En conmemoración a los 215 años de la gesta libertaria paceña y rindiendo un homenaje al departamento de La Paz es necesario mostrar los hechos concretos de gestión, apoyados en indicadores, y poder decir con seguridad que La Paz creció y se fortaleció económicamente.
Para iniciar este artículo, me parece conveniente citar a Mao Zedong cuando dijo: “Hay un gran desorden bajo el cielo, y la situación es excelente”. Esta frase puede ser articulada con precisión en términos lacanianos: la inconsistencia del Gran Otro abre el espacio para el acto. En nuestra coyuntura, este actor es la especulación, que es la palabra correcta para describir lo que intentan generar actores mediáticos y políticos. Con mentiras o verdades a medias insisten en mostrar inestabilidad para satisfacer intereses político-partidarios.
En primer lugar, es necesario mostrar a la población cómo los indicadores evidencian el crecimiento del departamento de La Paz y desenmascarar a los especuladores con hechos reales. Por ejemplo, en 2012, el Producto Interno Bruto (PIB) del departamento representaba el 23,9% del PIB nacional, mientras que ahora tiene una participación del 24,8%. Entre 2021 y 2022, el PIB real del departamento de La Paz experimentó un crecimiento promedio del 5,0%, superior al promedio nacional de 4,8% en el mismo periodo. Estas cifras reflejan mejoras en la calidad de vida de los paceños, mayor generación de empleo, aumento de los ingresos y crecimiento en la demanda de bienes y servicios.
Entre 2005 y 2022, el PIB nominal de La Paz aumentó significativamente, pasando de $2.346 millones a $12.278 millones, lo que significa que el valor total de la producción de bienes y servicios finales se multiplicó por más de cinco veces. En el mismo periodo, el PIB per cápita departamental se cuadruplicó, pasando de $916 a $4.023. Esto muestra una mejora en la calidad de vida, un aumento de los ingresos y una mayor capacidad de consumo.
En cuanto a exportaciones, entre 2021 y 2023, el valor promedio de las exportaciones del departamento alcanzó $2.514 millones, consolidando a La Paz como un actor clave en la economía nacional. Entre 2006 y 2019, este promedio fue de $796 millones, y entre 1992 y 2005, de $188 millones. El volumen anual de las exportaciones del departamento de La Paz aumentó en un tercio entre los periodos 1992-2005 y 2021-2023.
Servicios en expansión: los sectores de restaurantes y supermercados incrementaron sus ventas entre 2022 y 2023. Las ventas en restaurantes pasaron de Bs 1.260 millones en 2022 a Bs 1.392 millones en 2023, y al mes de mayo de 2024 se incrementaron en un 5% en relación a mayo de 2023. Las ventas en supermercados aumentaron de Bs 1.427 millones a Bs 1.444 millones entre 2022 y 2023, y en mayo de 2024 se incrementaron en un 9% respecto a mayo de 2023, reflejando el dinamismo de la demanda interna paceña.
En 2023, la recaudación tributaria en el departamento de La Paz llegó a Bs 16.009 millones, marcando una recuperación respecto a los Bs 12.552 millones recaudados en 2020, gracias a la reactivación económica pospandemia, medidas contra la evasión y nuevas estrategias de control cruzado. La inflación en La Paz fue del 2,7% en 2023, una muestra de la estabilidad de los precios que benefician a las familias paceñas. La tasa de desocupación urbana en el departamento de La Paz disminuyó del 5,3% al 2,8% entre 2020 y 2023, representando una notable mejora en el mercado laboral, donde la mayoría de la población en edad de trabajar está empleada.
En los últimos años, el departamento de La Paz experimentó un notable crecimiento en su tejido empresarial. La base empresarial vigente aumentó de 117.435 en 2023 a 118.773 en mayo de 2024, y entre 2020 y 2023 se crearon 13.091 nuevas empresas. Este crecimiento refleja la estabilidad y el crecimiento económico del departamento.
Ahora es necesario decirle a la gente que el departamento de La Paz recibirá en 2024 una inversión pública de Bs 3.717 millones, según el Presupuesto General del Estado (PGE), para impulsar su desarrollo y mejorar la calidad de vida de su población.
El 43% de los recursos se destinará a proyectos productivos (Bs 1.609 millones), 29% a proyectos sociales (Bs 1.089 millones), 25% a proyectos de infraestructura (Bs 943 millones) y 2% a proyectos multisectoriales (Bs 76 millones). Estas inversiones se están traduciendo en diversas obras en los municipios de La Paz, Achocalla, San Buenaventura, Palos Blancos e Ixiamas, con un monto total de Bs 546 millones.
En La Paz se inició la construcción del Parque Lineal de Integración La Paz – El Alto con una inversión de más de Bs 200 millones. Además se entregaron seis equipos móviles de pesaje para el control en carreteras, con una inversión de Bs 9,4 millones, y se premiaron las Soluciones Alternativas al Tráfico Vehicular Ceja - El Alto con medio millón de bolivianos.
En Achocalla se entregó la construcción y equipamiento de laboratorios y oficinas del Instituto Boliviano de Metrología (Ibmetro) con una inversión de Bs 45 millones, dinamizando la economía local y permitiendo la ejecución de otros proyectos, como redes de gas domiciliario para el Distrito 7, con una inversión de Bs 2,4 millones. También se inauguraron la nueva infraestructura del Instituto Técnico Humanístico y un proyecto de electrificación en Caranavi.
En Sopocachi, La Paz, se inauguró el edificio nacional del Servicio General de Identificación Personal (Segip), con una inversión de Bs 20,5 millones, que permitirá un ahorro anual de Bs 772.000 en alquileres de oficinas.
En San Buenaventura se inauguró la ampliación y remodelación de un hospital de segundo nivel para atender a varios municipios aledaños. En Palos Blancos se construyeron un Centro de Innovación de Cacao, dos puentes vehiculares y un proyecto de comunicación por fibra óptica. Además se iniciaron las construcciones de una Planta de Agroinsumos (Bs 21 millones) y una Procesadora de Alimento Balanceado (Bs 44 millones).
En Ixiamas comenzó la construcción de una Planta Procesadora de Extracción de Aceite Vegetal y Aditivos de Palma, con una inversión de Bs 164 millones, para producir materia prima para biodiésel en las plantas industriales de YPFB. También se entregó un Sistema de Servicio de Energía Eléctrica para las comunidades de Carmen Tahua, Nueva Esperanza y San Felipe.
Finalmente, en El Alto, se inaugurará la Planta de Transformación, Centro de Acopio y Almacenamiento de Papa, con una inversión de Bs 163 millones, y en Huarina se construyó una Planta de Agroinsumos con una inversión de Bs 40 millones. En Achocalla se entregaron laboratorios y oficinas del Instituto Nacional de Metrología (Ibmetro) con un presupuesto de Bs 45 millones.
Para finalizar, estos hechos concretos desmienten la especulación y las mentiras, evidenciando una gestión que beneficia no solo a las familias paceñas, sino a toda Bolivia.