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Mahmoud Elalwani

La agresión israelí y la ausencia de legitimidad y justicia internacional

En el momento actual el extremismo sionista está aumentando, continúa su terrorismo y agresión contra el pueblo palestino. La doble moral internacional sigue rigiendo las posiciones del mundo occidental con respecto a los derechos de los palestinos, haciendo la vista gorda ante la escalada diaria de crímenes de la ocupación que no paran. Esta última agresión que comenzó en la madrugada del 9 de mayo, en la que soldados y colonos de ocupación israelíes realizaron una serie de incursiones lanzadas por aviones de combate y drones israelíes en diferentes zonas de la Franja de Gaza, ya ha causado más de 32 ciudadanos muertos, incluidos ocho niños, y más de 100 heridos. Desde el comienzo de 2023, en un plazo de 130 días, han muerto 145 palestinos, incluidos un gran número de mujeres y niños.

Palestina condena en los términos más enérgicos la continua y bárbara agresión de la ocupación contra nuestro pueblo en la Franja de Gaza y considera que es debida a un intento desesperado de Netanyahu ante la pérdida de popularidad que está sufriendo, ya que provocar una respuesta militar rápida bajo el pretexto de “en defensa propia” y estar respaldado por Occidente, le proporciona el argumento necesario para justificarla, siendo el posible número de víctimas una expresión del éxito de la operación tal y como se expuso en los medios israelíes. Por si esto no fuera suficiente, algunos países, como si tuvieran legitimidad internacional, realizan interpretaciones del derecho internacional otorgando al estado ocupante el derecho a aplicar el principio de autodefensa, cuando es Israel el responsable de la agresión permanente contra un pueblo palestino indefenso. Nos preguntamos: ¿Cuándo Israel respetó el derecho internacional y la vida de los civiles?

El sufrimiento del pueblo palestino está aumentando, la vida cotidiana realmente se ha vuelto insoportable; el deterioro de la actual situación palestina en su dimensión política, humanitaria y económica se refleja en el impacto directo sobre la solución de los dos Estados y supone una amenaza a la estabilidad de toda la región de Medio Oriente.

Nos sorprende el silencio de la comunidad internacional y su falta de condena a estos crímenes. Los datos indican que el gobierno de ocupación informó con anticipación a los países occidentales de la implementación de esta agresión injusta, lo cual refleja la naturaleza de la doble moral internacional en el tratamiento de las cuestiones y principios del derecho internacional y los derechos humanos. Esta entidad sionista es solo una entidad funcional de los restos de los proyectos coloniales occidentales que la región árabe presenció en el siglo pasado.

Ha llegado el momento de que la comunidad internacional tome medidas disuasorias contra la ocupación, especialmente a la luz de la brutalidad del actual Gobierno israelí y de sus políticas racistas. Lo que alienta a la potencia ocupante a perseverar y continuar con sus violaciones es el hecho de que la comunidad internacional no tome medidas efectivas para que rinda cuentas, sobre la base de las normas del derecho internacional y las resoluciones de legitimidad internacional.

Estos crímenes deben ser objeto de seguimiento detallado con los diversos Estados y organismos internacionales, incluida la comisión de investigación en curso que emana del Consejo de Derechos Humanos, la Presidencia y los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU, la Presidencia de la Asamblea General de la ONU y los tribunales internacionales competentes, con el objetivo de exponerlos primero y después, pedir a la comunidad internacional que asuma sus responsabilidades legales y morales en la protección internacional de nuestro pueblo, la implementación de las resoluciones de legitimidad internacional y continuar exigiendo la importancia de abrir una investigación internacional para responsabilizar y enjuiciar a los perpetradores y a quienes están detrás de ellos.

A pesar de todo, la voluntad del pueblo palestino no será quebrantada ni será derrotada. El Estado palestino es un derecho de nuestro pueblo reconocido a nivel mundial, no es un “regalo” de nadie. El mundo árabe ha elegido el camino de la paz, pero esto no significa que estén en una posición en la que el Gobierno israelí pueda dictarles sus condiciones u obligarles a renunciar a sus derechos, porque cuando pelearon la batalla por la paz, entendieron muy bien lo que significa y en qué se fundamenta, no es un título abstracto, se trata de una condición humana existencial y de vida, porque se fundamenta en el pensamiento de la realidad y de la conciencia.


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