Al amanecer del 24 de junio de 1859, en las arenas de Solferino, un pueblo del norte de Italia, se enfrentaron los ejércitos del Imperio austriaco y de la alianza franco-sarda. Ambos bandos formaron una línea de batalla que se extendía 27 kilómetros.
Este es un homenaje a una destacada pionera entre las historiadoras bolivianas de renombre. Su legado historiográfico y su incansable compromiso con la preservación del patrimonio documental son ampliamente reconocidos hasta hoy.