Encuéntranos en:
Búsqueda:

Miguel Clares

Estabilidad en tiempos difíciles

Durante las convulsas décadas de los 80 y 90, Bolivia se encontraba sumida en una crisis económica que la llevó a ser considerada internacionalmente como un ejemplo de declive financiero.

Con una inflación desbordante que alcanzó un sorprendente 8.171% en 1985, el país enfrentaba un panorama sombrío y desalentador. Sin embargo, hoy en día, Bolivia vuelve a estar en el centro de atención mundial, pero por razones completamente diferentes.

En medio de un contexto global marcado por la persistente inflación, Bolivia emerge con estabilidad económica. Mientras que potencias mundiales se ven obligadas a mantener altas tasas de interés para contener la inflación, lo que ralentiza sus economías y reduce la oferta monetaria internacional, Bolivia ha logrado mantener un control admirable sobre el fenómeno inflacionario.

A pesar de la presión inflacionaria que afecta a numerosas naciones, Bolivia se destaca como el país con la inflación más baja de Sudamérica y una de las más bajas del mundo. Mientras otros países adoptan medidas extraordinarias para combatir la inflación, Bolivia ha mantenido una postura más estable y consistente, protegiendo así el poder adquisitivo de sus ciudadanos.

Según un informe del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) de julio de 2023, entre 2020 y 2023, la inflación y la pandemia del Covid-19 llevaron a 75 millones de personas a caer en la extrema pobreza a nivel mundial. Este contexto global, agravado por la inflación, pone de manifiesto la importancia de políticas económicas efectivas.

En este sentido, el trabajo de los premios Nobel Joseph Stiglitz y George Akerlof es especialmente relevante. Stiglitz, quien recibió el Premio Nobel en 2001, y Akerlof, quien lo recibió en el mismo año, han explorado cómo la inflación afecta a diferentes grupos de la sociedad. Sus investigaciones han resaltado cómo la inflación puede distorsionar los incentivos económicos y afectar desproporcionadamente a los más vulnerables, como los trabajadores con salarios fijos. Este análisis subraya la importancia de las políticas que Bolivia ha implementado para proteger a sus ciudadanos.

El país no está exento de las fluctuaciones económicas mundiales, pero ha implementado políticas de protección dentro del marco del Modelo Económico Social Comunitario Productivo (MESCP). Estas políticas, como la subvención de alimentos y combustibles, han demostrado ser efectivas para mitigar los impactos de los aumentos de precios en el mercado internacional.

A nivel mundial, las tasas de interés siguen en aumento, lo que, sumado a la inflación persistente, genera un clima de incertidumbre económica. Sin embargo, Bolivia se ha mantenido firme en su compromiso con la estabilidad económica y la protección de las bolivianas y los bolivianos, lo que la hace destacar en medio de la agitación global.

La estabilidad de precios en Bolivia no solo beneficia a la población, sino que también impulsa la demanda de productos bolivianos en el mercado internacional. Para mantener esta ventaja competitiva, es crucial que Bolivia continúe invirtiendo en su capacidad productiva y en la diversificación de su economía.

La experiencia de Bolivia frente a la inflación mundial es un ejemplo de cómo la estabilidad económica y las políticas de protección pueden contrarrestar los desafíos globales. En lugar de sucumbir a la presión inflacionaria, Bolivia ha demostrado resiliencia y pragmatismo para establecer un camino hacia un futuro económico más estable y próspero para todos.


Imprimir   Correo electrónico

Ahora El Pueblo logo

Búsqueda