El patrimonio investigativo será preservado en el Museo Nacional de Etnografía y Folklore, y aportará una riqueza invaluable a la cultura y la investigación en Bolivia.
La biblioteca del primer antropólogo boliviano titulado de la Universidad Mayor de San Simón (UMSS), Carlos Darío Mario Montaño Aragón, fue donada a la Fundación Cultural del Banco Central de Bolivia (FC-BCB). Entre los bienes cedidos se encuentran manuscritos inéditos, fotografías, ponencias (invaluable material gris) y una pieza arqueológica (illa prehispánica).
El legado bibliográfico y documental de Mario Montaño Aragón contiene 4.550 volúmenes, 378 publicaciones periódicas, 514 ponencias (invaluable material gris), 406 diapositivas, 343 películas en negativo y 463 fotografías impresas, además se incluye una illa (amuleto), que conforman un total de 6.663 ítems, que serán custodiados por el Museo Nacional de Etnografía y Folklore (Musef).
Elvira Espejo Ayca, directora del Musef, afirmó que Mario Montaño “fue un pionero en el ámbito de la antropología, titulado de San Simón, se destacó por el compromiso de nuestras culturas originarias. Su obra no sólo aborda la lingüística, sino las costumbres de las comunidades. Fue un asiduo colaborador de la Reunión Anual de Etnología (RAE) y compartió sus conocimientos a través de ese espacio destinado a investigadores”.
Su hijo, Mario Montaño Nieto, expresó que la donación de su biblioteca fue la última voluntad de su padre, con lo que “su esencia ahora queda en la perpetuidad. Ha sido una decisión difícil desprendernos de este material bibliográfico, pero ahora podemos decir que su biblioteca está junto a las de sus amigos”.
Mario Montaño fue un lector acucioso, atento a todas las publicaciones de la biblioteca del Musef. En 1987 llegó a dicho museo la colección completa del boletín de la Sociedad de Americanistas de París, al día siguiente que se anunciara la incorporación de los textos a la biblioteca fue el primero en revisar ese material. Examinó todos los números, hizo una selección detallada de lo que necesitaba y procedió a su fotocopiado.
La donación bibliográfica y documental de Mario Montaño constituye un gran aporte para el país y el mundo, pues la colección señala el primer esfuerzo de mostrar el carácter Plurinacional de Bolivia. El noble acto de ceder ese patrimonio documental al Estado, a través de la Fundación Cultural del Banco Central de Bolivia, se debe a la decisión de la señora Laura Nieto Aguirre, viuda de Montaño, quien, “como donante por libre y espontánea voluntad sin que medie presión, dolo, ni vicio del consentimiento y por así convenida sus intereses, mediante nota de fecha 26 de noviembre de 2023 y nota del 2 de mayo de 2024, expresa y ratifica su voluntad de ceder a título gratuito la colección señalada”.
Semblanza de Mario Montaño Aragón
Darío Mario Montaño Aragón nació en Vinto, Quillacollo, Cochabamba, en septiembre de 1931, y falleció en la ciudad de La Paz, en 2013. Fue un investigador boliviano, primer antropólogo y lingüista titulado, distinguido estudiante de la Universidad Mayor de San Simón, también fue poeta y prosista. Fue alumno de Dick Ibarra Grasso, miembro del Comité de Antropología por Bolivia en Instituto Panamericano de Geografía e Historia.
Estudió abogacía en la Facultad de Derecho de la UMSA (1955-1958), pero se decantó por la antropología y lingüística, realizando sus estudios en la UMSS (1958-1964), siendo distinguido como el primer antropólogo titulado en Bolivia (1964).
Trabajó como investigador en el Programa Nacional de Desarrollo de Comunidades, proyecto financiado por Usaid (1965-1966), pasó a ser jefe de Equipos del mismo. Fue consultor en ACLO. Luego fue contratado por el Ministerio de Planeamiento, donde hizo tareas de asesoramiento. Fue director de cultura del municipio de La Paz y se insertó como docente de la UMSA y de otras universidades.
Empezó su desempeño profesional con ocupaciones esporádicas, como consultor, en diversas instituciones culturales, sociales, educativas, académicas y culturales, alternando sus investigaciones con la labor docente. Sus trabajos de campo le permitieron recorrer el territorio nacional, recogiendo información etnográfica sobre las culturas indígenas del país. Paralelamente, realizó trabajos en diferentes campos como la sociología y la arqueología. El área de estudio de Montaño fueron las naciones originarias de Bolivia y sus idiomas, presentando análisis de familias lingüísticas, costumbres y cosmovisión de las mismas.
Fue alumno de Dick Edgar Ibarra Grasso, en la naciente escuela de Antropología de la Universidad Mayor de San Simón.
Reconocimientos a su labor intelectual
La fructífera trayectoria de Mario Montaño Aragón fue reconocida en diversas oportunidades: la Confederación Universitaria Boliviana le otorgó el primer premio en los Juegos Florales Universitarios de 1958 y fue declarado “poeta laureado”. Ese mismo año, la Federación Universitaria Local de La Paz le entregó el primer premio en prosa por su sugestivo ensayo titulado: El joven como miembro de la sociedad. Al culminar sus estudios, fue merecedor del Premio Jaime Laredo Unzueta, que se entregó al mejor alumno de la promoción académica de 1964.
