El academicismo, siempre contradictoria a la realidad nos plantea interrogantes con palabras que perdieron toda vigencia, peor aún no expresan la veracidad de los acontecimientos, por ejemplo “intelectuales”, palabra que más brilla por su ausencia en los procesos de construcción de militancia activa.
El verdadero problema es que los intelectuales no representan a nadie y no dan cuenta de la vivencia de las mismas organizaciones en su rol orgánico, estos mismos intelectuales interpretan el papel de portavoces, ¿no es significativo que Andrónico busque intelectuales en sectores de clases apoderadas (jailonas de noche y populistas de izquierda de día), marxistas adinerados o pajpakus estilo Ritcher o peor, los intelectuales desclasados con doble identidad , estilo Gabriel Villalba, quien se plantea ¡ser indígena contemporáneo urbano!
Dentro del MAS-IPSP hay diversidad de composición grupal, desde organizaciones sociales históricas como las Bartolinas hasta grupos de barrio o de villa, la variedad abunda, entonces, ¿formación política para el pueblo? Alguna vez se pensó en dar cursos de formación política a las organizaciones era más que necesario, pero la bestia de pies de barro se encuentra en la médula de la misma representación parlamentaria del MAS, de 75 diputados incluyendo a los senadores podemos aseverar que pocos sobresalen con propio brillo o, del otro lado, en su mayoría nuestros representantes no saben dónde están parados, ¿cuál su tarea política?, ¿golpear, gritar y tiktokear?
Los verdaderos militantes activos no están representados entre los griteríos de la Asamblea, sin embargo, esta misma militancia sigue defendiendo sus convicciones desde cualquier trinchera, seguro que la recomposición interna política del MAS-IPSP debe tomar en cuenta la militancia guerrera y alejar al peor cáncer dentro de un partido: el prorroguismo populista, las prebendas sindicales, idolatría al líder, también las chupas donde se cierran los acuerdos y el machismo, todo eso carcomió la democracia interna y afectó al instrumento político, hizo mayor daño que cualquier otra oposición capitalista, ¿cuándo cambiarán las cosas?
Por: Fernando Vargas M./