Contó que al comienzo tropezaron con algunos inconvenientes, incluso pensaron en dejar el plantel, pero el respaldo del presidente del club fue determinante e importante.
La Paz, 11 de diciembre de 2023 (AEP). – Para Jaime Jiménez, preparador físico del club Gualberto Villarroel San José de Oruro, campeón de la Copa Simón Bolívar y nuevo equipo de la División Profesional, el haber juntado de manera homogénea la parte física, técnica, táctica y mental ha sido determinante para alcanzar el objetivo que se plantearon hace nueve meses.
Contó que al comienzo tropezaron con algunos inconvenientes que les hicieron tambalear, incluso pensaron en dejar el plantel, pero el respaldo del presidente del club fue determinante e importante para cambiar de rumbo y llegar a lo más alto.
—Jaime, ¿cómo se siente después de haber conseguido otro logro en su carrera?
—Como todo profesional, contento por alcanzar una vez más un trabajo exitoso, que tiene un inicio y un final. Comenzamos hace nueve meses, cuando llegamos al plantel, con un trabajo de todos los días, en diferentes momentos, en frío, calor, viento, en la cancha, en los arenales, sin escatimar esfuerzos, porque no hemos medido el tiempo de preparación para que los muchachos puedan entender la metodología y la filosofía de trabajo; y al final el modelo de juego que el profesor Eduardo Villegas pretendía proponer en la cancha dio resultado.
Después de todo ese tiempo, la labor fue exitosa, clara y contundente. Si las cosas se practican constantemente y de una manera responsable de parte de los jugadores, vamos a estar siempre más cerca del objetivo.
—¿Dónde estuvo la fortaleza del equipo?
—El equipo no puede estar fuerte en un solo aspecto, tenemos la parte física, técnica, táctica y mental, en este último tiempo hemos juntado todo. La parte táctica no va a funcionar sin una buena preparación física. Hemos hecho que los muchachos puedan responder a lo que uno pretende, fortalecerlos física y mentalmente para poner en práctica todo lo que se entrenó, y los resultados fueron buenos.
—¿Con qué dificultades se tropezó y cuáles fueron las facilidades?
—Una vez que llegamos a un plantel de segunda división, nos hemos encontrado con una falta de base de trabajo en los jugadores, no solamente en lo técnico-táctico, sino en lo físico. Tuvimos un problema de inicio muy grande, trabajamos bastante para nivelar a los futbolistas a fin de que puedan tener una condición física homogénea para ingresar a la parte futbolística y técnico-táctica. Ahí estuvo la parte más difícil.
Lo positivo es que el grupo de jugadores siempre ha estado con la idea de crecer y eso nos ayudó mucho. Producto de la buena asimilación se practicó un juego más de conjunto, agresivo y bien plantado en todas las líneas. Al final, lo que conseguimos es que los futbolistas se han convencido de que había un buen plantel y estaban haciendo lo que les pedía el cuerpo técnico a nivel técnico y táctico.
—¿Se hizo una buena elección de jugadores?
—Hemos aprovechado la posibilidad que nos dio la dirigencia. Cuando llegamos al club había 32 jugadores, de los cuales se escogió a 16 para que dejen el plantel, en una decisión muy difícil y dolorosa; pero a la vez debíamos elegir a otros 16 para que se integren al equipo y en el mercado boliviano tener jugadores para la segunda división es complicado, al margen del tema económico.
Hemos tenido reuniones con mucha gente, nos ha costado convencerla para que se sumen y apoyen el proyecto de subir al fútbol profesional. Al final muchos se han sumado a la propuesta y se logró gracias al trabajo de todos.
—¿Cuánto influyó la parte física?
—Mucho. Hoy es muy difícil ganar a un equipo sin correr hasta el último minuto. Algunos partidos hemos terminado jugando con 10 futbolistas. Para ganar y hacer goles con ese número de jugadores, en una temperatura elevada, hay que estar bien en lo físico.
Como cuerpo técnico le damos mucha atención a la parte física, entrenamos de forma específica y a veces hasta individualizada para hacer que el jugador esté preparado para responder de manera homogénea a nivel de equipo.
—¿En algún momento sintieron el temor al fracaso?
—Sí. No solo en uno, sino en varias situaciones porque en algunos casos la respuesta de los jugadores no ha sido la ideal en los partidos y en los entrenamientos. De principio hemos chocado con que el trabajo no estaba dando resultados producto de que los futbolistas no entendían lo que nosotros queríamos.
En algún momento intentamos dejar el plantel porque todo se ponía muy difícil, pero el presidente ha sido inteligente y nos dio el apoyo total, se enteró de lo que estaba pasando y el voto de confianza fue determinante e importante para seguir adelante.
—¿Qué fue lo más sobresaliente del proyecto?
—Para nosotros, como enseñanza, hemos encontrado una segunda división del fútbol boliviano muy precaria. A partir de ahí debemos trabajar para mejorar el nivel, es aquel que no necesita la primera, porque la segunda debería ser la que reemplace o siga casi al mismo nivel cuando los jugadores de primera ya tengan mayor edad, pero en este caso no ha sido ni será posible porque no existe el trabajo que debe primar. Es algo que nos sorprendió.
En la otra cara de la medalla, trabajando, conversando e insistiendo en la planificación, los resultados siempre van a ser positivos, aunque el camino será difícil, largo, pero si se cumple la planificación en los nueve meses que trabajamos, vimos menos errores y más aciertos.
—¿Para el futuro modificarán el equipo?
—Mucho, porque el fútbol de primera es diferente a la segunda en Bolivia. En la División Profesional necesitamos tener jugadores de jerarquía en diferentes puestos, no solamente en lo futbolístico y administrativo, porque el fútbol de hoy no solo se juega en la cancha, también mucho tiene que ver la dirigencia, el apoyo, la logística, el cuerpo médico, cuerpo técnico y otros aspectos que hacen a un gran plantel.
—¿Qué número de título celebró?
—Son muchos años de fútbol, voy por los 35 años, tengo nueve títulos a nivel de primera división, uno de segunda —el que ganó ayer—, seis subcampeonatos y 14 participaciones en Copa Libertadores. Nuestra idea es siempre estar actualizados y trabajar enfocados en mejorar cada día.
—¿Cómo lo disfruta?
—Con la familia, que es la única que sabe lo que hago, que es mi fortaleza en los momentos buenos y malos, y por ser un apoyo incondicional e importante para seguir adelante. Que lo disfrute el pueblo orureño.