En 1980 obtuvo el segundo premio de ensayo en el Concurso Anual del Literatura Franz Tamayo, organizado por la Casa Municipal de Cultura de La Paz. Ya con amplia producción intelectual y reconocimiento internacional, le fue conferido el Premio Internacional Paul Rivet de Francia, a través de la Embajada de Francia en Bolivia (1989); la Condecoración Orden Boliviana de la Educación Ministerio de Educación y Cultura (1990) y la Condecoración Illimani de Plata Asociación de Entidades Cívicas de La Paz (1997).
La Alcaldía Municipal de Vinto le otorgó la alta distinción de Hijo Predilecto de Vinto, por ordenanza municipal (1988); por su parte, el Gobierno Municipal de Quillacollo lo reconoció como Ciudadano de Honor Hijo Predilecto, por dos veces, primero en 1975 y luego en 1988. En 1983 fue distinguido como Huésped Ilustre de la ciudad de Shangai, China, en 1983.
Miembro de instituciones académicas y culturales y producción intelectual
Fue incorporado como miembro titular del Instituto de Investigaciones Históricas y Culturales y del Instituto de la Cultura Aymara, por la Casa de la Cultura Municipal de La Paz (1974), primer vicepresidente de la Sociedad Boliviana de Antropología (1975), miembro honorario de la Fundación Boliviana Pro Arte de La Paz (1988). Académico de Número de la Academia Boliviana de la Lengua Kichua (1990). Fue miembro del Comité de Antropología por Bolivia en el Instituto Panamericano de Geografía e Historia.
Entre la amplia obra de Montaño se encuentran los libros: El hombre de suburbio. Estudio de las áreas periféricas de Oruro (1972), Antropología cultural boliviana (1972 y 1977), Síntesis histórica de Oruro (1972), Guía etnográfica lingüística de Bolivia en tres tomos, La Paz, 1987 (t.1), 1989 (t.2) y 1992 (t.3); Diccionario de mitología aymara (1999 y 2006), Raíces semíticas en la religiosidad aimara y quichua (1979), Mama Pacha: por los caminos de la madre tierra. Diccionario de mitología aymara (1999), El hombre negro y su cultura en Bolivia (2014).
Importancia de su legado bibliográfico y documental
Mario Montaño Aragón fue un estudioso muy acucioso de las culturas originarias de Bolivia. Fue un lector privilegiado que priorizó la formación de una impresionante y singular biblioteca, de carácter enciclopédica, pero al mismo tiempo altamente especializada. Formar una biblioteca fue una motivación temprana, febril que rayó en la obsesión y el apasionamiento. Todo lo demás era secundario. Su interés se enmarcó en la antropología, la sociología, la lingüística comparada, la historia, la literatura. Autores clásicos de estos géneros muestran su fortaleza. En su nutrida biblioteca encontraremos a clásicos de la antropología (Hoebel, Kroeber, Schreider, Rosenblat, Bennet Bean, Taylor, Pfeiffer, Levy Bruhl, Almagro, Comas, Evans, Meads, Chinoy, Harris, Weber, Dumbar Temple, Murra, Valcarcel, Canals Frau, Beals, Leakey, Radcliffe Brown, Mellafe, Kula, Rotworowsky, Pirenne, Espinoza Soriano, Levillier, Toynbee, Foucault, Alcina Franck), clásicos griegos y romanos (Jenofonte, Virgilio, Demóstenes, Herodoto, Julio Cesar, Plutarco, Suetonio, Diógenes, Platón), cronistas tempranos que documentaron la invasión y conquista española (Díaz del Castillo, Cieza de León, Betanzos, Gavilán, Garcilazo de la Vega, Núñez Cabeza de Vaca), historiadores y arqueólogos (Saignes, Platt, Harris, Metraux, Bouysse Casasagne, Crespo Rodas, Sanabria Fernández, Lora, Valle de Siles, Abecia, Imaña Castro, Condarco Morales, Ponce Sanjinés, Fortún, Portugal, Ryden, Uhle, Tschudi), literatos, ensayistas y especuladores de la ciencia (Jaimes Freyre, Zamudio, Diez de Medina, Rocha Monroy, Alarcón, Finot, Otero, Díaz Machicado, Murillo Vacareza, Paredes, Lara, Baptista Gumucio, Von Hagen), cronistas franciscanos, jesuitas y los lingüistas del Instituto Lingüístico de Verano (Cardús, Albó), bibliógrafos (Moreno, Costa de la Torre, Costa Arduz, García Quintanilla, Ocampo Moscoso) y exponentes de las nuevas generaciones (Roa, Chuquiwanka, Miranda, Sagárnaga). Su biblioteca fue un taller del investigador, del antropólogo, del lingüista. Su colección sobre lingüística comparada suma cientos de títulos. Pocos, muy pocos, tuvieron acceso a esas fuentes.
Abrazó con pasión el difusionismo, inspirado en la obra de Dick Edgar Ibarra Grasso, al que emuló en sus estudios comparados de las lenguas originarias, cuyo origen las asoció con las lenguas del mundo antiguo. Su férrea defensa del difusionismo, sumado a su reconocida erudición lo convirtió en un temible polemista que pulverizaba a los adversarios ocasionales, precisamente gracias a su formidable y portentosa biblioteca.
Montaño fue un pionero en proponer el carácter pluricultural de Bolivia, que se expresa en todo su alcance en sus tres tomos sobre la Guía etnográfica y lingüística de Bolivia, en la que documenta la historia de pueblos indígenas que habitan y habitaron el territorio nacional, muchos de ellos extintos, lo que le otorga mayor valor a su obra antropológica.
* Magister Scientiarum en Historias Andinas y Amazónicas. Docente titular de la carrera de Historia de la UMSA.
Escrito por Luis Oporto Ordóñez (*)
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