El 15 de junio de 1918 es una fecha emblemática para la comunidad estudiantil universitaria, se recuerda el aniversario de la Reforma Universitaria surgida en la ciudad de Córdoba, capital de la provincia del mismo nombre y ubicada en la República Argentina.
Hace 106 años, los estudiantes de la Universidad Nacional de Córdoba protagonizaron una revuelta que dio inicio a un movimiento estudiantil que se replicó en las juventudes universitarias de América Latina. A la Reforma Universitaria de 1918 se la conoce con diferentes nombres: Reforma Universitaria de Córdoba, Reforma Universitaria de Argentina, Grito de Córdoba, o simplemente Reforma Universitaria.
La Iglesia católica, que llegó a nuestro continente junto con la invasión española, fundó varias universidades en lo que fue —en este caso— el Virreinato de la Plata. La más emblemática de la región fue la Universidad Mayor Real y Pontificia de San Francisco Xavier de Chuquisaca, fundada en Chuquisaca —hoy Sucre— en 1624. A pesar de la independencia de nuestros países de la Colonia española en el siglo XIX, la Iglesia católica continuó manteniendo el poder político de la región en las nuevas repúblicas.
En el año de la Reforma Universitaria (1918), los estudiantes de la Universidad Nacional de Córdoba (universidad pública) se rebelaron a los intentos de reorganización nacional de la Iglesia católica para recuperar el poder político que habían perdido. Los estudiantes denominados reformistas se enfrentaron al clericalismo, a los católicos en busca de una modernización institucional que aboliera la educación obligatoria de Teología (estudio de Dios y de la Biblia), Derecho canónico (normas de la Iglesia y el Vaticano), en Filosofía (deberes para con los siervos —educación medieval—); la Iglesia católica utilizaba a las universidades para difundir su ideología. El enfrentamiento entre reformistas y católicos fue ideológico.
Este movimiento estudiantil se extendió entre marzo y octubre de 1918, periodo en el cual se produjeron violentos enfrentamientos entre reformistas y católicos. El movimiento se inició en el Hospital de Clínicas, ubicado en el barrio Alberdi de la ciudad de Córdoba, centro de la vida universitaria de esa ciudad; allí se declaró la huelga que comenzó el movimiento de la Reforma Universitaria. El 15 de junio de 1918, los estudiantes irrumpieron en la universidad para impedir la elección del rector, identificado con las ideas católicas; declararon una segunda huelga general que tuvo su mayor relieve el 9 de septiembre, cuando la Federación Universitaria de Córdoba asumió la dirección estudiantil de la universidad y el gobierno ordenó al Ejército reprimir la ocupación.
La revuelta estudiantil cordobesa tuvo su máxima expresión en el célebre Manifiesto Liminar (junio 21, 1918) de la Federación Universitaria de Córdoba —redactado por Deodoro Roca— titulado “La juventud argentina de Córdoba a los hombres libres de Sudamérica”, que finaliza diciendo “La juventud ya no pide. Exige que se le reconozca el derecho a exteriorizar ese pensamiento propio en los cuerpos universitarios por medio de sus representantes. Está cansada de soportar a los tiranos. Si ha sido capaz de realizar una revolución en las conciencias, no puede desconocérsele la capacidad de intervenir en el gobierno de su propia casa”.
El movimiento se extendió a las demás universidades del país, impulsado por la recién creada Federación Universitaria Argentina (FUA), y a varias universidades de América Latina, consagrando la autonomía universitaria, el cogobierno estudiantil, la extensión universitaria, la libertad de cátedra, la asistencia libre a clases, concursos para cubrir cargos docentes; logros que permitieron el acceso a la educación de grado a todos por igual. En Bolivia se alcanzaron en 1930-1931.
Desde un inicio, la Reforma Universitaria se percibió a sí misma como un movimiento político-pedagógico permanente, de vocación latinoamericana y antiimperialista.
*Es economista-investigadora