Los políticos de la derecha fascista neoliberal, creyéndose todopoderosos con la soberbia que les caracteriza, siempre han discriminado a los aymaras, quechuas y guaraníes, al extremo de gritar públicamente varias veces ¡LOS COLLAS DEBEN IRSE DE SANTA CRUZ!, entre otros gritos racistas y discriminatorios, ninguneando a los collas y cambacollas; grito que muestra su incultura, pobreza de espíritu y falta de argumentos para hacer su campaña política y plan de gobierno, ignorando a su vez que el RACISMO y la DISCRIMINACIÓN son delitos sancionados en los Arts. 281 quinquies y 281 sexies del Código Penal.
Ese grito tonto, racista y discriminador de los políticos de la derecha fascista, parece obedecer a que sus similares gritos: ¡Santa Cruz jamás de los jamases va a ser masista!, ¡La wiphala no nos representa!, “Hay que revisar la futura relación política de Santa Cruz con el Estado boliviano”, “Nuestra libertad no se la debemos ni a Bolívar ni Sucre”, “Santa Cruz ya era territorio libre en 1825 cuando proclamó su independencia el 14 de febrero de ese año”, “Queremos que nos dejen ser y nos dejen hacer”, y sus crisis: Bolivia está en crisis, el Gobierno está en crisis, el MAS está en crisis, crisis de dólares, crisis de combustibles, crisis de arroz, crisis de aceite, crisis de carne y otras, creadas por dichos políticos; no dieron los resultados que ellos querían. Por ello se habrían visto obligados a gritar “¡Los collas deben irse de Santa Cruz!” sin darse cuenta de sus consecuencias.
Si tales políticos hubieran leído algo de CIENCIA POLÍTICA, DERECHO POLÍTICO, SOCIOLOGÍA POLÍTICA, y las tipificaciones de RACISMO y DISCRIMINACIÓN, no habrían gritado “¡Los collas deben irse de Santa Cruz!”; porque ese grito es contrario a sus deseos y ansias de ganar en las elecciones referidas, es más, los condena a perder pese a su pacto de unión, peor todavía si a ello se añade sus crisis inventadas, bloqueos de créditos internacionales en la Asamblea Legislativa, paros y marchas anunciadas eufóricamente.
Gritar “¡Los collas deben irse de Santa Cruz!”, en plena etapa preelectoral, se puede ver que es fruto de que sus asesores políticos no les dijeron que no griten semejante tontería, ya que por ello perderían en las elecciones generales de 2025, porque más o menos el 30% de los electores están en Santa Cruz; falta de asesoramiento que dio lugar a que los gritones hicieran el papel de tontos. Esa sería otra razón por la que dichos políticos ya no gritan esa tontería, al menos no se ve otra razón ni razonando por lo absurdo. Sobre la tontería se dice: “Todos los que tienen cara de tontos lo son, además la mitad de los que no la tienen”.
Las palabras generan sentimientos que hacen cambiar de ideas e incluso pueden hacer cambiar de actitud, por lo mismo se rebelaron y siguen rebelándose los pueblos. La Biblia que esos políticos manejan en Mateo 12: 36 dice: “Mas yo os digo que de toda palabra ociosa que hablen los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio” y en 37 dice: “Porque por tus palabras serás justificado, y por tus palabras serás condenado”. En consecuencia, el grito tonto que nos ocupa está claro que enseña a dar el voto castigo a los referidos gritones.
Desgraciadamente, dichos políticos se creen imprescindibles incluso enviados de Dios para salvar la Patria, ignorando que sobran en la vida política de Bolivia por haber sido derrotados y aplastados por el MAS-IPSP en las elecciones generales de 2005, 2009, 2014, 2019 y 18 de octubre de 2020. En la vida política más que en cualquier otra actividad humana, todo cae por su propio peso.
Todo hace ver que los políticos ni siquiera han leído EL PRÍNCIPE de Nicolás Maquiavelo, ni EL PODER DE LAS PALABRAS de Mariano Sigman; por ello ignoran la estrategia política y los efectos de las palabras en la etapa preelectoral, solo les preocupa sus intereses personales y de grupo. Consiguientemente, no saben que el deseo de ganar no es suficiente en las elecciones generales, sino que es necesario ser elegido por la mayoría de los electores. El grito “¡Los collas deben irse de Santa Cruz!”, demuestra que los mentados políticos leen mal la realidad política y son tristemente célebres discriminadores del pueblo boliviano.
Dichos políticos curiosamente ya no gritan ¡Los collas deben irse de Santa Cruz!, porque parece que alguien les dijo que ese grito es estúpido si se quiere ganar en las elecciones de agosto de 2025, porque todos los collas y cambacollas votarían en su contra. Así, dicho grito no solo sería malagüero sino desgraciado.
Habiéndose dado cuenta de las consecuencias de ese su grito, dichos políticos ya no gritan esa estupidez; pero sintiéndose perdedores de las elecciones referidas, creen tener derecho a dar un golpe de Estado para poner en libertad a Luis Fernando Camacho y otros, por eso gritan cínicamente “vamos a salvar Bolivia”, “tomaremos medidas antes que arda este país”, “sacaremos al MAS del poder”; sería pecar de ingenuos creer que tales políticos quieren elecciones. No son muertos los que gozan de la paz en la tumba fría, muertos son los políticos que gritando tonterías noche y día pierden elecciones todavía.
Por: Armando Aquino Huerta/