La MASACRE DE SAN JUAN sucedió durante el gobierno de René Barrientos, el 24 de junio de 1967 —noche de San Juan—, fue un asalto militar perpetrado a los campamentos de Siglo XX (donde se encontraban las minas de estaño), ubicados en la localidad de Catavi-Potosí. Estos campamentos abarcaban los centros mineros de Llallagua, Uncía y Catavi.
El departamento de Potosí tiene 16 provincias: Rafael Bustillo, Alonso de Ibáñez, Antonio Quijarro, Bernardino Bilbao, Charcas, Chayanta, Cornelio Saavedra, Daniel Campos, Enrique Baldivieso, José María Linares, Modesto Omiste, Nor Lípez, Sud Lípez, Nor Chichas, Sud Chichas y Tomás Frías.
La provincia Rafael Bustillo cuenta con cuatro municipios: Llallagua, Uncía, Chayanta y Chuqiuta. Catavi es parte del municipio de Llallagua,
El 5 de noviembre de 1964, el General René Barrientos Ortuño (en esa época Vicepresidente de la República, durante el tercer mandato de Víctor Paz Estenssoro —del Movimiento Nacionalista Revolucionario, MNR—), acompañado del General Alfredo Ovando Candia —quien desempeñaba el cargo de Jefe de Estado Mayor—, encabeza un golpe de Estado junto a las FFAA, constituyéndose en presidente de facto a la cabeza de una junta militar, su gobierno concluye el 27 de abril de 1969, cuando muere en un accidente de helicóptero.
René Barrientos, da inicio a 18 años de dictadura militar (1964-1982). Durante su gobierno, en 1967, se promulgó una nueva Constitución Política del Estado, que estuvo vigente por espacio de 42 años, hasta 2009, cuando fue cambiada mediante Asamblea Constituyente, durante el gobierno de Evo Morales.
En mayo de 1965, René Barrientos declaró a los centros mineros “Zonas Militares”, con el fin de aplicar el “Plan Triangular”, que consistía en reducir la influencia de la Corporación Minera de Bolivia (COMIBOL), iniciando el proceso de privatización de la minería (también llegó la “Alianza para el Progreso”). Para conseguir su objetivo de militarización de los campamentos mineros, ordenó la persecución, destierro, apresamiento, despidos selectivos de dirigentes, y proscribió los sindicatos; a estas medidas se denominaron el “Sistema de Mayo”. En respuesta, el movimiento minero organizó el “pacto minero-universitario-estudiantil”, para resistir la dictadura y sus medidas privatizadoras. Los grandes dirigentes mineros de esa época —en su mayoría— eran militantes del Partido Comunista de Bolivia (PCB).
El 3 de noviembre de 1966, llegó a Bolivia Ernesto Che Guevara, para iniciar la Guerrilla de Ñancahuazú, que finalizó con su muerte —y la de la mayor parte de sus integrantes—, el grupo guerrillero que organizó tomó el nombre de Ejército de Liberación Nacional (ELN), que participó activamente en esta guerrilla y la de Teoponte (1970).
La noche del 23 de junio de 1967, mientras los mineros —después de festejar la noche de San Juan, alrededor de fogatas, con música y baile, de beber ponches y comer— se retiraban a dormir; ahí llegó el Ejército a acribillarlos; los que no murieron, fueron tomados presos y torturados; entre los presos estaba Domiltila Chungara, que se encontraba embarazada y perdió al bebé que llevaba dentro.
Barrientos también quiso impedir la realización de un Ampliado Minero, donde estaba anunciado se determinaría apoyar a la Guerrilla de Ñancahuazú —dirigida por el Che Guevara—, con un monto pecuniario que pensaban aportar, y con la incorporación de mineros a esta guerrilla. Con esta masacre se impidió el apoyo a la Guerrilla de Ñancahuazú. El Che Guevara murió asesinado durante el gobierno de René Barrientos el 9 de octubre de 1967.
La MASACRE DE SAN JUAN fue en contra de la Vanguardia Revolucionaria que significaban los mineros aglutinados en la gloriosa Federación Sindical de Mineros de Bolivia (FSTMB), hubo más de 30 muertos, el doble de heridos y presos. Entre algunos muertos, podemos recordar a Rosendo García, Ponciano Mamani, Nicanor Tórrez, Bernardino Condori y muchos más.