Sugirió que el cuerpo técnico de la Selección nacional analice y trabaje está situación para no tropezar con dificultades que provoca la altura.
A menos de tres semanas del partido de la Selección boliviana contra su par de Venezuela, en el estadio Municipal de El Alto, por la séptima fecha de las Eliminatorias Sudamericanas al Mundial 2026, el tema de la altura es motivo de análisis de parte de los especialistas.
Hay pros y contras que los describe el médico Jaime Espinoza, quien conoce las ventajas y desventajas que influyen en el rendimiento físico y en la parte psicológica de los jugadores.
Afirma que subir 500 metros (de 3.581, donde está ubicado el estadio Hernando Siles, a 4.083, que está situado el estadio alteño) tiene una incidencia que, incluso, puede afectar a los jugadores que sean convocados a la Selección nacional que no vivan o jueguen de manera continua en la urbe alteña.
Aseguró que la edad de un futbolista no incluye en esta situación, ya que muchas veces los considerados más ‘viejos’ corren más que los jóvenes.
Sugirió que el cuerpo técnico de la Selección nacional analice y trabaje está situación para no tropezar con dificultades que provoca la altura.
—Doctor Espinoza, ¿cuáles son los beneficios y perjuicios de jugar en la altura?
—Jugar en la altura es un plus en lo que es el rendimiento físico y muchas veces en lo psicológico, por eso la ventaja de jugar en La Paz, a 3.500 metros sobre el nivel mar, hace que sea un tema de cuidado, de aprensión de muchos equipos para venir a jugar en el estadio Hernando Siles con el temor de sufrir algún daño físico, que generalmente es propio de la deficiencia de la presión de oxígeno. Esa sensación de falta de oxígeno, pero está claro que no es que falte el oxígeno, sino que la presión de oxígeno es mucho menor en la altura. Entonces eso hace que el intercambio de gases a nivel de nuestro organismo sea diferente y se sienta.
Un equipo que viene del llano ve muy mermada las transiciones y la resistencia, por los síntomas propios que se dan en la altura, como el dolor de cabeza, un mareo o ahogo, lo que hace que se tenga más miedo, pero como peligro es sabido que no tenemos ningún reporte que haya habido alguna catástrofe.
—¿En qué medida le beneficiará a la Selección subir a jugar en El Alto?
—Subir a jugar a una altura mayor al momento de una competencia, desde el momento de saber que el Hernando Siles es un estadio con mucha presión para la Selección de parte la gente, ya es un plus y el aumentar un poco más la altura va a hacer que los clubes tengan un poco más de sentimiento psicológico de que les va a afectar; más aún por el hecho de subir unos metros más que el Siles. Las selecciones y los clubes van a sentir con más rigor este tema, lo que hará que se vean muy limitados y agobiados.
—¿Este hecho no les afectará a los seleccionados nacionales?
—Las convocatorias a la Selección no siempre son con el cien por ciento de los jugadores que juegan en la altura, tenemos a algunos que vienen de afuera o del llano, como Santa Cruz, por lo que merecen un fenómeno de adaptación; mientras que los que juegan en el medio local tienen ya el hábito de subir, bajar, jugar en la altura y saben manejar la situación, además, por lo menos unas seis veces al año suben a la altura, por lo que saben cómo manejar, regular y al momento de llegar a la Selección su adaptación es mucho más sencilla, porque ya entienden cómo es la situación.
Ahora, subir a los 4.100 msnm siempre les va a afectar, pero el plus que tienen los jugadores bolivianos que juegan en el medio local es el hecho de que ya saben cómo administrar esas sensaciones y la fatiga, por lo que en poco tiempo se restablecen y en eso el cuerpo técnico de la Selección hará específicamente un trabajo para una adaptación gradual.
—¿500 metros de altura influyen?
—Influyen. En el medio local quizá sea poco, pero sí hay alguna molestia, como un dolor de cabeza, un malestar gástrico; no hay esa sensación de ahogo, pero hay síntomas asociados. No es cómodo dormir en El Alto.
—¿A los jugadores de Bolívar y The Strongest que sean convocados a la Selección les puede afectar?
—Esos 500 metros no te va a dar la sensación de ahogo, falta de aire, pero sí puede haber esa sintomatología típica de altura, como es el dolor de cabeza y problemas gástricos, fundamentalmente. El cambio es mínimo.
—¿Qué papel juega la edad en la adaptabilidad?
—No hay un tema de que la edad sea predisponente, porque yo he visto particularmente y he sabido de muchos clubes de afuera, que con equipos de gente joven no han tenido mayor dificultad a jugar a la altura, como fue en Potosí con la gente de Boca, que no ha tenido mayores intercurrencias (aumento repentino de dolor) y muchos jugadores que lo han hecho en el estadio Hernando Siles y son considerados mayores en selección han rendido mucho más y mejor que los jóvenes, por lo que no hay un parámetro específico en este caso. La adaptación va a estar dada por el tipo y la clase de preparación física que tenga.
—¿Con qué medidas se puede contrarrestar?
—Medidas netamente sintomáticas, hacer algún tratamiento para tener una buena oxigenación, uso de vasodilatadores, paracetamol para controlar los síntomas de dolor de cabeza y eventualmente algunos se sienten mucho más seguros y respaldados teniendo un botellón de oxígeno a su lado.
—¿En qué medida ayuda la cámara hiperbárica?
—Es muy importante para poder generar un fenómeno de adaptación, eso ayuda a cortar los tiempos de adaptación a la altura, pero si hablamos de un seleccionado que va a venir, jugar y se va a ir, la cámara hiperbárica no le da los tiempos porque hacer el cambio y subir a la altura no le sirve de nada, tiene que usar la cámara hiperbárica en la altura.
—¿Los seleccionados venezolanos van a sentir más o menos que los brasileños, argentino o uruguayos, por ejemplo?
—He tenido la oportunidad de estar con la gente de la selección venezolana cuando estaba en el equipo Bolivia como miembro del cuerpo técnico del profesor César Farías.
Venezuela trabaja muy bien la parte psicológica en las selecciones, con un departamento médico psicológico bien establecido, que es fundamental, es una de las patas de la mesa que puede ayudar a trabajar mejor el tema de la altura. Sabía que Venezuela tiene una cámara hipobárica (dispositivo médico para aplicar una presión atmosférica elevada de oxígeno puro al cuerpo), y esa sí se necesita para preparar a jugadores en el llano para que jueguen en la altura.
La Paz/AEP
