Cuando los políticos y politiqueros fracasan con sus ideas y posiciones en las lides políticas, generalmente recurren a la huelga de hambre como último recurso, privándose de alimentos en calidad de protesta y amenaza.
Los políticos y politiqueros opositores al gobierno constitucional y legítimo de Luis Arce Catacora elegido con el 55,11% en las elecciones generales del 18/octubre/2020, ante el FRACASO ROTUNDO DEL AUTOGOLPE ideado por ellos mismos, persisten en hacer creer que el golpe de Estado (frustrado) cometido el miércoles 26/junio/2024 por el Gral. Juan José Zúñiga Macías y otros no era un golpe de Estado sino un AUTOGOLPE; esa persistencia permite ver que tales políticos estarían predispuestos en hacer una HUELGA DE HAMBRE para llamar la atención de la opinión pública nacional e internacional y para hacer creer que la idea mentirosa del AUTOGOLPE se convierta en verdad. Situación que permite razonar hasta por lo absurdo.
Cuando los políticos y politiqueros fracasan con sus ideas y posiciones en las lides políticas, generalmente recurren a la huelga de hambre como último recurso, privándose de alimentos en calidad de protesta y amenaza, considerando que es el arma más eficaz para hacerse creer presionando y vencer saliendo con las suyas; consiguientemente, parece ser bien craneada dicha huelga recordando sus fracasos innumerables, pero no es así.
La idea del autogolpe ha sido rechazada por el 99% de las bolivianas y bolivianos y la comunidad internacional conforme lo han publicado los medios de comunicación, porque esa mentira cínica, injusta y antidemocrática no cree nadie ni los que mienten, en consecuencia, resulta difícil —sino imposible— hacer creer que el referido golpe de Estado no fue tal sino un AUTOGOLPE. Solo razonando absurdamente se puede concebir esa idea carente de raciocinio.
Solo despreciando al pueblo que eligió al presidente Luis Arce Catacora con el 55,11% y queriendo engañarlo y manipularlo con cinismo elevado a la décima potencia se puede tener el atrevimiento de decir que el referido golpe de Estado fue un AUTOGOLPE; de otra manera es un absurdo —rayano en la idiocia— decir semejante estupidez; consiguientemente, una HUELGA DE HAMBRE PARA HACER CREER QUE EL AUTOGOLPE EXISTIÓ, resulta ser antidemocrática y delictiva, porque atentaría contra la vida democrática que vivimos y contra la integridad física y la vida de los huelguistas que podrían morir en plena huelga y ello constituye “Homicidio-suicidio” sancionado por el Art. 256 del Código Penal.
Tales políticos pareciera que quieren hacer creer que muriendo de hambre en la huelga de hambre, el pueblo boliviano y la comunidad internacional podría creer fácilmente que hubo un autogolpe el 26/junio/2024 y no un golpe de Estado; pero ni así podrán hacer creer, porque la mentira nunca vencerá a la verdad.
AUTOGOLPE, para: ¿que varios Generales, Coroneles y otros militares golpistas sean detenidos en la cárceles, dados de baja y perdiendo su honor?, ¿poner en libertad a Luis Fernando Camacho, Jeanine Añez y otros autores intelectuales y materiales del golpe de Estado de 2019?; eso es tan absurdo, como la venta de indulgencias que hacían los curas para reducir los pecados y no ir al purgatorio; en consecuencia un absurdo de ese tamaño cae por su peso neto de increíble.
Si la idea del AUTOGOLPE se impusiera mediante una huelga de hambre de los políticos opositores, sería el absurdo más grande de los absurdos y podría merecer el premio al absurdo político, por la ignorancia de las doctrinas y teorías de EL CONTRATO SOCIAL de Jean-Jaques Rousseau, del Derecho Político, la Ciencia Política, la Doctrina Política y la Sociología Política —razonando por lo absurdo—; ni qué decir si tales políticos reacios a la ley saben perfectamente que el 26/junio/2024 se cometió un golpe de Estado que ya tiene decenas de personas identificadas en las investigaciones realizadas por los fiscales y policías asignados, aplicando los Arts. 70, 71, 72, 73, 74 y 75 de la Ley 1970 Código de Procedimiento Penal, y los Arts. 3, 8, 12 y 40 de la Ley 260 Ley Orgánica del Ministerio Público.
Así, el AUTOGOLPE ideado por los políticos opositores resulta ser una palabra hueca, vacía, inútil, que no sirve para nada y no vale nada —como el cero (0) a la izquierda—; solo sirve para engañar y manipular al pueblo con el deseo oculto de dar un golpe de Estado para quedar impunes por los delitos que cometieron; consiguientemente, la idea falsa y mentirosa del AUTOGOLPE debe pasar a la historia como prueba del talante de los referidos políticos, peor si razonando por lo absurdo hagan dicha huelga de hambre y después digan que la piedra se tropezó con ellos. No hay que creer en los falsos demócratas.