado por la derecha fascista y los políticos de Santa Cruz, teniendo a su favor más de dos tercios en la Asamblea Legislativa.
El nuevo gobierno junto con la unión referida de todos los políticos de la derecha fascista y casi todos los empresarios privados de Bolivia, seguramente, se creen dueños del poder político y del futuro de Bolivia. Al creerse así, fácilmente podrían hacer que los empresarios bolivianos en los diferentes rubros y las élites políticas derechistas bolivianas y extranjeras administren muy pronto las empresas e industrias estatales con privatización o sin privatización. Mediante decretos o leyes —según la situación— podrían disponer, por ejemplo, que YPFB, Entel, el Complejo Siderúrgico del Mutún, BOA, entre otras, sea administrada por empresas privadas nacionales o internacionales, de acuerdo con sus intereses.
Es más, por la unión referida, parece ser que están decididos a gobernar como en la época de la república: las veces que se refieren al Estado no dicen Estado Plurinacional de Bolivia, sino república de Bolivia. Esto demuestra que aprendieron mucho del golpe de Estado de 2019 y gobierno de facto de Jeanine Añez, consecuentemente, no están dispuestos a permitir reacciones y protestas de las organizaciones sociales, federaciones ni confederaciones de ninguna clase, ni de los políticos de izquierda.
Todo ello permite ver que defenderán sus intereses personales y de grupo y no los de la mayoría del pueblo boliviano; por lo mismo, el nuevo presidente ya anunció un paquete de medidas económicas antipopulares tan pronto como sea posesionado y asuma el gobierno. Por el anuncio del mencionado paquete, se entiende que sería un gobierno de los ricos y para los ricos y no un gobierno del pueblo, para el pueblo y con el pueblo, lo cual constituiría un retroceso a la época de la república. De ese panorama político surge la pregunta: ¿Podría ser el principio del fin?
Tal unión también permite ver que no admiten que el pueblo trabajador y los campesinos tengan ideas políticas contrarias a las de ellos, además quiere decir que no les parece bien que el pueblo tenga los mismos derechos que ellos tienen y no les gusta que las organizaciones sociales reclamen sus derechos; por eso unieron sus ideas y sus planes políticos. Por todo esto, huele a ser un gobierno proimperialista y colonialista con represión y sometimiento al pueblo creyéndose dueños y patrones de Bolivia como si el pueblo socialista que constituye el 75% del pueblo boliviano hubiera sido derrotado en dichas elecciones sabiendo que eligió al nuevo gobierno con engaños y manipulaciones. Este 75% no puede servir solo de escalera para gobernar como en la época republicana.
Por esa unión, podría implantarse una justicia simulada para favorecer a los suyos y sancionar a los contrarios, propio de los gobiernos dictatoriales, al respecto, conviene leer El señor Presidente de Miguel Ángel Asturias. Saltan varias preguntas: ¿Para qué se unieron?, ¿para qué manipularon al pueblo?, ¿por qué quieren volver a la época de la república?, ¿será que nunca quisieron que la patria sea gobernada por “indios” de poncho e “indias” de pollera en el Órgano Ejecutivo, Órgano Legislativo, Órgano Judicial, gobiernos departamentales y alcaldías? Se vislumbra que la libertad del pueblo podría ser mutilada.
Veremos qué hacen las organizaciones sociales y los políticos de izquierda; de hecho, ya se pronunció la Confederación Sindical Única de Trabajadores de Bolivia (CSUTB) en su XIX Congreso anunciando la defensa del Estado Plurinacional de Bolivia, las conquistas sociales, la soberanía nacional, los recursos naturales y otras conquistas porque perciben que el pueblo puede ser esclavo de la derecha fascista y de los empresarios nacionales y extranjeros. Ante tal panorama político pidieron unirse a los que apoyaron a la derecha fascista bloqueando al gobierno central desde 2023 y votaron por Edmand Lara eligiendo a Rodrigo Paz para salvar a Bolivia, porque esos votos dicen que pertenece a los mal llamados “indios” de la cultura milenaria aymara y quechua, que no merece ser ninguneada desde ningún punto de vista, además, el poder del pueblo no es delito. Veremos qué pasa.
Por: Armando Aquino Huerta
 
 
 
 
 

 
