El expresidente Trump aún podría postularse para la Casa Blanca, a pesar de enfrentar una posible (aunque poco probable) sentencia de prisión luego de ser declarado culpable en el caso NY vs Trump.
El jurado declaró a Trump culpable de todos los cargos el jueves por la tarde. La audiencia de sentencia está prevista para el 11 de julio, cuatro días antes del inicio de la Convención Nacional Republicana.
El sitio web de donaciones de campaña de Trump sufrió una caída debido al flujo de donaciones. Afirmó (31 de mayo de 2024) que apelará el veredicto luego de que el jurado de la Corte de Nueva York lo condenara en el caso de fraude comercial. “Vamos a apelar este golpe”, dijo el republicano en un discurso de casi 35 minutos en la Torre Trump. Trump afirmó que el juicio fue “muy injusto” y volvió a criticar a Juan Merchán, calificándolo de “tirano”. Se quejó de la orden de silencio, diciendo que el juez la estableció en connivencia “con la Casa Blanca y el Departamento de Justicia (de Estados Unidos)”.
Sin embargo, si Trump es sentenciado a prisión, no será el primer candidato presidencial que presente su voto a la nación desde tras las rejas. El candidato presidencial del Partido Socialista Eugene V. Debs hizo campaña para la Casa Blanca en 1920 desde el interior de una prisión federal después de ser declarado culpable de sedición por oponerse a la entrada de Estados Unidos en la Primera Guerra Mundial.
Electoralmente, la realidad muestra que Trump está dando pasos consistentes hacia la Casa Blanca. El republicano mantiene una ventaja de hasta ocho puntos porcentuales en cinco estados decisivos para las elecciones: las elecciones no se definen por el número bruto de votos, sino por las “universidades elegidas”, lo que significa que para ganar es necesario ganar la mayor cantidad posible de votos y estados como sea posible, o aquellos con el mayor número de delegados (que es proporcional a la población del estado). Por otro lado, con cada acusación, el republicano subió en las encuestas de opinión, una respuesta de sus votantes que creen que está sufriendo una “persecución política” por parte del aparato judicial del gobierno de Biden. Ya hay pruebas de que sus partidarios planean disturbios y rebeliones, una protesta contra la condena, una medida que también podría significar un impulso para que su base electoral acuda a las urnas. “Este fue un juicio amañado y vergonzoso. El verdadero veredicto será el 5 de noviembre por parte del pueblo”, dijo Trump.
También acusó al presidente estadounidense, Joe Biden, de orquestar su condena. “Todo esto viene de la Casa Blanca. Joe Biden, el peor presidente de la historia de nuestro país. Es el peor presidente de la historia de nuestro país, el más incompetente, el más tonto que hemos tenido”, explicó el expresidente. “Apelaremos este golpe”, dijo el republicano. Trump aún puede postularse para la Casa Blanca, ya que la Constitución no impone restricciones a los candidatos presidenciales basadas en antecedentes penales. Estipula que quienes busquen la Casa Blanca deben ser ciudadanos natos y tener al menos 35 años de edad. En términos más generales, Trump aún no ha sido condenado por el caso y la prisión sigue siendo una opción potencial, aunque poco probable. La edad de 77 años de Trump, el hecho de que es un delincuente por primera vez y que los cargos son los delitos más bajos en Nueva York hacen que sea poco probable que el presidente número 45 enfrente una pena de prisión.
El profesor emérito de Derecho de Harvard, Alan Dershowitz, dijo el viernes que un jurado de Manhattan “falló” tras la condena del expresidente Trump por 34 cargos de falsificación de registros comerciales. “Mi gran decepción es con el jurado. Se supone que los jurados son un control y equilibrio sobre los excesos de los fiscales y jueces. Este jurado no cumplió su papel de controlar y equilibrar esos excesos”, dijo Dershowitz el viernes en Mañanas con María.
