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Claudia Miranda Díaz

Participación femenina en tiempos de la revolución de 1952

La participación de las mujeres en la vida política del planeta y también en nuestro país ha sido invisiblizada y subvalorada, es la historia contada por los hombres reproducida en la educación formal e informal; así como la historia de la humanidad es relatada por los vencedores, lo mismo sucede con la intervención de las mujeres en todo proceso histórico.

La Revolución del 52 se equiparó a la Revolución Mexicana (1910-1917) y antecedió a la Revolución Cubana (1953-1959). Los orígenes para este suceso tan importante en la historia de nuestro país se remontan a la Guerra del Chaco, donde el encuentro de urbanos con campesinos que aún vivían como pongos —en una República que tenía 107 años— ocasionó un profundo cuestionamiento del modelo político y social vigente en esa época. 

A las mujeres desde la convención feminista de 1929, y su emergente participación en el ámbito público, durante la Guerra del Chaco (1932-1935), volvemos a verlas presentes con su notable presencia en la Revolución del 52.

Previo a 1952

Las principales reivindicaciones de género por las que lucharon las mujeres feministas datan de 1882, sus primordiales motivaciones fueron alcanzar algunos derechos, como recibir herencia (1882), el derecho al voto (1920 a 1956); al divorcio (1926 a 1932), a contar con cédula de identidad (1952 a 1955).

Respecto a su lucha por alcanzar la ciudadanía, luego de largas batallas que vienen desde 1920, las feministas consiguen que se inserte el derecho al voto de las mujeres en la Constitución Política aprobada el 24 de noviembre de 1945 —durante el gobierno de Gualberto Villarroel (1943-1946)—; aunque la petición fue “para todas las mujeres”, solo se aprobó el “voto calificado de mujeres”, es decir, para las mujeres que sabían leer y escribir. En las elecciones municipales de 1947 “votaron a prueba”. En 1949, para las elecciones presidenciales y parlamentarias, las mujeres “calificadas” votaron por primera vez. Recién en las elecciones de 1956 se hizo efectivo el voto de “todas las mujeres”, cuando se decretó el “voto universal”, que incluía el derecho al voto de los campesinos.

El Ateneo Femenino vanguardista de estas luchas, se extinguió lentamente, después de la Revolución del 52, que trajo consigo la creación de una clase media impulsora de otro movimiento feminista a partir de los años 70 y 80.

Incursión de las mujeres en la política partidaria

En homenaje a María Barzola, durante el gobierno del MNR, se conformó el Comando Femenino ‘Las Barzolas’, por primera vez las mujeres incursionaron colectivamente en política partidista; existen fotos clásicas de mujeres marchando con paso de parada, en el frontis del Palacio de Gobierno, con fusil al hombro —tiempos de la revolución del 52—. 

El nombre que asumieron en honor a María Barzola fue reivindicando a una mujer palliri —palliri es la mujer que busca restos de mineral, fuera de los socavones de las minas— (era una tradición minera, la prohibición del ingreso de mujeres a los socavones, porque decían que el mineral se perdía, de ahí surgen las palliris).

María Barzola pertenecía al Sindicato de Catavi —centro minero en la ciudad de Potosí—, se la recuerda marchando a la cabeza de 8.000 mineros, envuelta en una bandera boliviana, enfrentando al Ejército boliviano, fue asesinada durante el gobierno de Enrique Peñaranda, en 1942, cuando los mineros se opusieron a la venta de nuestro estaño a Estados Unidos —a precios ínfimos—, como parte de nuestro aporte a la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), estaño que después sería utilizado por este país para desestabilizar nuestra economía durante el gobierno de la UDP (1982-1985).

Las Barzolas fueron duramente criticadas por la sociedad de entonces, por su carácter aguerrido y valeroso —propios de un varón, no de una dama—.

La Revolución del 52 significó para las mujeres la eliminación de la esclavitud, y su derecho a acceder a la educación y al voto, denotando un cambio favorable en el futuro.

La incursión de las mujeres en los partidos políticos del siglo XX reflejó nítidamente el traspaso de “su condición de mujer”, del hogar, al partido.

*Es economista-investigadora.


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