El presidente Luis Arce afirmó que el texto es una afirmación de que la historia no puede volver a escribirse sin los pueblos indígenas, sin las mujeres, los obreros y sin los movimientos sociales.
El Libro del Segundo Centenario de Bolivia 1925-2025, Tomo I, interpela sobre el tipo de país que quieren los bolivianos y ratifica que la historia no puede volver a escribirse sin los pueblos indígenas y los movimientos sociales, destacó ayer el presidente del Estado, Luis Arce, en la presentación de la obra literaria en la capital del país, en el marco de la celebración del Bicentenario.
“En el actual contexto nacional marcado por este proceso electoral que vivimos, decisivo, este libro no solo nos invita a revisar el pasado, nos interpela directamente sobre el tipo de país que queremos seguir construyendo; la disputa política no es solo por el poder, es también por los sentidos de la historia, por la orientación del desarrollo, por el modelo de Estado que defendemos y frente a los intentos de restaurar ideas conservadoras y excluyentes. La obra se alza como una defensa de horizonte democrático plural e inclusivo que hemos venido forjando como Estado Plurinacional”, afirmó Arce.
En la presentación del libro, elaborado por el Centro de Investigaciones Sociocomunitarias (CIS) de la Vicepresidencia, Arce señaló también que esta obra sale a la luz en tiempos en los que la desinformación amenaza con distorsionar la memoria colectiva y “algunos pretenden borrar las conquistas sociales de las últimas décadas”.
Apuntó a que el libro es un acto de resistencia y una afirmación de que la historia no puede volver a escribirse sin los pueblos indígenas, sin las mujeres, sin los obreros, sin la juventud crítica y sin los movimientos sociales que son protagonistas de cada transformación profunda de la patria. “Y lo seguirán siendo mientras defendamos nuestro Estado Plurinacional”, sostuvo.
El Jefe de Estado destacó que la publicación fue elaborada con rigurosidad historiográfica, pluralidad de voces y compromiso con la verdad, y constituye una investigación crítica y propositiva en el debate sobre la memoria colectiva, la formación del Estado y los desafíos del presente y del porvenir.
Indicó que la obra también tiende puentes entre la academia, la educación, la política pública y la acción colectiva.
“Se trata de una herramienta viva, una fuente para el análisis crítico, pero también un vínculo para el diálogo intergeneracional e intercultural”, dijo.
LIBRO
El Libro del Segundo Centenario está organizado en cuatro grandes secciones temáticas que abordan desde los antecedentes históricos previos a 1925 hasta una proyección crítica hacia 2025. La primera sección, “¿Cómo llegó Bolivia a 1925?”, retrocede en el tiempo para analizar los procesos previos al primer centenario.
La segunda parte, “Sociedad y política 1925-2025”, examina las profundas transformaciones sociales y políticas, desde los movimientos del liberalismo hasta la Revolución de 1952. Este capítulo integra una cronología detallada que incluye el anarquismo y el impacto de la Guerra del Chaco, ofreciendo una visión integral de los cambios más relevantes del siglo.
La obra ingresa en las “Estructuras políticas y estatales”, trazando la evolución institucional del Estado boliviano desde su fundación hasta la consolidación del Estado Plurinacional, como tercera parte.
La sección de “Economía” ofrece una lectura crítica de los ciclos económicos que han marcado el país, desde la era del estaño y el petróleo hasta la implementación de programas como el Plan Bohan y la evolución de los medios de transporte. El capítulo concluye con una cronología económica que abarca desde 1925 hasta 2025.
El libro responde a tres objetivos estratégicos de la Agenda del Bicentenario: descolonizar el pensamiento histórico cuestionando versiones oficiales que invisibilizaron a vastos sectores del pueblo boliviano; democratizar el conocimiento haciéndolo accesible y útil para comunidades, juventudes, movimientos sociales y el sistema educativo; y proyectar una visión de Estado y sociedad que integre el legado histórico con aspiraciones de transformación estructural orientadas por los principios del Vivir Bien, apuntó Arce.
“Este libro es una invitación al pensamiento crítico, una convocatoria a imaginar juntos una Bolivia que supere las lógicas de la exclusión, dependencia, del extractivismo y de la violencia estructural”, remarcó.
El presidente Arce señaló además que desde el primer Centenario de la República, en 1925, los esfuerzos por construir narrativa sobre el devenir nacional fueron marcados por versiones “muchas veces centralistas, unilineales o monoculturales”.
AEP