Un jurado de Nueva York declaró al Trump culpable de 34 cargos penales de falsificación presentados en su contra por el fiscal de distrito de Manhattan, Alvin Bragg, en un juicio histórico. Trump es ahora el primer presidente de Estados Unidos condenado por un delito y las reacciones negativas están llegando. Dershowitz calificó la decisión como “el comienzo de una guerra para convertir el sistema de justicia penal en un arma”. También examinó minuciosamente al jurado de 12 personas, señalando que muchos probablemente no eran votantes de Trump. “Fueron elegidos personalmente por el juez y el fiscal para ser anti-Trump. Eran jurados que buscaban a Trump”, explicó. “Estos fueron jurados que votaron entre el 85% y el 90% para no permitir que Trump sea presidente, y harán cualquier cosa para evitar que sea presidente. Y por eso su voto fue el segundo voto en noviembre en contra de que él sea presidente. No fue una votación sobre los hechos de la ley del caso”.
El exvicepresidente Mike Pence reaccionó el viernes a la condena penal del expresidente Donald Trump diciendo que era un “mensaje terrible”. La condena del expresidente Trump por cargos con motivación política es un ultraje y un flaco favor a la nación”, dijo. “Nadie está por encima de la ley, pero nuestros tribunales no deben convertirse en una herramienta contra adversarios políticos”, continuó Pence. “Para millones de estadounidenses, esto no fue más que un proceso político dirigido por un fiscal del distrito de Manhattan que se postuló para un cargo con la promesa de acusar al expresidente, y esta condena socava la confianza en nuestro sistema de justicia”.
El poderoso Elon Musk calificó de “preocupante” la noticia del veredicto contra el expresidente Donald Trump del jueves, en el que se le declara culpable de 34 delitos. “Ciertamente preocupante. El pueblo estadounidense en su conjunto debe decidir quién será presidente”, escribió el empresario en la red social X, reaccionando a las declaraciones del gobernador de Florida, Ron DeSantis, sobre la politización del proceso judicial.
El republicano DeSantis cree que el proceso legal contra Trump se ajustó a la “voluntad política” de los actores involucrados (fiscales, jueces y jurado) y, por tanto, su curso da fe de la “degradación” del sistema judicial. Subraya que la ley debe aplicarse con imparcialidad y no convertirse en prisionera de la agenda política de un “tribunal canguro (un tribunal que ignora las normas de la justicia y el derecho)”. Y añadió: “Si el acusado no hubiera sido Donald Trump, este caso nunca habría sido desestimado, el juez nunca habría dictado sentencias similares y el jurado nunca habría emitido un veredicto de culpabilidad”.
Detrás de Trump y con problemas de gestión y guerras en todo el mundo, como la masacre palestina y poner a la OTAN en choque con Rusia aprovechando las crecientes muertes de ucranianos, Biden busca una oportunidad para su campaña. En este sentido, Joe Biden aprovechó la oportunidad y rompió el viernes su silencio sobre la histórica condena penal de Donald Trump, criticando sus “imprudentes” ataques al juicio e insistiendo en que el veredicto de culpabilidad es una prueba de que el sistema de justicia estadounidense funciona.
En declaraciones desde la Casa Blanca, Biden dijo que el veredicto del jurado del jueves muestra que el “principio estadounidense de que nadie está por encima de la ley” ha sido “reafirmado”. Verbalizado: “Donald Trump tuvo todas las oportunidades para defenderse”, dijo, añadiendo que el caso contra Trump se presentó en un tribunal estatal, no federal, y fue decidido por un jurado ordinario de “12 ciudadanos, 12 estadounidenses, 12 personas como usted”, quien fue elegido “de la misma manera que se eligen todos los jurados en Estados Unidos”.
En un análisis aún en formación debido a la dinámica de la campaña, un enfoque es un ejercicio de pragmatismo. El juicio final sobre la importancia de la condena de Trump llegará a manos de los votantes en noviembre y tiene una inercia a favor de Trump. Si el expresidente es derrotado, el veredicto probablemente será visto como una de las razones. Si gana, podría ser un punto de inflexión en la historia de la política estadounidense, ya que probablemente serán ocho años de política para su modelo de gestión.
