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Armando Aquino Huerta

¿Persecución política o persecución de la ley?

Los políticos denunciados legalmente conforme a los Arts. 284, 285 y 286 de la Ley 1970 Código de Procedimiento Penal, ante el Ministerio Público o la Policía Nacional, por haber cometido algún delito, luego de ser citados por el Fiscal asignado al caso, recurrentemente gritan reiteradas veces por todos los medios de comunicación ¡PERSECUCIÓN POLÍTICA!

Con la finalidad de que la denuncia no se investigue y sea rechazada, haciendo creer que la denuncia es falsa, que los delitos denunciados no se cometieron y consiguientemente no hay autores intelectuales, materiales, cómplices ni encubridores —cinismo puro—, y así evitar ser aprehendidos, imputados, detenidos preventivamente, enjuiciados y sancionados mediante sentencia condenatoria con el “debido proceso”, para finalmente quedar impunes, creyéndose todopoderosos y hacerse ver como líderes y hombres de bien, llegando al extremo de decir: “Hay que bloquear el país para que se vaya Arce y se vaya el MAS-IPSP y que se retiren o anulen las denuncias o procesos judiciales contra el líder”.

Astuta estrategia política, pero, porque los delitos legalmente denunciados tienen autores intelectuales, materiales, cómplices, encubridores, fechas, lugares y víctimas, aunque publiciten cínicamente que son víctimas de PERSECUCIÓN POLÍTICA, mediante los guerreros digitales y todos los medios de comunicación a su alcance, pretendiendo hacer creer que las denuncias legales en su contra no solo son falsas sino por venganza política, fracasa tal estrategia, porque no demuestran legalmente qué personas les persiguen ilegalmente, por qué lugares, calles, avenidas, a qué horas del día o de la noche, ni por qué domicilios, hoteles, restaurantes o sitios privados, por lo mismo no presentaron ninguna querella ni denuncia legal por “persecución política” contra nadie ante ninguna autoridad boliviana u organismo internacional; tan es así, que ningún boliviano o boliviana esta  está denunciado, investigado y procesado por “persecución política”.

Todos los delitos cometidos tienen autores conforme prevén los Arts. 20, 22 y 23 del Código Penal, no hay ni puede haber delitos cometidos sin autores; cuyos autores ya debían ser aprehendidos, por imperio de los Arts. 226, 227. 1), 228, 229, 230 y 231bis de la Ley 1970, pero inexplicablemente siguen libres cometiendo más delitos, aprovechando de estar libres impunemente, conforme informan y publican los medios de comunicación.

Analizando esa conducta y viendo los hechos delictivos denunciados y publicados por los canales televisivos y los medios de comunicación escritos, así como los difundidos por las redes sociales, se concluye —sin lugar a dudas— que tales denuncias no son falsas, porque tienen suficientes elementos de convicción, indicios y hasta pruebas de haberse cometido los delitos denunciados, porque la conducta de los denunciados se adecua perfectamente al tipo penal descrito en el o los delitos denunciados, así como a la definición de autor prevista en el Art. 20 del Código Penal; en consecuencia, los denunciados ya debían estar detenidos preventivamente en alguna cárcel del país, aplicando los Arts. 231 bis, 233 y 236 la Ley 1970, por ser con probabilidad autores, y porque por sus propias declaraciones los señalan como tales; además, cualquier juez —inclusive familiar de ellos— tarde o temprano dictará sentencia condenatoria aplicando los Arts. 329, 334, 340, 344, 356, 358 y 361 de la citada ley, con la imparcialidad respectiva, porque dichas disposiciones legales que son de orden público y cumplimiento obligatorio, aplicadas correctamente, mandan a la cárcel a los que gritan cínicamente ¡Persecución política!

Concluyendo, la mentira de la “persecución política” es mentira cínica elevada a la décima potencia que solo busca la impunidad, por ello es rechazada por el 99% de los bolivianos y las bolivianas, y hace años ya fue desestimada por el relator especial para la Independencia de Jueces y Abogados de las NNUU, Diego García-Sayán, ante quien la ex gobernante de facto y los golpistas que se reunieron con él dejaron de gritar esa mentira.

Para que el pueblo no sea engañado nunca más, cabe precisar, que NO HAY PERSECUCIÓN POLÍTICA en Bolivia, por lo mismo no está prevista en ninguna parte de la Constitución Política del Estado ni en ninguna ley, ni siquiera en la Biblia; lo que hay es PERSECUCIÓN DE LA LEY y de la justicia, porque hay muchas víctimas; consiguientemente los responsables de los delitos legalmente denunciados tienen que responder por los delitos que cometieron. Al respecto conviene leer “LOS DELINCUENTES EN EL ARTE” de Enrico Ferri, y la Biblia en Romanos 2.12, que dice: “Porque todos los que sin ley han pecado, sin ley también perecerán; y todos los que bajo la ley han pecado, por la ley serán juzgados”.

La Paz/AEP


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