Contexto nacional
La Guerra del Chaco (1932-1935), a la que confluyeron bolivianos de todas las regiones del país, tanto del área urbana como rural, sirvió para que se reconocieran todos como compatriotas. Políticamente fue el inicio de muchos cambios que sucedieron a lo largo del siglo XX.
El sistema de partidos políticos que existía en nuestro país, basado en el bipartidismo, desapareció; fruto del impacto de la Revolución Rusa (1917), surgieron los partidos políticos de izquierda: el Partido Obrero Revolucionario (1935) y el Partido de la Izquierda Revolucionaria (1940); el PIR fue el partido más importante de ese tiempo, planteó la reforma agraria, un error político adelantó su desaparición; el Partido Comunista de Bolivia (1950) nació como una escisión del PIR. En otra vertiente nacieron la Falange Socialista Boliviana (1937) de ideología derechista y el Movimiento Nacionalista Revolucionario (1942) de tendencia nacionalista.
La Revolución del 52 se equiparó a la Revolución Mexicana (1910-1917) y antecedió a la Revolución Cubana (1953). Los orígenes para este suceso tan importante en la historia de nuestro país se remontan a la Guerra del Chaco, en la que el encuentro de urbanos con campesinos que aún vivían como esclavos —en una República que tenía 107 años— ocasionó un profundo cuestionamiento del modelo político y social vigente en esa época.
Golpe de estado
El MNR estuvo en el poder 12 años (1952-1964): Víctor Paz Estenssoro y Hernán Siles Zuazo (1952-1956), Hernán Siles y Ñuflo Chávez (1956-1960), Víctor Paz y Juan Lechín Oquendo (1960-1964), aspiraba a concluir un cuarto mandato (1964-1968) con Víctor Paz y René Barrientos Ortuño, cuando este último lo derrocó mediante golpe de Estado militar el 4 de noviembre de 1964.
Los cambios producidos por la Revolución Nacional (1952) preocuparon al imperio estadounidense, que hizo muchos esfuerzos para frenar el proceso revolucionario que se estaba generando; agudizado su temor por el triunfo de la Revolución Cubana, les pareció más confiable tener un militar en el gobierno, buscando sofocar el avance de la Revolución del 52, de ahí surge su apoyo a Barrientos para consolidar su golpe de Estado, en el contexto político señalado.
Barrientos, para convertir su gobierno dictatorial en democrático, convocó a elecciones que se realizaron el 3 de julio de 1966. Fue presidente constitucional desde el 6 de agosto de 1966 hasta el 27 de abril de 1969, cuando murió en un accidente aéreo.
Durante su gobierno constitucional (1967) sucedió la Guerrilla de Ñancahuazú, comandada por Ernesto Che Guevara. Con ayuda de la CIA aprehendieron al Che y lo asesinaron (9 de octubre de 1967).
Natural de Cochabamba, hablaba quechua, esto le ayudó a tener como sello de su gobierno el “pacto militar-campesino”, que le permitió contar con respaldo de los campesinos a su gobierno.
En 1967 promulgó una nueva Constitución Política del Estado, vigente —por 42 años— hasta 2009, cuando fue cambiada mediante Asamblea Constituyente, durante el gobierno de Evo Morales.
Masacre de San Juan
Barrientos, en su gobierno de facto (1965), declaró a los centros mineros “Zonas Militares”, con el fin de aplicar el “Plan Triangular”, que consistía en reducir la influencia de la Corporación Minera de Bolivia (Comibol), iniciando el proceso de privatización de la minería. Para conseguir su objetivo, militarizó los campamentos mineros, proscribió los sindicatos; en repuesta, el movimiento minero organizó el “pacto minero-universitario-estudiantil”, para resistir a la dictadura y a sus medidas privatizadoras. Es en este contexto que sucede la Masacre de San Juan (24 de junio de 1967); fue un asalto militar perpetrado a los campamentos de Siglo XX, ubicados en la localidad de Catavi, municipio de Llallagua, provincia Rafael Bustillos, departamento de Potosí.
Se registraron 20 muertos e innumerables heridos.
Claudia Miranda Díaz es economista.