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Félix Berdeja: “Óscar Villegas conoce a los jugadores, lo que otros técnicos desconocían”

El entrenador Óscar Villegas conoce casi a la perfección a los jugadores que ha convocado y sabe cómo se los puede explotar, indicó.

Desde la perspectiva del técnico profesional de fútbol Félix Berdeja, la Selección boliviana mostró una nueva faceta ante Venezuela, con un buen rendimiento y un magnífico resultado, porque el entrenador Óscar Villegas conoce casi a la perfección a los jugadores que ha convocado y sabe cómo se los puede explotar porque han pasado por sus manos en la etapa de formación y construcción; algo contrario a lo que pasó con el argentino Gustavo Costas y el brasileño Carlos Antonio Zago.

Además, el trabajo que hizo Villegas en el corto tiempo recuperó el juego intenso, la presión y la velocidad, que son armas fundamentales para la mejoría, más allá de que el proceso que se inició siga su curso para encontrar mejores resultados en 2030 y 2034.

—Félix, ¿cómo vio a la actual Selección boliviana?

—Porque se trataba de una sorpresa hemos recibido una grata impresión por todo lo que se ha visto. No voy a poner en consideración al rival, porque me interesó todo lo que ha propuesto la Selección bajo el mando de Óscar Villegas, ya hemos visto su trabajo en el último tiempo en Always. Ha presentado un equipo rápido, ágil, de tenencia corta, que no tenía mucho la pelota, y en la defensiva lo mejor que hizo es el trabajo de los volantes que cortaron casi todos los circuitos que tenía Venezuela para generar alternativas de gol. A los centrales los he visto bien, tanto Luis Haquin como a Marcelo Suárez.

El partido frente Chile va a ser totalmente diferente y nos va a mostrar una faceta que nos dará más pautas para hacer una evaluación más correcta de lo que es nuestra Selección.

Por las bandas tienes buenas alternativas. La disyuntiva pasa arriba, porque nos hemos acostumbrado a que juegue Marcelo Martins; ahora tenemos a Carmelo Algarañaz, quien hizo un buen trabajo. Como ya no tenemos un referente de buen biotipo adelante, la movilidad de Algarañaz para generar espacios permitió la llegada de los volantes, cosa muy importante. Fueron dos trabajos invisibles que observé, una de Héctor Cuéllar y otra de Algarañaz, quien no es Martins pero abrió espacios para que lleguen los volantes y anoten los goles.

—¿Fue un riesgo convocar a jóvenes?

—No, porque estamos acostumbrados a decisiones que son para manejar la imagen del entrenador, como cuando se trajo a Gustavo Costas o Antonio Carlos Zago, quienes tenían un buen respaldo individualmente, más allá de que venían con una estructura del fútbol que no era la adecuada, porque los otros países en este aspecto están por encima de nosotros, no solamente por tener jugadores que están jugando afuera, sino que tienen una estructura, una fisonomía de selección y saben hacia dónde van. En el caso nuestro hay esa disyuntiva de generar una línea o un camino hacia dónde queremos ir, Óscar Villegas va a marcar ese camino.

Ahora, siempre vamos a cuestionar ¿por qué está haciendo la renovación en la terraza y no en el primer o segundo piso, donde están los cimientos? El tema es que los torneos están aquí, en las manos y la renovación no simplemente parte por lo que puedan hacer la División Profesional, las Asociaciones, el fútbol municipal, el fútbol del Estado, sino que tienen una estructura mucho más grande que la van a iniciar.

Considero que ha sido adecuada la elección, porque un 60 a 70 por ciento de todos los jugadores que están ahora en la alta competencia han pasado por las manos de Villegas, ya sea en Bolívar o en Always.

—¿Un entrenador convoca a la Selección a experimentados y no a jóvenes para “cuidar el cargo”?

—No es eso. Para las selecciones se elige a los mejores, a los que están en su mejor rendimiento, a los que están afuera, y otro de los parámetros es si están jugando, si tienen continuidad y dentro de eso eligen de acuerdo a los partidos que les tocará jugar, si es para defender se convocará a jugadores que defienden bien, si es para contraatacar, a futbolistas veloces, rápidos; en ese marco, el entrenador selecciona a los jugadores que están en el mejor nivel.

Sin embargo, la estructura de este tiempo es totalmente diferente, hay que hacer un recambio y por lo que vi en la Copa América a la Selección le faltó más de actitud; ahora con la gente joven eso le va a sobrar y aparte de eso es que saben jugar.

El parámetro más importante es que la Selección tiene que estar en competencia, tiene que estar en ese nivel, pero de repente el objetivo no sea ese el primero, sino lo que se viene haciendo un poco abajo. Por ejemplo, Alemania ha jugado su Mundial con una renovación total de jugadores, no le interesó los resultados porque su objetivo era el Mundial de Brasil, donde fue campeón mundial.

