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Armando Aquino Huerta

Opositores gritan para ser derrotados en las elecciones

Las elecciones generales de 2025 ya han hecho relucir el miedo que tienen los políticos opositores de la derecha fascista; por ello lanzaron sus gritos: ¡Hay que unirse para derrotar al MAS-IPSP!, ¡Hay que reducir el gasto público porque el Estado es mal administrador!, ¡Hay que privatizar todo!, ¡Hay que pedir ayuda al Fondo Monetario Internacional!, ¡Hay que recuperar la democracia!, ¡Hay que hacer desaparecer el Tribunal Constitucional!, ¡Libertad para los presos políticos! y otros para manipular al pueblo y tener el poder que ansían.

Para eso han decidido unirse mintiendo que son de izquierda y/o liberales, sin tener un programa ni plan de gobierno —como sea—, pese a la enemistad entre ellos probada con hechos reales, pero que no les interesa; porque lo que les interesa es manipular al pueblo para obtener el poder incluso con ayuda internacional, y luego saquear la patria, como lo hicieron durante el gobierno de facto de Jeanine Añez, y en 1985 con el D.S. 21060.

Esos gritos, que no tienen nada de patriotismo ni de democracia, saturados de soberbia e ignorancia política, muestran que tienen ambición de poder y de dinero, porque los ricos quieren ser más ricos empobreciendo al pueblo; por eso no están de acuerdo con la industrialización. Y, para saciar sus apetitos personales, podrían privatizar el agua, la educación y el aire que respiramos. Bolivia no necesita políticos opositores de esa clase, que no quieren a la patria.

A los referidos políticos pareciera que alguien les hace creer que solo gritando se puede ganar las elecciones generales, para hacerse ver como defensores de la democracia, dueños de la verdad y ser temidos; por eso lanzan esos gritos, que prueban su calidad y talante, ignorando que el pueblo boliviano compuesto por aymaras, quechas, tupiguaraníes, gremiales, transportistas, campesinos, mineros, petroleros, interculturales, indígenas, originarios, ‘Bartolinas’, universitarios, clase media, profesionales, y demás organizaciones sociales ya no les creen sus mentiras y promesas repetidas desde la Colonia hasta el presente; pueblo que ha demostrado tener inteligencia y resiliencia para vencer las adversidades, inspirados en TÚPAC KATARI que al ser descuartizado por la derecha fascista dijo: ¡Volveré y seré millones!, y en el PACHAKUTI que está en el Ajayu de todos los descendientes del Collasuyo. En consecuencia, solo falta que los poetas dediquen un réquiem a esos políticos que no se dan cuenta de que su antipatriotismo es causante de que el 99% del pueblo boliviano reproche sus planes y malas intenciones. En ese sentido conviene leer el libro Lazarillo de Tormes.

Además, lo hecho y gritado por tales políticos, así como las “crisis” —económica, de carburantes y artículos de la canasta familiar— causadas por ellos, cabe dentro del ANARQUISMO, que es “la doctrina que propugna la desaparición del Estado y de todo poder”; por ello seguirán siendo rechazados por la mayoría de los bolivianos, que saben que la economía del Estado Plurinacional de Bolivia tiene la tasa de inflación más baja de Latinoamérica gracias a su Modelo Económico Social Comunitario Productivo (MESCP), que redujo la pobreza y es beneficioso para los bolivianos, porque el dólar se mantiene en Bs 7, desde que el MAS-IPSP es gobierno derrotando a los políticos de la derecha fascista y neoliberal.

Si a ello añadimos que Santa Cruz de la Sierra ya no tiene patrón ni líder —porque está sentenciado—, y el 85% de su población está compuesta por collas aymaras, quechuas y tupiguaraníes que acullican y/o bolean la hoja de coca para trabajar por el progreso de ese departamento, como lo reconoció tácitamente Zvonko Matkovic, expresidente de la Asamblea Departamental, diciendo “Ya la gobernación ha sido tomada, ya ese cáncer se nos entró y ya hizo metástasis”, comprobando que su agrupación política CREEMOS no tenía —ni tiene— ninguna comisión en dicha Asamblea, y admitiendo que Santa Cruz ya es masista, por la respuesta contundente a las frases discriminatorias “Santa Cruz jamás de los jamases va a ser masista” y “Los collas deben irse de Santa Cruz”. A tales políticos no hace falta que les ganen las elecciones, ellos mismos se derrotaron. 

La derecha fascista, golpista, antisocialista y antidemocrática si quiere ganar en las elecciones generales de 2025, tendría que prohibir leer los libros de Fausto Reynaga, o amenazarlos de muerte a todos los que leen y piensan distinto a ellos; ni así ganarían; quizás dando un golpe de Estado como el de 2019, pero el pueblo patriótico boliviano lo impediría. En política hay que dejarlos a los derrotados que sigan fracasando, para que provoquen desprecio y carcajadas.

En consecuencia, los políticos de la derecha fascista boliviana al parecer ya saben que serán derrotados en las elecciones generales de 2025; por eso ya están diciendo que habrá fraude en dichas elecciones —única razón para hablar de fraude desde ahora—; lo cual hace ver que tienen planeado dar un golpe de Estado. Veremos qué pasa.

Por: Armando Aquino Huerta/


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