Lo que no explica el resultado es que la Scaloneta recuperó la voracidad para hacerse de la pelota, que fue muy superior al rival.
Argentina logró una victoria sufrida al vencer a Chile por 1 a 0 y se clasificó a los cuartos de final de la Copa América.
El seleccionado argentino ganó por la mínima porque le faltó efectividad y también por las dos grandes atajadas de ‘Dibu’ Martínez. Lo que no explica el resultado es que la Scaloneta recuperó la voracidad para hacerse de la pelota, que fue muy superior al rival. Y ahora jugará ante Perú sabiendo que ya está clasificado para los cuartos y que con un empate clasificará como primero para jugar con el segundo del Grupo B.
La Albiceleste tuvo la tenacidad física y la posesión que le faltó ante Canadá. Volvió el equipo que recupera la pelota en el mismo tiempo que se cambia un juego, que te asfixia, que recupera el balón en la mitad de la cancha, pero también corren juntos y sincronizados para que el rival no pueda pensar.
En el primer tiempo quedó en deuda la efectividad, ya que fue lo único que faltó. El equipo le puso su sello al partido, no como había pasado en el debut que muchas veces perdió el control. De hecho, ‘Dibu’ Martínez no tuvo ninguna participación en la primera parte, más que jugar con los pies.
El equipo no quedó traumado cuando Messi se comenzó a masajear el aductor. Con el 10 afuera, casi marca el 1-0 con un tiro de De Paul. Chile trató de hacer mucho, pero pudo poco: no tanto por deficiencias propias, sino porque Argentina se lo llevó puesto.
Argentina casi siempre tuvo el control del partido.
El segundo tiempo fue una continuidad del primero, sobre todo los primeros 25 minutos. Un monólogo con toques, paciencia, triangulaciones, pero el problema fue que Bravo, el arquero más longevo de la historia de la Copa América con sus 41 años, se convirtió en héroe, como en aquella noche de 2016 en la definición por penales. Primero le tapó el zapatazo a Molina y luego le sacó el grito a ‘Nico’ González con la ayuda del travesaño.
El seleccionado argentino pareció sentir el impacto de tener todo y no tener nada. Se desconcentró, la salida de ‘Nico’ González partió el retroceso por la izquierda, Gareca le sacó jugo por ahí y dos desbordes terminaron en dos remates tremendos de Rodrigo Echeverría, que si no fuera por el enorme ‘Dibu’ Martínez, la noche hubiera terminado de otra manera.
Scaloni movió el banco. Di María y Lautaro tardaron en entrar en sintonía, pero cuando lo hicieron, Argentina lo intentó hasta el final, parecía que no era la noche cuando Bravo le sacó el gol olímpico a Messi, pero en el reprís de otro córner llegó ese gol sucio, que no es digno de este gran equipo que tiene Argentina, pero que se disfruta y cómo. Porque Lautaro aprovechó ese rebote y a cobrar, para seguir el triunfo.
EEUU/AEP