En Jujuy, Argentina, se derogó un decreto que criminalizaba las protestas ante el amplio rechazo popular luego de ocho días de huelgas.
El gobernador de la provincia argentina de Jujuy, Gerardo Morales, derogó ayer un decreto que criminalizaba las protestas ante el amplio rechazo popular luego de ocho días de huelgas encabezadas por los docentes.
“Me comprometo a derogar ese decreto. Ahora les pido a los docentes que vuelvan a trabajar porque no vamos a negociar con gremios que estén en medio del conflicto”, afirmó Morales previamente.
Los gremios docentes comunicaron que continúan las movilizaciones hasta que se aumenten los salarios que permitan enfrentar la creciente inflación que afecta la economía de la nación sudamericana.
“Primero elogia a los docentes para luego extorsionarnos y amenazarnos con descuentos y, por extensión, amenazar al conjunto de los trabajadores jujeños. Posteriormente, autoproclama que está abierto al diálogo para, minutos después, decir que se cierra abrupta y unilateralmente la paritaria docente”, indicó la Intergremial, conformada por sindicatos del ámbito público y privado.
A partir de ello, los sindicatos convocaron para esta jornada a cacerolazos y concentraciones en seccionales gremiales y al costado de las rutas mientras que llamaron a una nueva marcha de antorchas para este jueves, la cual será replicada al día siguiente.
El gobernador amenazó a los manifestantes que si no volvían al trabajo este jueves, “le vamos a descontar todos los días de huelga y le vamos a descontar el presentismo, que está cerca de los 20.000 pesos”.
