Con su rica historia y diversidad cultural, México ha experimentado diversos desafíos y transformaciones a lo largo de los años. El gobierno de Andrés Manuel López Obrador (AMLO), que comenzó en 2018, ha sido objeto de intensos debates y análisis tanto a nivel nacional como internacional.
Una de las piedras angulares de este gobierno ha sido su compromiso con la reducción de las desigualdades sociales a partir de enfrentar las causas estructurales de las mismas. A través de programas como Jóvenes Construyendo el Futuro y Sembrando Vida se ha empoderado a comunidades marginadas y brindado oportunidades a sectores desfavorecidos. Estas iniciativas han contribuido a mejorar las condiciones de vida de millones de mexicanos, disminuyendo las brechas económicas y sociales.
Uno de los grandes desafíos fue haber impulsado una administración transparente y libre de corrupción. La implementación de medidas como la reducción de salarios de altos funcionarios, la cancelación de proyectos gubernamentales relacionados con la corrupción y una política de austeridad han sido pasos significativos hacia este objetivo.
México ha mantenido estabilidad macroeconómica en términos de inflación y tasas de interés. Este país ocupó el tercer lugar a nivel mundial en crecimiento económico –por primera vez en 129 años–, la bolsa mexicana cerró arriba de 57 mil puntos, con un peso fuerte y apreciado frente al dólar, en tanto que la economía mexicana proyecta un crecimiento importante para este 2024.
Los aumentos al salario mínimo han sido una política consistente: en 2023 México se ubicó en el primer lugar mundial en cuanto a la variación real del salario mínimo. Las mejoras de las condiciones de vida son evidentes y una muestra es el incremento de la pensión para adultos mayores a seis mil pesos garantizados como un derecho universal.
Las grandes obras de infraestructura como el tren Maya, el tren Interoceánico, los aeropuertos internacionales Felipe Ángeles en el estado de México y el de Tulum en Quintana Roo no solo han generado empleo y dinamización económica, sino que buscan consolidar la competitividad sistémica de este país hoy ejemplo en la Región. México ha implementado diversas reformas estructurales destinadas a impulsar la competitividad y la eficiencia en sectores clave como el energético, educativo y financiero.
A nivel internacional, ha mantenido una postura de respeto y colaboración con otros países latinoamericanos. La diplomacia mexicana se ha caracterizado por buscar soluciones pacíficas a los conflictos regionales y promover la cooperación en áreas como el comercio y la seguridad. Este enfoque ha fortalecido las relaciones bilaterales y ha contribuido a la estabilidad en el continente.
El gobierno de AMLO puede ser considerado como uno de los mejores de América Latina y el Caribe debido a sus esfuerzos en la reducción de desigualdades, la lucha contra la corrupción, una diplomacia que respeta los Derechos Humanos y busca la colaboración regional. Aunque existen críticas y desafíos pendientes, los logros evidentes respaldan la idea de que México está experimentando un cambio positivo.