Para cambiar el mal momento sugiere un cambio de fondo y no solamente de forma.
La Paz, 22 de abril de 2024 (AEP).- El exárbitro cruceño Hebert Aguilera afirma que el arbitraje nacional está mal, porque a los árbitros les falta personalidad y credibilidad, y la Comisión de Árbitros está dirigida por José Jordán, quien fue suspendido más veces antes que asuma el cargo.
Para cambiar el mal momento sugiere un cambio de fondo y no solamente de forma.
—¿Cómo está el arbitraje boliviano?
—Seguimos igual que antes: mal. No hay mejoría. No sé cómo evaluará el Comité Ejecutivo que pone mucho dinero para la Comisión de Árbitros y no se ve mejoría. Hay unos pequeños chispazos, pero se nota como si fuera una manipulación con ciertos árbitros para determinados equipos; entonces eso preocupa y por esa razón dejé de comentar, porque me cansé de decir lo mismo.
Hace bastante tiempo vengo diciendo los mismo y no hay un cambio dentro del arbitraje nacional.
—¿En qué se debe incidir para mejorar?
—Los cambios que han hecho en la Comisión de Árbitros solamente son de forma y tienen que ser de fondo, hay que sacar a muchos árbitros, expulsarlos a quienes han sido sindicados de corruptos y hacer públicos los nombres para que los otros vean y no cometan los mismos errores. Hay que tomar esa decisión y los árbitros van a mejorar.
—¿Hay falta de transparencia?
—Sí. Veamos quién es el presidente de la Comisión de Árbitros hoy en día, es un árbitro que tuvo demasiados errores, pero igual dirigió a muchos equipos en los últimos tiempos y lo nombran presidente de la Comisión, por ese lado no hay coherencia con el cambio que quiere hacer el Comité Ejecutivo de la Federación, es muy complicado analizar eso.
Si vemos que el árbitro que más se equivocó en los últimos tiempos, que más perjudicó a muchos equipos, ahora es el que dirige a los árbitros, entonces hay mucha susceptibilidad y uno no sabe qué pensar.
—¿Es como cuando la pelota da vueltas sobre su misma circunferencia?
—Exacto. No hay un cambio de fondo. Me preocupa mucho la pasividad que hay entre toda la dirigencia. Antes eran el señor Marcelo Claure y don Rafo Paz los que más hablaban, ahora solamente quedó Marcelo Claure reclamando y Rafo Paz se calló y no dice nada.
Todo el mundo calla, todo el mundo otorga, eso es preocupante, pero que vean como dueños del fútbol cuáles son los cambios que consideren necesarios.
—¿Cómo analiza el pronunciamiento de la Asociación de Árbitros de Chuquisaca en el caso de Dilio Rodríguez?
—Hay que analizarlo desde dos puntos de vista. Qué significa ABAF, es la Asociación Boliviana de Árbitros de Fútbol que representa a los árbitros, entonces ellos no pueden meterse en la parte técnica. Lamentablemente el señor Víctor Hugo Chambi es un maniquí, que lo que le dicen que diga lo hace, ahora no se sabe quién es el que le dirá lo que tiene que decir. Él no puede inmiscuirse en la parte técnica porque es el presidente de los árbitros, no es de la Comisión que, si decidió castigarlo, por algo será, tiene los motivos. Sé que el señor Dilio Rodríguez viene de mucho tiempo atrás con muchas falencias arbitrales y sigue con la insignia FIFA.
Hay que tomar el trabajo técnico para analizar a los árbitros y ver quiénes son los que merecen estar con la insignia FIFA y quienes no. Ese trabajo no es de ABAF, sino de la parte técnica de la Comisión.
—¿Qué le falta al árbitro?
—Personalidad. No la tienen, a excepción de uno o dos árbitros que están dirigiendo en la actualidad, porque los jugadores los muchachean, les dicen y hacen lo que les da la gana, y los árbitros no hacen nada y así no se puede.
—¿Para poner disciplina en un partido el árbitro tiene que apelar a la tarjeta roja y amarilla?
—No. Todo está en la preparación que debe tener el árbitro en la parte psicológica y técnica, porque no es buen árbitro el que saca más tarjetas amarillas o rojas, debe utilizarlas cuando sea necesario y adecuado. El árbitro tiene que aplicar las reglas, eso se le exige.
—Con la nueva generación de árbitros que viajó a Chile para prepararse y capacitarse, ¿cambiará la situación?
—No creo, porque los que fueron a Chile no son los que están constantemente en primera división. Alguno que otro está de cuarto árbitro o asistente. Lo ideal habría sido que todos los que están a un paso de dirigir en primera división hayan ido.
Hay que esperar que esos muchachos maduren para ponerlos a dirigir en primera división, pero tiene que pasar un buen tiempo.
El árbitro mientras más partidos dirija tiene más solidez arbitral, entonces tiene que dirigir, dirigir y dirigir en todas las divisiones hasta que se consolide, tenga una mejor ubicación, mejor interpretación, pero eso depende de la cantidad de encuentros que dirija.
—Si lo invitan a la Comisión de Árbitros, ¿aceptaría?
—Yo tengo muchas condiciones para ir a la Comisión de Árbitros y sé que la Federación no lo va a aceptar, entonces ahí queda todo. Uno tiene que rodearse de gente a quien le tiene confianza, no te pueden imponer a éste o a otro. El que vaya como presidente tiene que escoger a la gente con la que va a trabajar, porque sabe que con ellos no tendrá problemas.
—¿Cuáles son las condiciones?
—Yo elegiría con qué personas trabajaría. Cambiaría a todos los que están en la Comisión de Árbitros, tanto en el VAR como en la Comisión y que me den luz verde para botar árbitros, sacar de divisiones menores y que no esté inmiscuida la dirigencia en la Comisión y trabajar con gente nacional, no extranjera.
Nadie discute lo que es Horacio Elizondo; al español no lo conozco, pero es uno de los mejores instructores del mundo que hay, pero no se ve el fruto, dirige desde afuera, lo que hace es cobrar, cuando lo lindo sería que esté en el país.
—¿Cómo asimila que los jugadores y técnicos hablan mal del arbitraje?
—Esto viene de una cadena provocada por la misma incapacidad de los árbitros, porque se han dejado manosear con todo el mundo, y que aparezca uno que quiera poner orden, todos le van a echar tierra. Todo ocurre por la falta de credibilidad que tienen los árbitros en el ámbito nacional y lo que tiene que hacerse es un proceso para que la gente vuelva a confiar en el arbitraje como antes.
Antes dirigí un partido entre Guabirá y The Strongest en Montero; Marcelo Ortubé arbitró un cotejo Blooming con Bolívar, y Pedro Saucedo pitó un cotejo entre The Strongest con Blooming en La Paz, nadie reclamaba porque había credibilidad, hoy no creen en los árbitros porque ellos lo han hecho así con su actuación.
—¿Les falta personalidad y credibilidad?
—Totalmente, aunque no a todos, pero sí a la mayoría, a ellos los jugadores y técnicos los muchachean y hacen lo que quieren.