El Primer Ministro y Ministro de Asuntos Exteriores de Qatar, Mohammed bin Abdul Rahman Al Thani, anunció el miércoles 15 de enero de 2025 que el acuerdo de alto al fuego en Gaza comenzará el próximo domingo 19 de enero, pero este alto al fuego llega tras una tragedia cuyas cifras debe conocer el mundo entero.
Fuentes médicas afirmaron que el número de muertos en la Franja de Gaza desde el momento en que se anunció el acuerdo de alto el fuego hasta las once horas de la mañana de este viernes 17 de enero ascendió a 111 muertos, además de 264 heridos, y que entre los muertos se encontraban 28 niños y 31 mujeres. La secretaria general de Amnistía Internacional, Agnes Callamard, dijo el pasado jueves que un alto el fuego en la Franja de Gaza no será suficiente para reparar las vidas de los palestinos destrozadas por el genocidio israelí. Destacó que la continua obstrucción del proceso de paz por parte de Israel es algo que no se puede tolerar.
El periódico británico ‘The Guardian’ llevó a cabo una investigación sobre el devastador impacto de la guerra israelí tras 469 días de genocidio en Gaza, concluyendo que esta guerra ha provocado la muerte de 46.788 personas, entre ellas la de 16.795 niños y 110.453 heridos palestinos, de los que más de una cuarta parte vivirán con lesiones de por vida: amputaciones, quemaduras graves y lesiones en la cabeza, entre otras. Por otro lado, esta guerra ha provocado que más de 11.000 desaparecidos hayan quedado enterrados bajo edificios derrumbados por falta de equipo pesado o combustible para excavar entre los escombros en su busca. Además, en Cisjordania la guerra causó 865 muertos, entre ellos 159 niños, 5.750 heridos y 12.000 detenidos. Destacar que Israel ha matado a 163 periodistas y a 248 empleados de la agencia de las NNUU, la UNRWA.
La destrucción ha sido inmensa, más de 534 escuelas (95% de las escuelas fueron dañadas o destruidas) y 436.000 viviendas dañadas o destruidas (92% del total de viviendas). En cuanto a las pérdidas en el sector sanitario, las fuerzas israelíes bombardearon, sitiaron y atacaron repetidamente hospitales en Gaza, sólo 17 de los 36 hospitales de Gaza seguían parcialmente operativos a finales de 2024. La Organización Mundial de la Salud declaró que el número de ataques a instalaciones de salud desde el comienzo de la guerra llegó a 654.
Más de 1.060 trabajadores de la salud, entre ellos enfermeras, paramédicos, médicos y otros trabajadores fueron asesinados, muchos de ellos en su lugar de trabajo y decenas de ellos fueron arrestados. Esta guerra ha provocado el desplazamiento forzado de 1,9 millones civiles (90% de la población) en Gaza.
Un estudio publicado este mes concluyó que el hambre, el frío, la falta de vivienda y de medicinas, la rápida propagación de enfermedades infecciosas y el colapso del sistema de atención médica llevaron a la muerte de muchos otros palestinos durante la guerra, estimándose que el número real de muertos puede haber superado las 70.000 personas.
Paralelamente, los controles israelíes sobre la ayuda humanitaria que ingresa en Gaza y la destrucción de la producción agrícola dentro de la Franja han provocado hambre y desnutrición generalizadas. En noviembre de 2024, las Naciones Unidas manifestaron que los envíos de ayuda a Gaza estaban en sus niveles más bajos desde octubre de 2023. Un organismo de seguimiento internacional dijo que la hambruna probablemente era “inminente” en el norte de la Franja de Gaza. Las Naciones Unidas han indicado recientemente que el 96% de los niños menores de dos años y las mujeres en Gaza no obtienen los nutrientes necesarios, 345.000 personas se enfrentan a una catastrófica escasez de alimentos, mientras que 876.000 personas afrontan niveles de inseguridad alimentaria de emergencia. Cabe destacar que la desnutrición durante el embarazo y durante la infancia obstaculiza el desarrollo físico y mental, por lo que muchos niños que sobrevivan a la guerra soportarán los efectos de la falta de alimentos durante toda su vida.
Asimismo, esta guerra ha provocado la destrucción del medioambiente y de espacios verdes. Israel destruyó al menos la mitad de la cubierta arbórea en Gaza, el suelo y el agua han quedado contaminados y hubo graves daños a las tierras agrícolas. Imágenes de satélite analizadas por las Naciones Unidas mostraron que más de la mitad de las tierras agrícolas vitales para la producción de alimentos han sido degradadas por la guerra.
Los científicos y académicos ambientales dicen que la destrucción tendrá impactos a largo plazo en los ecosistemas, en la biodiversidad, en la seguridad alimentaria y en la salud de la población. Según las cifras publicadas, aproximadamente el 40% de la tierra en Gaza que antes se utilizaba para la producción de alimentos ha sido destruida; según una investigación, “las granjas y casi la mitad de los árboles de la zona han sido destruidos”. A su vez, Human Rights Watch descubrió a finales de agosto que el ejército de ocupación israelí “dañó o destruyó al menos 31 tanques de agua de un total de 54” y que los residuos tóxicos de municiones e incendios causaron la contaminación del suelo y los suministros de agua. El porcentaje de carreteras principales dañadas o destruidas ascendió a más del 92%. La cantidad diaria de agua no tratada y aguas residuales que desembocan en el mar desde Gaza alcanzó los 60.000 metros cúbicos. La longitud de la red eléctrica destruida es de 510 km (320 millas).
Un informe de las Naciones Unidas indica que el coste del proceso de reconstrucción puede superar los 80.000 millones de dólares, mientras que la retirada de más de 42 millones de toneladas de los escombros se estimó en más de mil millones de dólares y sigue siendo uno de los obstáculos más difíciles a los que se enfrentará este proceso. El informe subraya que la operación es compleja y puede extenderse durante años, estimando que puede alargarse al menos hasta el año 2040 debido a la presencia de bombas, minas y misiles sin detonar, así como de materiales y cuerpos contaminados y peligrosos que se encuentran enterrados bajo los escombros.
La comunidad internacional, todas sus instituciones y organizaciones deben adoptar una postura firme y seria frente a estos crímenes fascistas del Estado de ocupación israelí, deben imponer sanciones estrictas a los colonizadores, ya sean individuos o grupos y al gobierno israelí que les brinda apoyo y protección. Debe haber una acción rápida para ofrecer protección internacional urgente al pueblo palestino y poner fin de inmediato a estos ataques que amenazan las vidas de los palestinos y sus derechos básicos. Debe ponerse fin a la ocupación terrorista de los territorios palestinos.
Hay que apoyar y fortalecer los esfuerzos emprendidos por el gobierno palestino para movilizar apoyos y el reconocimiento del Estado Palestino, así como para transmitir su visión de la necesidad de trabajar para encontrar una solución pacífica, permanente y justa a la cuestión palestina mediante el establecimiento de un Estado Palestino independiente y soberano en las fronteras de 1967, con su capital Jerusalén Este, para garantizar la paz y seguridad a todos los pueblos de la región.
Por: Mahmoud Elalwani (Embajador del Estado de Palestina en Bolivia)