Según la Confederación General del Trabajo (CGT), dos millones de franceses desfilaron este martes.
Plazas, avenidas y calles de la capital y otras ciudades francesas acogieron ayer la décima jornada de movilizaciones convocada por los sindicatos contra la reforma de la jubilación, proyecto que el Gobierno descarta retirar.
Globos gigantes y banderas con los emblemas de los gremios participantes, pancartas, indumentaria de trabajo, consignas y cantos marcaron la nueva protesta, la décima desde el 19 de enero contra una iniciativa que incluye la extensión de la edad de retiro a 64 años y el aumento del periodo de cotizaciones, dos de los temas más repudiados.
Según la Confederación General del Trabajo (CGT), dos millones de franceses desfilaron este martes, 450 mil de ellos en París, cifras inferiores a las registradas en las manifestaciones del jueves: tres millones 500 mil y 800 mil, respectivamente.
Por su parte, las autoridades informaron de 740 mil participantes en todo el país y 93 mil en la capital.
Los sindicatos ratificaron su llamado al presidente Emmanuel Macron a cancelar o congelar la reforma, por el rechazo que genera, y a optar por el diálogo para bajar tensiones que se traducen en episodios de violencia, los cuales volvieron a reportarse ayer.