Un 17 de diciembre del año 2014 obtenían su libertad los cinco héroes Cubanos quienes lucharon contra el terrorismo y estuvieron por más de 10 años presos por el imperio norteamericano, esta acción de buscar su libertad llevada adelante mediante una campaña mundial la cual impulsaron los movimientos de solidaridad con Cuba en todo el mundo dio paso incluso a una serie en Netflix llamada la “red avispa”, y que a la fecha sigue siendo un referente de como la pequeña Isla aun obtiene victorias morales frente al gigante norteamericano.
Hoy además de recordar esa fecha es importante rememorar y tomar un espacio de reflexión, ya que pareciera una situación anacrónica lo que pasa cuando uno escucha o piensa sobre “tortura”, “presos políticos” y lo “poco” que hacemos a veces por desconocimiento o inundados por la información, la cual ya nos deshumaniza de situaciones que se viven en todo el mundo, es en tal sentido que el día de hoy debemos mencionar un caso en particular, sobre como en nuestra América Latina sigue siendo prueba fiel que las dictaduras y el ensañamiento contra el militante de izquierda sigue vigente, es necesario hoy abordar sobre lo que pasó con el caso Miguel Rincón, un militante del MRTA del Perú quien falleció recientemente y que pese a haber dejado este plano terrenal, las leyes en el Perú continúan no únicamente en vida dando sanción injusta a quienes tomaron las armas en busca de días mejores, sino también se ensaña posterior a la muerte con estos luchadores sociales, es así que el caso de Miguel Rincón Rincón es una de las muestras fehacientes que para algunos gobiernos es mucho peor ser de ideología de izquierda que el peor delincuente común, esta afirmación es puesta por el grado de sanción y ensañamiento, que deja de afectar únicamente al plano terrenal sino que trasciende la muerte, impidiendo a los seres queridos velar los restos de esos luchadores por días mejores.
La Ley 31352 del Perú otorga al Estado la potestad de disponer del cuerpo, cremarlo, y que las cenizas “sean dispersas en tiempo y lugar reservados”. Es decir, el Estado peruano ha legalizado la desaparición forzada y procederá de esta forma con el cuerpo de Miguel Rincón, violando así sus derechos fundamentales y sobre todo el derecho de la familia de darle una sepultura digna.
Esto que acabamos de leer parece ser anacrónico, brutal, de ensañamiento no únicamente en vida del luchador social, sino incluso después de la muerte para que sus familiares carguen con el dolor hasta el final de sus días.
El caso de Miguel Rincón debiera mover los sentimientos de empatía y de sentido de humanidad por quienes buscaron días mejores para el pueblo, por tanto es importante para los revolucionarios del mundo impulsar esa solidaridad una vez más, como se hizo con los cinco héroes cubanos, basados en los sentimientos de amor y de justicia.
Hacer llegar la solidaridad a la familia de Miguel Rincón y que tengan certeza de que la justicia y la lucha de Miguel no es en vano, por hombres como él, la solidaridad y el internacionalismo vuelve a nacer en épocas oscuras y permite que la esperanza de días mejores para los pueblos del mundo se mantenga vigente.
La Paz/AEP