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Claudia Miranda Díaz

Todos Santos vs. Halloween

Origen de la fiesta de Todos Santos

En nuestras culturas ancestrales, la religión profesada por los incas era politeísta, vale decir que veneraban a varias divinidades. El Dios principal era Viracocha, creador del universo; adoraban a la naturaleza, al sol, a la luna, a los cerros (achachilas). Los achachilas son espíritus tutelares que protegen a los pueblos y encarnan la presencia de sus antepasados.

Nuestras culturas andinas (aymaras y quechuas) dejaron un rastro visible del culto a los muertos a través de la construcción de diversas cámaras funerarias, de restos arqueológicos y humanos. La muerte para ellos no existe, es entendida como una transición, la vida es eterna.

Desde tiempos remotos nuestras comunidades indígenas han celebrado una vez al año la fiesta de los muertos para recordar y compartir con las ajayus (almas). Al ser noviembre una época de siembra, consideraban que Todos Santos no es un culto a la muerte, sino a la vida. Para nuestras culturas originarias, el 1 de noviembre al mediodía llegan las almas y se van al mediodía del 2 de noviembre.

En la religión católica, la fiesta de Todos Santos tiene su origen en la persecución de los cristianos por parte del imperio romano; al ser muchas las muertes, se hacía imposible celebrar una rememoración en nombre de cada una de ellas, por lo que se decidió establecer un día colectivo: el 13 de mayo.

La fecha 1 de noviembre se remonta al siglo VIII (731-741), cuando el papa Gregorio III consagró este día a “Todos los Santos”, muy probablemente para contrarrestar la celebración del “Samhain” o año nuevo celta, actualmente conocido como Halloween o noche de brujas.

El papa Gregorio IV extiende esta conmemoración a toda la Iglesia Católica para celebrar el paso de los difuntos por el purgatorio, donde una vez perdonados sus pecados, se convierten en santos y descansan eternamente junto a Dios. La Iglesia Católica considera que el 1 de noviembre es para las almas de los niños, y el 2 de noviembre para los adultos.

Sincretismo religioso de dos culturas. Los invasores europeos-españoles, al pretender imponer a los originarios su religión católica, y no conseguirlo, optaron por un sincretismo religioso. Los indígenas tenían como sus centros religiosos a las wacas; los españoles destruyeron una gran cantidad de wacas y en su lugar construyeron templos católicos; solo así consiguieron presencia indígena que iba a orar a sus dioses originarios en los nuevos templos católicos. Muchas fiestas religiosas indígenas se fusionaron a las fechas del catolicismo, una de ellas es la fiesta de “Todos los Santos”.

Origen del Halloween

El origen de la fiesta de Halloween data de la cultura celta, un pueblo guerrero que habitaba en Irlanda, Inglaterra, Escocia, Francia y el norte de España. Su religión era politeísta; acostumbraban celebrar el fin de la cosecha el 31 de octubre, fecha en la que despedían al dios Sol, al concluir el verano (Halloween significa “fin del verano”) se consideraba el “Año Nuevo Celta”. Los celtas creían que en el invierno (noches más largas) los muertos regresaban a visitarlos.

Estados Unidos luego de ser colonizado por los ingleses en los siglos XVII y XVIII, tuvo una alta migración irlandesa en el siglo XIX (1800). Fueron los irlandeses los que trasladaron la festividad de Halloween a esa región; esta costumbre religiosa celta se irradió hasta convertirse en un día festivo en Estados Unidos. Pero… sufrió una transformación, la palabra “Halloween” —en inglés— se traduce como el “día de las brujas”.

Por otra parte, la frase inglesa “All Hallows Eve”, que se traduce como “víspera de todos los santos”, es otra festividad en Estados Unidos para estas fechas; ellos festejan el día de las brujas (Halloween) y la víspera de todos los santos.

*Es economista.


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