Los golpistas de 2019 y la nueva derecha fascista nacional han expresado con desesperación y preocupación reiteradas veces su deseo de unirse bajo la consigna: “Para sacar al MAS-IPSP del poder”; esa consigna hecha sin haber intercambiado ideas, planes ni programas de gobierno muestra indubitablemente que están seguros que perderán en las elecciones generales de 2025; por ello publicitan tal unidad por todos los medios de comunicación a su alcance, al parecer porque algún asesor político les dijo olvídense de la división del MAS-IPSP y de “dividir para vencer” como decía el emperador Julio Cesar, más bien únanse.
Se puede ver que dicha consigna no fue craneada por políticos verdaderos sino por algunos politiqueros insatisfechos, disconformes y anarquistas que no leyeron —o no entendieron— EL CONTRATO SOCIAL de Jean-Jaques Rousseau, ignoran el Derecho Político, la Ciencia Política, la Doctrina Política y la Sociología Política, porque solo tienen hambre de poder; tal pobreza política salta a la vista porque no tiene ninguna propuesta política, carece de fundamentos políticos y sociales, y se estrella contra el pluralismo democrático, mejor dicho tiene finalidad golpista, solo faltaba que le añadan la frase “…para gobernar nosotros como en 2019”, o “Es la voluntad de Dios”. Solo las personas que han cometido delitos y no quieren responder por ellos pueden concebir esa consigna, porque su subconsciente les traiciona; lo cual puede demostrarlo cualquier psicólogo, recurriendo a la psicología forense y al psicoanálisis, pasando por la simple lectura de los labios, no hace falta ser sabio para darse cuenta de ello; en ese sentido se puede leer El miedo a la libertad, de Erich Fromm.
La desesperación de dicha unión muestra también que tales politiqueros consideran al MAS-IPSP como a un enemigo político grande y fuerte imposible de vencer, y por ello creen que todos los partidos y grupos políticos deben unirse como sea para derrotar al que no pueden ganar, o como dicen ellos “para sacar al MAS-IPSP del poder”, ello muestra la estatura y el talente de los referidos politiqueros que quieren dar un golpe de Estado para glorificar a los golpistas de 2019. LOS DISCONFORMES de Irving Wallace
Es más, la unión deseada bajo la referida consigna resulta además carente de cálculos matemáticos y políticos, porque sabiendo que los golpistas y la nueva derecha fascista constituyen apenas el 10% del electorado boliviano, se unan o no, es imposible que ganen al 90% de dicho electorado que apoyan sin necesidad de unirse al MAS-IPSP compuesto por aymaras, quechuas y tupigurarníes; cuya mayoría aplastante ya lo reconoció el expresidente de la Asamblea Departamental de Santa Cruz Zvonko Matkovic diciendo “Ya la gobernación ha sido tomada, ya ese cáncer se nos entró y ya hizo metástasis”, admitiendo que SANTA CRUZ YA ES MASISTA. Consiguientemente, la unidad deseada de dichos politiqueros —que no permite ni siquiera la utopía— no servirá para nada.
Entendiendo que miedo es “Perturbación angustiosa del ánimo por un riesgo o daño real o imaginario, II 2. Recelo o aprensión que alguien tiene de que le suceda algo contrario a lo que desea” según el Diccionario de la Lengua Española, no hay dudas de que dichos políticos tienen miedo, porque temen ser sancionados por los delitos que cometieron durante el golpe de Estado de 2019, gobierno de facto de Jeanine Añez, las masacres, ejecuciones sumarias, racismo, discriminación, 38 asesinatos, lesiones gravísimas, miles de detenidos arbitrariamente, entre ellos exvocales del Tribunal Supremo Electoral y de los Tribunales Departamentales Electorales, el daño económico de aproximadamente $us 140 millones causado durante paro de 36 días en Santa Cruz, entre otros.
La consigna así dicha muestra definitivamente el miedo al MAS-IPSP y a la justicia que les persigue y perseguirá siempre por los delitos que cometieron —lo que se hace se paga tarde o temprano—, ni qué decir si ninguna ley los protege, sin embargo persisten en convulsionar el país realizando bloqueos, marchas y paros con mentiras cínicas hablando de democracia para dar un “GOLPE BLANDO”; pero la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos (CSUTCB), respondiendo a los actos desestabilizadores oportunamente, dijo: “Si la derecha quiere guerra civil, no hay problema, estamos preparados”, reflejando el sentir de las Federaciones Departamentales Únicas de Trabajadores Campesinos ‘Túpac Katari’, y se calmaron los ánimos de los golpistas y la nueva derecha fascista nacional ¿por miedo?
