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Sdenka Saavedra Alfaro

¡Irán triunfa! Derrota histórica al sionismo imperialista

Irán no solo ha logrado imponer un alto al fuego a Israel y EEUU —a pesar de ser violado reiteradamente—, sino que ha demostrado al mundo su firmeza ante una guerra injusta, enviando un mensaje claro de resistencia inquebrantable por su soberanía.

Esta postura, arraigada en su identidad espiritual, representa una victoria contra el sionismo y el imperialismo. 

Los ataques iniciados por Israel el 13 de junio y por EEUU el 22 de junio dejaron más de 609 víctimas iraníes, incluyendo niños y mujeres, agresiones que violaron el derecho internacional, los Convenios de Ginebra y las normas que prohíben atacar instalaciones nucleares —por el riesgo de radiación y daño colateral a la humanidad—, evidenciando el declive de los gobiernos de Trump y Netanyahu, quienes han perdido toda legitimidad. 

Estos crímenes ocurrieron en plenas negociaciones sobre el programa nuclear iraní, apenas un día después de que la AIEA —bajo la dirección de Rafael Grossi— acusara falsamente a Irán de incumplir sus obligaciones. 

El 7 de junio, la televisión estatal iraní expuso una operación sin precedentes contra los servicios secretos israelíes, revelando miles de documentos que comprometen a la AIEA. Estos archivos prueban que Grossi colaboraba con Israel desde 2016, manipulando informes para desviar la atención del programa nuclear ilegal israelí y presionar a Irán, violando la neutralidad de la agencia y el Tratado de No Proliferación (TNP). 

Mientras tanto, Donald Trump amenazó a Irán en sus redes sociales: “Deben llegar a un acuerdo antes de que no quede nada”, confirmando su política de intimidación. Sin embargo, Irán siempre ha mantenido que su programa nuclear es exclusivamente civil, cumpliendo con el JCPOA (2015) —del que EEUU se retiró unilateralmente— y permitiendo inspecciones sin restricciones. 

Irán no posee armas nucleares, incluso la directora de Inteligencia de EEUU, Tulsi Gabbard, admitió en 2025 que no hay evidencia de que el país las desarrolle, por el contrario, Israel —único Estado en Oriente Próximo con 200 a 400 ojivas nucleares— evade el control internacional y se niega a firmar el TNP, como denunció el embajador iraní ante la ONU, Amir Said Iravani. 

El ataque aéreo israelí contra las instalaciones de la Organización de Radio Y Televisión de Irán (IRIB) del 16 de junio representa también una violación flagrante contra la libertad de expresión, al interrumpir las operaciones del medio estatal causando víctimas entre su personal, lo cual constituye una amenaza para acallar las voces antimperialistas; sin embargo, pese a todos estos crímenes de lesa humanidad, la prensa iraní continúa más firme que nunca, porque no se puede silenciar la verdad.

Los ataques a Teherán coinciden con el genocidio en Gaza, donde Israel ha asesinado a más de 56.000 palestinos, manteniendo a la población bajo un bloqueo total que les priva de alimentos, agua potable y medicinas. A pesar de los esfuerzos de los pueblos solidarios del mundo, que organizan flotillas humanitarias como la conocida Flotilla de la Libertad Madleen del 8 de junio de 2025, la ayuda internacional apenas logra llegar a quienes más la necesitan.

El intento de la Madleen de llevar suministros esenciales a Gaza puso en evidencia, una vez más, el carácter aniquilador e inhumano del régimen sionista israelí, que no duda en obstaculizar o atacar la solidaridad internacional; incluso frente a la mirada de la comunidad internacional y de las principales organizaciones multilaterales.

Lamentablemente, las organizaciones internacionales (en su mayoría) han demostrado hasta ahora una alarmante inacción, incapaces de detener la crisis humanitaria extrema, el bloqueo asfixiante y las matanzas diarias que afectan principalmente a niños, mujeres y civiles indefensos.

Esta situación pone de manifiesto la constante violación del derecho internacional humanitario y el desprecio por la conciencia ética global. Es importante recordar que la solidaridad y la ayuda humanitaria no constituyen un delito; pero el genocidio, en cambio, sí lo es, y debe ser condenado y detenido por todos los medios posibles.

Desde 1979, Irán ha apoyado la causa palestina, cortando relaciones con el régimen de apartheid israelí, lo que explica la campaña de Iranofobia y el silencio cómplice de Occidente ante los crímenes de guerra sionistas; puesto que la guerra de 12 días de Israel y EEUU contra Irán fue un claro ejemplo de un acto de agresión, que no fue condenado por el Consejo de Seguridad, la Comunidad Internacional y algunos países europeos.  

A pesar de los complots de EEUU, Israel y Europa, Irán sigue en pie. En 46 años, la Revolución Islámica se ha erigido como un muro de dignidad frente a la barbarie, defendiendo la soberanía de los pueblos y la justicia global.

Por: Sdenka Saavedra Alfaro/


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