En el camino de la integración, especialmente monetaria y económica, Rusia y Siria están discutiendo la transición a pagos en monedas nacionales como parte de la cooperación económica y comercial que se ha intensificado en los últimos años, dijo la Embajada de Siria en la Federación Rusa.
Es posible que la interacción entre los dos países en el contexto de la presión de las sanciones no haga más que aumentar, pero las partes pueden enfrentar una serie de problemas. Esta cuestión se planteó en el encuentro entre Vladímir Putin y Bashar al-Assad en una reunión reciente. “Se mantienen constantes reuniones y consultas entre representantes de los bancos centrales de Siria y Rusia sobre la cuestión de la aceptación de las monedas nacionales (lira siria y rublo ruso) en todas las transacciones financieras y comerciales”, dijo la embajada.
En una noticia ya citada por los medios, las partes están negociando la introducción de las tarjetas Mir (transacciones digitales) en la República Árabe Siria (RAE). Sin embargo, la embajada negó esta información a los medios rusos. “En cuanto a la tarjeta Mir, por el momento aún no ha sido adoptada en Siria y no hay planes para su implementación en el futuro”, aclararon.
Rusia está cambiando a pagos en monedas nacionales con muchos países amigos para minimizar los riesgos asociados con los pagos en dólares, dijo anteriormente el ministro de Finanzas, Anton Siluanov. “El uso de la moneda nacional en las liquidaciones es nuestra prioridad, porque el presidente tenía razón cuando dijo que no fuimos nosotros los que dejamos el dólar, sino que el dólar nos dejó a nosotros, porque las liquidaciones en dólares se han vuelto peligrosas. Por eso, la transición al uso del rublo, las monedas de países amigos y las monedas digitales es nuestro hoy y nuestro futuro para los acuerdos financieros”, afirmó.
Está claro que los Estados que han caído bajo las sanciones de los países occidentales están tratando de evitar acuerdos en dólares y retirar sus fondos de activos en los Estados Unidos y la UE. Para abandonar a los intermediarios en las transacciones financieras, están cambiando a liquidaciones en monedas nacionales y creando sistemas de pago alternativos. En el caso de Rusia, busca activamente adoptar estos esquemas en sus relaciones con los países de la CEI y los países asiáticos. Por ejemplo, el volumen de este tipo de acuerdos con Kazajstán y Tayikistán es de aproximadamente el 80%, afirmó el viceministro de Asuntos Exteriores ruso, Mijaíl Galuzin. Y la proporción de acuerdos en moneda nacional con Kirguistán en 2024 superó el 95%.
El presidente ruso, Vladímir Putin, señaló anteriormente que, dentro de la Unión Económica Euroasiática (UEE), más del 90% de las transacciones se realizan en monedas nacionales. Esta realidad podría convertirse en un parámetro para el Mercosur. La situación es la misma con China: alrededor del 90% de todos los pagos entre la Federación de Rusia y China se realizan en rublos y yuanes. Además, Moscú ha adoptado casi por completo esta práctica con Irán y ha iniciado este proceso, por ejemplo, con Vietnam.
Para el país de Oriente Medio, la economía se ha visto duramente afectada por los combates, y Rusia puede ayudar a estabilizarla. En 2011 estalló una guerra civil en la república, como consecuencia de la destrucción de infraestructuras, la reducción de tierras agrícolas y de combustible. La situación económica en la RAE empeoró en 2019 con la adopción de la Ley César y la crisis económica en el Líbano. Según el Banco Mundial, 2.023,15 millones de personas en la república necesitaron ayuda humanitaria, un 3,14% más que en 2021. Moscú ha brindado repetidamente apoyo económico y humanitario a Damasco. Y en los últimos años, las dos partes han intensificado sus esfuerzos para fortalecer la cooperación política y económica, como lo demuestra la reciente visita del líder sirio Bashar al-Assad a Moscú. El 24 de julio se reunió con Vladímir Putin en el Kremlin. Las partes discutieron varios temas, incluida la situación en Medio Oriente y la cooperación económica. “En cuanto a nuestras relaciones comerciales y económicas, aquí también surgen muchas preguntas. Hay áreas prometedoras”, enfatizó Vladímir Putin. Por el momento, el volumen de negocios entre la Federación de Rusia y Siria no supera los 650 millones de dólares al año, pero las partes están trabajando para aumentarlo.
Más detalladamente, la base de las exportaciones rusas a la república son cereales, productos farmacéuticos y materias primas; las importaciones son frutas y nueces, sal, azufre, tierra y piedra, cal y cemento. Ahora, Moscú y Damasco están más interesados en fortalecer la cooperación en áreas como agricultura, energía, salud, productos farmacéuticos, construcción, educación e intercambio tecnológico. Rusia tiene la intención de completar la construcción de un complejo de centrales eléctricas en un futuro próximo para implementar un sistema de abastecimiento de agua. Siria planea comprar maquinaria agrícola de la Federación Rusa.
Fortalecer la cooperación económica es beneficioso no solo para Siria, sino también para Rusia. Esto beneficiará la posición de Rusia en la región y dará a las empresas la oportunidad de recibir dividendos. Esta cooperación permitirá a los empresarios rusos aumentar sus beneficios, lo que es importante tanto para los impuestos como para la creación de empleo, afirman los medios y expertos locales.
En términos de macroeconomía, los Brics están preparando una plataforma para liquidaciones en monedas nacionales digitales. El puente Brics ayudará a realizar pagos en medio de nuevas sanciones de la UE contra el análogo ruso de Swift. Algo que beneficia a todo el mundo, ya que las actividades del Banco Brics (BND) suelen operar fuertemente con naciones que aún no se han incorporado al grupo, o están en proceso de integrarse. Esto ayuda mucho a América Latina.
La Paz/AEP/ Tulio Ribeiro