—Desde esa perspectiva, ¿por qué Gustavo Costas y Carlos Zago no han convocado a jugadores jóvenes?

—Es porque no conocen el medio. Cuando traemos alguien de afuera tiene que pasar por lo menos unos seis meses hasta que se empape un poco de lo que es el fútbol boliviano de base, pero generalmente vienen con una filosofía diferente, porque en otros países todo lo que es la proyección de nuevos jugadores se hace en campeonatos de larga data, competencias internacionales. Por ejemplo, los juveniles de la Argentina juegan en Europa y están saliendo permanentemente a torneos internacionales, además que sus torneos locales son muy exigentes, ese es el tema, no es nada contra los entrenadores extranjeros.

Alguien que hace un contrato, hace un negocio, está vendiendo su trabajo y va a cobrar por ese trabajo, más allá de lo que pueda dar el ser humano. Vienen y no tienen el conocimiento, por tanto eligen lo mejor que hay y algo que hay que destacar es que cada entrenador tiene que dejar un historial y una conclusión de lo que se tiene que hacer y de lo que no se tiene que hacer.

Hace 15 a 20 años en Bolivia era imposible que se pierda, especialmente en Copa Libertadores, venían equipos de afuera y teníamos toda la posibilidad de conseguir resultados, porque se hacía alta presión, se disparaba de media y larga distancia a portería contraria, teníamos 45 minutos para desgastar a rival y los otros 45 para conseguir el resultado.

—Desde ese lado, ¿hubo un error de la Federación en la elección de Costas y Zago, y un acierto en Villegas?

—No, no, hubo una línea, una lógica. Siempre hubo la visión de que tienen que venir los mejores entrenadores como los mejores jugadores a la Selección. Todo el recambio que empezó Villegas no va a terminar ahora, sino que para el siguiente Mundial (2030) vamos a llegar un poco mejor y al subsiguiente (2034) iremos a competir con más nivel.

Si revisamos qué pasó con Venezuela, Ecuador o Colombia, vamos a darnos cuenta de que han seguido ese proceso. Por eso hay que apoyar y tener la paciencia necesaria. Un dirigente que entra tiene que meterse en la cabeza que está sembrando, su sucesor lo va a capitalizar y el que sigue se llevará todas las flores y laureles de los triunfos, creo que esos son los parámetros que se tienen que establecer, sin ser exitistas ni inmediatistas, sino saber esperar porque esto es una estructura que no se dará de la noche a la mañana.

—¿Qué cambios ha notado con relación al trabajo que han desplegado primero Costas y después Zago?

—En ambos casos hubo un desconocimiento de lo que es el fútbol boliviano. Por ahí Zago conocía un poco más, pero ha vivido en una élite del fútbol porque Bolívar podía traer todos los jugadores que quería tener.

En el caso de Villegas es una construcción permanente. Él no solamente ha formado sino que ha ido construyendo jugadores, esa es una gran ventaja. También está sumando algunas cosas que se realizó en el periodo de Mauricio Soria, porque se trabajó bastante con esas categorías, al igual que lo hizo Pablo Escobar en el último tiempo, esas son las tareas que se tienen que hacer, se tienen que mejorar los campeonatos precompetitivos que implican las categorías Sub-17, Sub-19, Sub-21- y Sub-23.

Los campeonatos que se desarrollan en La Paz son de mayores que copan las canchas y los jóvenes no tienen espacio, los municipios tienen sus escuelas de fútbol solo para cumplir lo que dice la ley, pero nada productivo.

—¿En qué medida incluyó el cambio de escenario?

—La Paz y El Alto son estamentos donde se tiene que competir, al igual que en Potosí u otro lugar del país. Lo que pasa en Bolivia es que tenemos una ventaja y esa ventaja la tenemos que elegir y utilizar en el lugar más adecuado. Por ahora, El Alto es el indicado, porque tiene un estadio grande, tiene las condiciones, pero son decisiones que se toman y ahí entra la controversia de que al Hernando Siles entra más gente y el apoyo es más fuerte y otros de tipo logístico, pero se dio el batacazo en Villa Ingenio y esperemos que se repita en el futuro, aunque los equipos vienen, estudian, hacen su logística de scouting, que es hacer un análisis científico, ven cómo se puede paliar los efectos de la altura, llegando el mismo día o con anticipación al día del partido.

—¿A Chile hay que jugarle igual como se lo hizo contra Venezuela?

—Es diferente lo de afuera, tienes que considerar que hay la posibilidad de perder, empatar y ganar, todo es proporcional, eso es lo que tenemos que entender. A lo que se debe apuntar es a jugar con dinámica, intensidad y presión, tenencia rápida de la pelota sin que nadie se la absorba mucho, con buena y rápida circulación.e


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