La vida política actual que discurre nuestro Estado Plurinacional de Bolivia, con amenazas llenas de soberbia, bloqueos, paros y marchas protestantes injustificadas hace ver que la democracia, la seguridad interna y externa de nuestro Estado están en peligro, porque no se respetan las leyes ni a las autoridades legítimamente elegidas, no obstante a que el Art. 108 de la Constitución Política del Estado (CPE) dispone: “Son deberes de las bolivianas y los bolivianos: 1.
Conocer, cumplir y hacer cumplir la Constitución y las leyes”; es decir, nos encontramos conviviendo con políticos opositores anarquistas que hablan en nombre de la democracia explayándose en convocar casi todos los días a más bloqueos, paros y marchas —propios de los delitos de rebelión y sedición— para dar un “GOLPE BLANDO” al gobierno constitucional y legítimo de Luis Arce Catacora elegido con el 55,11% del electorado.
Tal conducta de dichos políticos conocidos por sus fracasos obedece a sus intereses —caprichos— personales y de grupo, propugnando el FEDERALISMO de Santa Cruz, cometiendo al mismo tiempo el delito de SEPARATISMO, tipificado en el Art. 129 bis del Código Penal, que dice: “El que en forma individual u organizada resolviere inconstitucionalmente, agrediere, atacare, violentare o asaltare teniendo la finalidad de dividir, disgregar o separar la unidad del Estado, será sancionado con privación de libertad de treinta (30) años sin derecho a indulto. Igual pena se aplicará al que colaborare, organizare, financiare, controlare, determinare, facilitare, o cooperare en tal acto separatista”.
A dichos políticos se puede advertir que alguien les dijo que la economía politizada sirve para imponer la anarquía, manipular al pueblo y dar un golpe de Estado, por eso dicen cínicamente por todos los medios de comunicación a su alcance que Bolivia está en crisis económica, sabiendo bien que el 2005, antes del gobierno del MAS-IPSP, la deuda externa era del 52%, y aplicando el Modelo Económico Social Comunitario del MAS-IPSP el 2007 bajó al 28% respecto el PIB, en 2015 bajó al 14,5%, en 2019 era 27,4 % (durante el golpe de Estado de 2019 y gobierno de facto de Jeanine Añez subió a 33%), y actualmente es de 26,9%; ese éxito del modelo económico aplicado por el gobierno constitucional y legítimo de Luis Arce Catacora es reconocido por todos los países del mundo, solo los políticos y politiqueros de la oposición no lo reconocen.
Es más, los bloqueos, paros y marchas propiciadas por tales políticos, gritando crisis inexistentes con mentiras cínicas elucubradas estratégicamente como para convencer a un burro de que no es burro sino un tigre, aparte de ser actos antidemocráticos, constituyen delitos de “Instigación publica a delinquir”, Art. 130 del Código Penal (CP), “Atentado contra la seguridad de los transportes” Art. 213 CP; “Atentado contra la seguridad de los servicios públicos”, Art. 214 CP; “Atentados contra la libertad de enseñanza”, Art. 297 CP; “Sabotaje”, Art. 232. I. CP; “Discriminación”, Art. 281 sexies CP, y “Atentados contra la libertad de trabajo”, Art. 303 CP; sin embargo, son la noticia de la actualidad porque alguien les hace repetir libretos prefabricados propios de los anarquistas; lo cual hace parecer que el deseo de tener el PODER político para gobernar es más fuerte que la adicción a las drogas, por lo que sería bueno realizar estudios científicos para saber la relación existente entre la adicción a las drogas y el poder político, porque no deja ser interesante, sabiendo que la lucha contra las drogas en el mundo entero no ha tenido el éxito que se esperaba.
Todo lo hecho y dicho por dichos políticos cabe perfectamente dentro de la definición de ANARQUÍA, convirtiéndose ellos en practicantes de ella, porque permanentemente provocan desconcierto, caos y convulsiones sociales con mentiras y caprichos personales, conforme informan los medios de comunicación nacionales e internacionales; es decir, tienen como consigna política el ANARQUISMO, que es “la doctrina que propugna la desaparición del Estado y de todo poder”, conforme lo definen todos los diccionarios; consiguientemente tales políticos son dignos de temer, porque no cabe duda de que tienen la finalidad de dar un golpe de Estado al parecer para que Bolivia deje de ser Estado Plurinacional y vuelva a ser colonia para ser gobernada por el imperio y no por aymaras ni quechuas; así se ve, sabiendo que para los anarquistas la mejor manera de triunfar es dar golpes de Estado.
Concluyendo, se puede decir que tales anarquistas son incurables, situación que obliga a compadecerse de ellos, porque no respetan las leyes ni a las autoridades legalmente elegidas, y porque a los autores intelectuales y materiales de la comisión de delitos corresponde aplicarles las leyes y mandarlos a la cárcel legalmente con el “debido proceso”.