En la última década del siglo XIX, la fiesta de Todos Santos en La Paz era un momento de reencuentro y celebración, donde la tradición del compadrazgo se unía al respeto por los difuntos. Desde el 1 hasta el 4 de noviembre, la multitud, adornada con flores y guirnaldas, rendía homenaje a los fallecidos en un ambiente de alegría y solemnidad.
Guevara informó que el ‘Plan Nacional del Bicentenario’ comprende el libro de la historia de Bolivia en su bicentenario y que para 2025 se prevén encuentros, como la primera cumbre iberoamericana de la despatriarcalización.