La realidad muestra que los políticos de la derecha fascista, con la soberbia y cinismo que les caracteriza, vienen ofendiendo y despreciando al pueblo boliviano, desde las elecciones generales de 2019, gritando: Fraude electoral, persecución política, secuestro, los collas deben irse de Santa Cruz (bestias humanas indignas de ser llamadas ciudadanos).
La wiphala no nos representa, y otras expresiones cargadas de odio hacia los aymaras, quechuas y tupi guaraníes —entendiendo que odio es “Antipatía y aversión hacia algo o hacia alguien cuyo mal se desea”, conforme a la RAE—; además decidieron separarse de Bolivia —separatismo— diciendo: Hay que revisar la futura relación política de Santa Cruz con el Estado boliviano, nuestra libertad no se la debemos ni a Bolívar ni a Sucre. Santa Cruz ya era territorio libre en 1825 cuando proclamó su independencia el 14 de febrero de ese año, queremos que nos dejen ser y nos dejen hacer, el Estado Plurinacional fracasó, hay que volver a la República, entre otras decisiones antipatrióticas.
Si tales políticos hubieran leído los Arts. 1 y 108. 1. de la CPE que dicen que Bolivia es un ESTADO UNITARIO, y los bolivianos debemos cumplir y hacer cumplir la Constitución y las leyes, además leído EL BIEN COMÚN, explicado por Aristóteles, Platón, Hegel, Sócrates —y otros pensadores—, no hubieran gritado ni decidido semejantes afrentas.
1. Ese desprecio y odio parece ser la razón de la mayoritaria y efectiva participación de mujeres voluntarias censistas en el Censo Nacional de Población y Vivienda realizado el pasado 23 de marzo, donde demostraron al mundo entero su civismo, patriotismo y preocupación por el futuro de su Estado Plurinacional de Bolivia; mientras dichos políticos observaron el uso del lápiz —y otros absurdos— en el referido Censo.
2. Esa participación patriótica de las mujeres permite ver que ellas están preocupadas por las mentiras, los actos desestabilizadores y separatistas de los políticos fascistas de la oposición, por ende del futuro de la Patria; consiguientemente, se puede decir que nació el poder político de las mujeres aymaras y una de ellas debe ser postulada a la presidencia del Estado Plurinacional de Bolivia mediante las elecciones generales de 2025, no hay otra alternativa. Para darse cuenta de ello no es necesario ser inteligente ni perspicaz, sino realista y saber que los africanos ya se rebelaron ante sus opresores, inspirados en la rebelión de los Collas.
3. Ni qué decir, si las mujeres ya son protagonistas de la vida política mediante la Confederación Nacional de Mujeres Campesinas Indígenas Originarias de Bolivia - Bartolina Sisa (CNMCIOB) —fundadora del MAS-IPSP—, cuya heroína aymara luchó contra la opresión de los invasores españoles junto a su esposo, Julián Apaza (Túpac Katari); consiguientemente no pueden seguir sirviendo de escalera política.
4. Añadiendo a ello, que LOS COLLAS y LAS COLLAS DE SANTA CRUZ son más o menos el 85% de los electores; parece estar asegurado que el poder del voto en las próximas elecciones generales no lo obtendrán los mentados políticos, sino la candidata aymara, ni qué decir si los golpistas están más divididos que nunca y fracasaran con todos sus candidatos en las elecciones de 2025, aunque se pongan ponchos, lluchus y polleras para engañar al pueblo.
5. Es más, el Proceso de Cambio iniciado en 2006 debe continuar con la unidad y el apoyo de las organizaciones sociales que conforman el PACTO DE UNIDAD, la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB), la Confederación Nacional de Mujeres Campesinas Indígenas Originarias de Bolivia - Bartolina Sisa (CNMCIOB), y la Confederación Sindical de Comunidades Interculturales de Bolivia (CSCIB), junto al MAS-IPSP, el instrumento político más grande de Bolivia.
6. La mayoría del pueblo boliviano no quiere volver a la República —pero quieren dichos políticos— porque en el Estado Plurinacional están reconocidas todas la naciones y pueblos indígena originario campesinos, las comunidades interculturales y afrobolivianas, conforme prevé el Art. 3 de la CPE —y podría reconocerse a la “nación camba” si lo pidieran los que dicen ser “cambas”.
7. Ni qué decir si la mujer es la fuente de la vida, y en Bolivia constituyen la mayoría del pueblo boliviano; solo hace falta el respaldo de todas las organizaciones sociales y del pueblo en general; sería la mejor manera de festejar el Bicentenario de la independencia de nuestra Patria.
8. Además las mujeres aymaras ya saben que los políticos de la derecha fascista son enemigos de la Patria y quieren dar un golpe de Estado para saquear las arcas del Estado, como lo hicieron durante el gobierno de facto de Jeanine Añez, porque solo les interesa sus intereses personales y de grupo.
9. Al respecto conviene leer El Príncipe y el Tratado de Doctrina política, de Nicolás Maquiavelo, LA REBELIÓN DE LAS MASAS, de José Ortega Y Gasset. Ni qué decir si en la política todo cambia.
10. Concluyendo, se vislumbra que una mujer aymara obtenga el poder en las elecciones generales de 2025, para ello hay muchas mujeres aymaras profesionales en distintas disciplinas del saber humano, no comprometidas con los golpistas, capaces de gobernar Bolivia con diputados, senadores, ministros, viceministros de su raza, cumpliendo el presagio de TÚPAC KATARI, quien dijo: “A mí solo me matarán, pero mañana volveré y seré millones”; gracias a esa rebeldía los collas seguimos existiendo, de lo contrario los curas ya nos habrían quemado en las hogueras.