El actual régimen bajo el liderazgo de Ahmed al-Sharaa (Abu Mohamed al-Julani) cabeza por la cual EEUU pedía 10 millones de dólares, hoy bajo su capa, asesina y comete una limpieza étnica contra civiles sirios, quienes por el solo hecho de tener otro tipo de creencias como la cristiana, sin ningún proceso judicial ni sumario alguno, son ejecutados en plena vía pública.
La otrora presencia de Bashar Al Assad, tuvo la capacidad de contener las diferencias entre los distintos grupos y minorías religiosas, está cohesión social, así con sus luces y sombras fue el garante para que la nación árabe haya tenido estabilidad política, económica y social, flanqueado en su momento por grupos terroristas como Al Qaeda, ISIS, etc, los que hoy finalmente bajo la máscara “libertaria” han tomado por la fuerza el gobierno sirio, ocasionando un genocidio ignorado por los medios occidentales bajo la miopía de los califatos árabes del golfo.
Desde hace días atrás, aparecieron por las redes sociales miles de “imágenes de terror”, en donde se puede apreciar como los “ex miembros” de Al Qaeda, bajo la égida de Abu Muhammad Al Julani, van asesinando a cristianos, musulmanes aluitas y otras minorías sin ningún tipo de conmiseración, pues antes de ejecutarlos los golpean y torturan. Las cifras de asesinatos según el Observatorio Sirio de DDHH, sobrepasan al presente más de 1500 víctimas, que en su mayoría son enterrados en fosas comunes, así como decenas de cadáveres yacen dispersos a lo largo de los bordes de las carreteras y calles, sin que sus familiares puedan recuperarlos o darles sepultura, según Al Mayadeen .
Aun existiendo órganos internacionales que sancionan el genocidio y la limpieza étnica como la Corte Penal Internacional (CPI), sumado a la incompetencia de los califatos del golfo, que no accionan este tipo de medidas jurisdiccionales, hoy cientos de sirios son asesinados. No obstante, de que la CPI, la Liga Árabe y la Organización para la Cooperación Islámica, en el marco de sus competencias podrían tomar las acciones necesarias, estos no lo hacen, demostrándose con ello, que gran parte de los mismos, avalan la criminalidad de los “pupilos de Osama Bin Laden”.
Bajo este panorama EEUU y sus halcones europeos, obsecuentemente callan la criminalidad del régimen de Al Julani, en un escenario en donde los intereses geopolíticos tienen el derrotero de controlar la zona, explotar el petróleo de los sirios, y fundamentalmente contrarrestar a Rusia, Irán y el Eje de la Resistencia.
El tablero del hegemón mundial con el asenso de Al Qaeda en Siria, devela un reacomodo del terrorismo, en donde Al Julani por sus actos, una vez más ha demostrado que es parte de la estructura sionista, ya que su voz de denuncia y protesta frente al genocidio perpetrado por el ejército israelí contra los Gazatíes, nunca fue claro, y no solo ello, sino que pese a la posesión de parte de su territorio (monte Sheikh y Quneitra) devela su obsecuencia sumisa hacia Tel Aviv.
Al presente, ya son más de 1.500 civiles ejecutados por la dictadura siria, sumiendo a este pueblo en el abismo frente a los avances sociales, económicos y tecnológicos en la época de Al Assad. Tel Aviv y Washington son quienes legitiman estas atrocidades, sino como se explica que habiendo una recompensa de 10 millones de dólares por la cabeza de Al Julani, este nunca fue detenido, todo lo contrario, hoy es perdonado y protegido.
Frente a este panorama, los movimientos de resistencia tendrán el deber de recuperar el control del territorio sirio, por las urnas y/o los mecanismos que sean adecuados, sin duda para este proceso, jugará un rol importante el retorno del Eje de la Resistencia.
Ponerse el disfraz de un gobierno legítimo, afeitándose la barba, poniéndose una corbata y un traje, no significa paz, sino la hipocresía de un “gobierno” tirano que somete a una población por el solo hecho de tener otra creencia; ¿podría llamarse a esa criminalidad, gobierno de transición?
Por: Roberto Chambi Calle/
Jurista, teólogo y analista en RRII