Hugo es un guía de montaña UIAGM (Unión Internacional de Guías de Montaña), certificado que obtuvo en 2009.
La Paz, 19 de febrero 2024 (AEP).- La historia del deporte nacional marca que Hugo Ayaviri es el único alpinista boliviano que escaló sin oxígeno cinco cumbres de los 14 ochomiles que hay en el mundo. Hizo 45 cumbres en Sudamérica de más de 6 mil metros y 20 debajo de los 6 mil. Todo un récord. El reto más difícil de la temporada es escalar la montaña más alta del planeta, el Everest.
Por su capacidad y profesionalismo, el alpinista boliviano fue declarado héroe nacional en Pakistán, porque rescató a un famoso guía pakistaní que había muerto en una escalada.
En su agenda para este año está marcado el ascenso a dos montañas ochomiles, con el concebido riesgo de intentarlo sin oxígeno. “Me siento feliz de mostrar lo que hago. Para este año me he trazado la meta de ir a dos montañas que están en Nepal y China. El Everest es una de las montañas más altas del mundo, está a 8.848 metros y la otra es Lhotse, que es la cuarta montaña más alta del mundo. Lo haré entre abril y mayo, van a ser dos meses en los que me voy a preparar y aclimatarme en China”, anunció.
Contó que su tarea de preparación no para y está dedicado a ponerse bien en lo físico. “Estoy entrenando, corriendo, que es lo más importante, no hay milagros, hay que trabajar duro para subir. Lo más interesante de esto es que voy a subir sin tanque de oxígeno, eso hace una diferencia muy grande porque un 95% de los montañistas que suben al Everest y otras montañas de 8.000 metros lo hacen con oxígeno, porque arriba de 8.000 metros tienes solo 30% de oxígeno. Entonces, mis retos son tan grandes que me siento feliz, es un reto personal y un orgullo como boliviano lograr la hazaña y plantar en la montaña más alta del mundo la bandera nacional”, subrayó.
Según datos estadísticos, señaló que a nivel de Latinoamérica solo hay una persona que ha logrado subir a las 14 montañas ochomiles, es el ecuatoriano Iván Vallejo. “Yo quiero hacer lo mismo. Ya tengo cinco montañas hechas, subí sin oxígeno en Pakistán; entonces me faltarían 9, es la meta que tengo”, remarcó.
“Mucho riesgo”
Admitió que es un gran riesgo escalar sin oxígeno. “He podido lograr cinco montañas sin oxígeno, previa aclimatación a los 8.000 metros, tengo que dormir, que se acostumbre mi cuerpo, se adapte mi organismo a esa altura. Sé que se puede lograr. Los bolivianos podemos hacer cosas grandes, solo hay que entrenar duro y perseverar. En la actualidad tengo competencia con el alpinista peruano Víctor Rimac y el brasileño Moeses Fiamoncini, quienes llevan más montañas, pero sé que voy a alcanzar mi objetivo”.
Afirmó que su proyecto no solamente se logra con entrenar duro, una parte fundamental es la económica, que es muy elevada. “Necesito apoyo económico de las empresa privadas y públicas del país. Si lograra un soporte económico iría con todo a poner en alto el nombre de Bolivia en la montaña más alta del universo”, enfatizó.
Reflexionó que el deporte es el pilar importante para crecer. “Cada país tiene su mejor atleta para competir y llevar su bandera a la cima de las montañas. Yo estoy entre ellos y me siento muy contento como un aymara que soy, paceño que ha nacido en las faldas del Illimani. Tengo un lema que tengo que ponerlo en lo más alto, que es Bolivia en el cielo”.
El ascenso más difícil
Recordó el ascenso más difícil en su carrera de 20 años (2004 -2024). “Cada montaña tiene su dificultad, no hay una montaña fácil de escalar y nunca lo habrá. La segunda más alta del mundo K-2 fue la más difícil para mí, pero hay que estar bien concentrado mentalmente, porque sabemos que en cualquier momento te puede caer una piedra, venir una avalancha, una grieta o una persona se cae y te arrastra. Hay tantas cosas que pueden pasar porque en la montaña no hay riesgo cero, eso está claro. Lo disfruté, sufrí frío, hambre, tormentas, mal de clima, pero cuando llegas a la cima es el momento más feliz, te olvidas del cansancio. Estás como primer boliviano, llevar la bandera de mi país me enorgullece mucho más”, mencionó.
Hugo es un guía de montaña UIAGM (Unión Internacional de Guías de Montaña), certificado que obtuvo en 2009.
“Yo trabajo como guía y gracias a los turistas he podido llegar lejos, eso es lo que valoro más de mi vida, como montañista profesional quiero mostrar que podemos lograr cosas grandes para Bolivia”, sostuvo.
Explicó que todo deporte requiere de entrenamiento, como también la práctica del montañismo. “Si una persona me pide que lo lleve a escalar el Illimani, mi trabajo es guiarlo y tiene que prepararse físicamente, entrenar, después aprender cómo gramponear, cómo caminar en la nieve, concordado, todo es cuestión de preparación. El montañismo tiene su riesgo como en cualquier deporte”, señaló.
Consultado sobre el miedo que genera subir las montañas, aseguró: “Sí, siempre hay miedo, que es parte de la vida, a veces te limita subir, pero también te marca hasta dónde vas a llegar. Si hay un riesgo de avalancha, se viene una tormenta, obviamente no vas a seguir, vas a bajar y eso es un fracaso, que es parte del éxito, porque vuelves vivo. Un ejemplo, cuando se proyecta subir al Illimani y si hay tormentas, está nevando o hay riesgo de tormenta eléctrica, entonces bajas, porque la montaña pone las reglas, para eso hay que hacer un estudio de la parte meteorológica y eso es lo que hago”.
Contó que en cada aventura hay golpes en el cuerpo producto de las caídas. “He tenido caídas leves, pero escalando rocas, que es un requisito para el guía, me lastimé mi hombro derecho, me lastimé el labrum y me operaron. Cuando eres joven escalas con vigor, pero a veces las consecuencias te afectan. No he tenido una caída fatal que te ponga en coma”.
Héroe por ser solidario
Con orgullo señaló que uno no siempre es profeta en su tierra. En toda disciplina deportiva la solidaridad con el compañero es importante y muy valorada. En sus 20 años de trayectoria ha hacho en más de una ocasión rescates. “Hice varios rescates, pero el que marcó mi vida es uno que hice en 2021, cuando subí por primera vez la segunda montaña más alta y la más salvaje, que es la K-2, que está en Pakistán. Bajé a una altura de 8.300 metros, es por donde los aviones vuelan muy cerca y ese año habían fallecido tres personas, un chileno, un islandés y un guía famoso de Pakistán, cuando hice cumbre en el K-2, el hijo del guía pakistaní que se llama Muhammad Ali Sadpara vino a buscar el cuerpo de su padre, al subir habíamos visualizado los cuerpos que estaban colgados de la cuerda, no pensé que me iba a pedir ayuda, pero me ha suplicado, como guía de montaña y rescatista bajé el cuerpo de esa pared grande que, por primera vez en la historia del alpinismo y andinismo, se ha llevado este rescate a una altura de 8.300 metros”, recordó.
Aseguró que no es invento porque toda la información está en las páginas en las redes sociales. “Sin querer me hice famoso en Pakistán, donde me han declarado héroe nacional y ha sido un orgullo para mí y más como boliviano”, dijo emocionado.
Finalmente reiteró el pedido de apoyo económico para cumplir sus metas. “Cualquier ayuda para mí es bienvenida, cualquier empresa que me apoye estará representando a Bolivia y a su marca”, puntualizó.