Preámbulo del periodo dictatorial (1971-1982)
El 1 de mayo de 1971, en instalaciones del Palacio Legislativo, funcionó la Asamblea Popular, contó con 221 delegados: 132 proletarios, 24 campesinos, 55 de clase media y 13 de partidos políticos revolucionarios. La Asamblea Popular, también denominada “Parlamento obrero”, desarrolló 10 sesiones, la última fue el 2 de julio de 1971 (gobierno del Gral. Juan José Torres, 1970-1971).
Inicio de un largo periodo dictatorial
La asonada fascista, que nació en Santa Cruz el 19 de agosto de 1971, triunfó en su intento golpista el 21 de agosto de ese año, imponiéndose la dictadura banzerista —la más larga de nuestra historia— (1971-1978).
Desde el 21 de agosto, el régimen banzerista fue valerosamente resistido y enfrentado por el pueblo boliviano, representado por la vanguardia obrera, los campesinos, universitarios, clases medias, acompañados de los partidos políticos de izquierda de entonces: Partido Obrero Revolucionario (POR), Partido Comunista de Bolivia (PCB), Partido Comunista Marxista Leninista (PCML), Ejército de Liberación Nacional (ELN), Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR). Como resultado de esta permanente lucha, se consiguió iniciar el proceso electoral que conllevó a la caída del dictador Banzer.
El 9 de julio de 1978 se realizaron elecciones. Banzer, al verse imposibilitado de candidatear —ante la opinión pública negativa a su postulación—, auspició la candidatura del militar Juan Pereda Asbún. Estos comicios fueron anulados, al comprobarse un gigantesco fraude electoral que favorecía a Pereda Asbún, quien con la sigla UNP “obtuvo” el 50,90%. Dos días después de la anulación de las elecciones (el 21 de julio de 1978), Juan Pereda protagonizó un nuevo golpe de Estado, esta vez contra Banzer —se dice que entre acuerdo de ambos—. Pereda fue derrocado por el general David Padilla Arancibia el 24 de noviembre de 1978.
El Gral. Padilla convocó a nuevos comicios, que se llevaron a cabo el 1 de julio de 1979. Al no existir un ganador con amplia mayoría, le correspondió al Congreso Nacional realizar la elección; como no llegaron a un consenso, optaron por nombrar mandatario interino al presidente del Senado, Walter Guevara Arze, quien asumió el cargo el 8 de agosto de 1979; fue derrocado por Alberto Natusch Busch el 1 de noviembre de 1979.
Masacre de Todos Santos
Durante la celebración de Todos Santos —costumbre arraigada en nuestro país— (y mientras se realizaba en la ciudad de La Paz una Asamblea General de la OEA, que apoyó de forma unánime nuestras aspiraciones de reivindicación marítima), sucedió el cruento golpe de Estado encabezado por Alberto Natusch Busch. Entre el 1 y 2 de noviembre perdieron la vida 100 civiles, 40 desaparecidos, 500 heridos, según informe de la Fundación Boliviana contra la Impunidad. A este doloroso momento de nuestra historia se denomina Masacre de Todos Santos. Natusch gobernó con medidas extremas propias de una dictadura: estado de sitio, toque de queda y ley marcial; fue obligado a renunciar ante la valiente resistencia popular que no cesó durante los 15 días de su mandato.
El 16 de noviembre de 1979 asumió la presidencia Lidia Gueiler Tejada —por sucesión constitucional—, en su calidad de presidenta de la Cámara de Diputados.
Epílogo
El Congreso Nacional sesionó durante el gobierno de Natusch, por acuerdo de legisladores del MNR y otros partidos políticos afines a los golpistas.
Durante el golpe de Estado de 2019, los denominados “pititas” emularon esta parte de nuestra historia, a la inversa; catalogaron al presidente constitucional Evo Morales como “dictador” y alentaron sus movilizaciones “por 15 días”, para “recuperar la democracia” (supuestamente arrebatada), sosteniendo posteriormente que al funcionar la Asamblea Legislativa el gobierno de Jeanine Añez era constitucional.
Claudia Miranda Díaz es economista.