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Sdenka Saavedra Alfaro

Puñaladas a la integración latinoamericana

Consolidar un territorio libre y digno como paradigma para la sociedad internacional y el mundo, es sin lugar a dudas el principal objetivo que se persigue para la liberación de nuestros pueblos de América Latina ante todo tipo de injerencias imperialistas y sionistas; ya que sus recursos, sus tesoros, su soberanía, su autodeterminación si son bien protegidos serán los garantes de la paz y sobrevivencia del planeta, porque no se debe olvidar que las mayores reservas energéticas —petróleo, gas, agua, litio, etc…— se encuentran en la Patria Grande.

Es en ese contexto que la cumbre sudamericana que se desarrolló el 30 de mayo de 2023 en Brasilia, cuyo anfitrión fue Luiz Inácio Lula da Silva, cristalizó la noción de integración, de hermandad, después de años de separación en los que la ultraderecha fascista de Iván Duque, Mauricio Macri y Jair Bolsonaro se ocupó de dividir al continente.

El hecho de que se reunieran los presidentes de 12 países sudamericanos, incluida Bolivia, después de casi una década de suspensión o debilitamiento de la Unasur, es un suceso trascendental para la región, de acuerdo con muchos analistas, con la presencia de Venezuela; pues la única salida para poder derrotar a toda injerencia imperialista, al neoliberalismo, al fascismo, al capitalismo y todo plan de la ultraderecha conservadora, para continuar siendo el patio trasero de la Casa Blanca, es sin lugar a dudas revitalizar los procesos de integración contestatarios a la OEA, Naciones Unidas o la Unión Europea rearticulando la Patria Grande, dando paso a estos procesos como la Unasur, la Celac, el ALBA, etc…para poder cohesionar y abrir acciones conjuntas para buscar la independencia y soberanía de los pueblos.

En esa línea, el Brasil de Lula se fortalece ante un G7 que se ve en decadencia, ya que se busca ante todo materializar la integración regional insertando a América Latina como bloque, en las dinámicas globales tendientes a la construcción de un mundo policéntrico multipolar, y precisamente en defensa del multilateralismo los BRICS (Rusia, Brasil, India, China y Sudáfrica), cuyas economías constituyen el 23% del volumen de la economía global y el 18% del comercio internacional, están dando la posibilidad de un orden económico internacional más justo con la desdolarización rompiendo la hegemonía imperial del Fondo Monetario Internacional, del Banco Mundial, etc…

Y precisamente el propósito de incorporación de la República Bolivariana de Venezuela a los BRICS, es un punto de inflexión, ya que no solo consolidaría la integración de Latinoamérica, aportando al multilateralismo global, siendo el país con la mayor reserva de petróleo en el mundo, sino que ayudaría a resolver la crisis que vive el país bajo la presión de EEUU, el que lleva décadas sancionándolo, bloqueándolo; además de ser cómplice junto con Londres de la retención de 32 toneladas de oro que permanecen en el Banco de Inglaterra.

Es en ese sentido que las posturas obsecuentes del derechista de Uruguay, Luis Lacalle Pou, y el seudoizquierdista de Chile, Gabriel Boric, quienes criticaron el regreso de Venezuela a los foros internacionales, devela una actitud sirviente a Washington, sus aliados europeos y sus halcones, quienes con su carácter bélico, soberbio y su política exterior injerencista militarista han destruido naciones, con millones de muertos, hambruna, pestes, refugiados y demás, armando y equipando a soldados serviles, marionetas como a Augusto Pinochet, Sadam Husein y ahora a Volodímir Zelenski.

Hoy más que nunca, ante el nuevo escenario internacional, donde la unipolaridad va quedando atrás y la multipolaridad se abre paso de forma progresiva, es que la Patria Grande debe tener conciencia de sus recursos y la importancia que cobra esta de cara a la humanidad, y que, para no ser patios traseros, ni víctima de sus vejaciones, se deben continuar fortaleciendo estos lazos de integración. Y es que fruto de este encuentro sudamericano el 1 de junio de 2023, la hermandad entre Argentina y Bolivia se traduce en integración binacional eléctrica, con la inauguración del electroducto Juana Azurduy de Padilla, a través del cual Bolivia comenzará la exportación de energía eléctrica hacia la Argentina.

Sin lugar a dudas, la resistencia de nuestros pueblos debe continuar; pues si Latinoamérica se hermana con la franqueza y la convicción en los marcos de la unidad y sobre la base de sus riquezas, será un territorio libre y digno; de no tomar conciencia de ello, seguramente esta parte del continente será nuevamente la colonia de los imperios.


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