El club selló un acuerdo con Incotec, la empresa que se encargará de construir la segunda fase del estadio en Tembladerani.
El Club Bolívar da un paso decisivo hacia la materialización del sueño de su estadio que será un monumento emblemático para el fútbol boliviano. El club más laureado del fútbol boliviano selló un acuerdo con Incotec, la empresa que se encargará de construir la segunda fase del estadio en Tembladerani, el escenario deportivo cuya entrega está prevista para 2026.
El convenio representa el inicio del crecimiento vertical de la estructura, acercando la culminación de uno de los sueños más anhelados por la dirigencia de la entidad.
La firma oficial tuvo lugar ayer en el Centro de Alto Rendimiento Guido Loayza Mariaca, en un acto que contó con la presencia del director general del club Bolívar, Eduardo Valdivia; el director de Infraestructura, Mauricio Maldonado; y el gerente de Obra de Incotec, Stefano Coutand.
“El compromiso de nuestro presidente Marcelo Claure con la excelencia, la innovación y el legado institucional se materializa hoy con la firma de este acuerdo, que representa un paso firme hacia la consolidación de un proyecto primordial para el futuro del Club Bolívar”, destacó Valdivia.
Con la firma del acuerdo, se da inicio a la construcción estructural del proyecto. El estadio soñado por el bolivarismo comienza a tomar forma.
“La estrategia constructiva contempla el desarrollo simultáneo en múltiples frentes, lo que permitirá avanzar de manera paralela en las distintas tribunas del estadio. La empresa boliviana Incotec, especializada en ingeniería de precisión, está a cargo de esta etapa estructural clave del proyecto”, detalló Maldonado, director de Infraestructura del club Bolívar.
La oficialización del contrato confirma la adjudicación de una obra que representa un avance firme hacia la materialización de uno de los pilares fundamentales del futuro institucional del club. La empresa boliviana Incotec es la encargada de esta etapa.
Fundado el 12 de abril de 1925 en La Paz, el club Bolívar forjó su legado en Tembladerani, donde el estadio original se erigió como símbolo de pasión. En 1947, el alcalde Humberto Frías cedió los terrenos para su construcción, y en 1976 se inauguró el estadio a 3.706 metros sobre el nivel del mar.
Allí se vivieron victorias que consolidaron al Bolívar como el club más laureado del país. En ese escenario se jugaron partidos de la Selección en 1977 y encuentros de Copa Libertadores en 1976 y 1977.
AEP
