Considera que contra Brasil será complicado sacar un buen resultado, más aún en condición de visitante; en cambio, ante Argentina, en casa, no se puede perder.
La Paz, 04 de septiembre de 2023 (AEP).- Para el entrenador Óscar Ramírez, la Selección boliviana tiene virtudes, pero la gran debilidad es la falta de atención, que puede ser determinante en un partido.
Considera que contra Brasil será complicado sacar un buen resultado, más aún en condición de visitante; en cambio, ante Argentina, en casa, no se puede perder.
—Óscar, ¿cómo le irá a la Selección en los dos primeros partidos de las Eliminatorias Sudamericanas al Mundial 2026?
—Bolivia está en una etapa de pequeña renovación, con algunos jugadores que ya están terminando su carrera, aunque siguen siendo hombres importantes tomando en cuenta que la Eliminatoria es larga; y están apareciendo jóvenes futbolistas que le van a dar una nueva fisonomía a la Selección.
Tenemos posibilidades de ir al Mundial porque hay dos espacios más y las puertas están abiertas para hacer un buen trabajo y, ojalá, que esto rinda sus frutos.
De los dos primeros partidos que le toca jugar, pienso que la Selección debe estar enfocada más en el encuentro en La Paz frente a Argentina; el que jugamos de visitante contra Brasil es muy complicado, pero desde mi punto de vista creo que deberíamos aprovechar todo el tiempo posible para jugar el cotejo de local para comenzar a sumar de a tres puntos.
—¿Jugar con gente joven es un riesgo o es un paso importante?
—Soy de los que piensa que la renovación debe ser natural, no forzada. A los elementos jóvenes que están no hay que ni frenarlos ni empujarlos, hay que guiarlos en el crecimiento que tienen de forma normal. No por el hecho de que sea joven hay que decir que todavía no está, con el carnet de identidad no se juega y eso ya lo hemos comprobado muchas veces. Si es joven y se ve que evoluciona rápidamente, hay que guiarlo; y si se detecta que tiene algunas debilidades, darle un tiempo prudente para que vaya subsanando.
A la gente grande no por el hecho de que tenga equis cantidades de años hay que decir que éste ya no cuenta; mientras responda, rinda y sea importante en la estructura tiene que estar, y cuando ya se ve que hay ciertas limitaciones y un pequeño bajón por consecuencia lógica que ha tenido en su carrera, tampoco se le puede decir por qué se llamó a fulano de tal, el fútbol es presente y más aún en la Selección.
—De acuerdo a la lista de convocados, ¿están los que deben estar o faltan algunos?
—Es la pregunta que nos hacemos todos los hinchas. Guiándome por la realidad del juego que tiene cada uno de los jugadores, se me hizo raro, no conozco los motivos, que no esté Leonel Justiniano en la lista. Seguramente tiene una explicación y después, por ahí uno más, pero no voy a dar nombres.
—¿Los resultados que se den contra Brasil y Argentina darán la pauta para saber si la Selección puede pelear una clasificación al Mundial 2026?
—Contra Brasil no tanto, porque todos van y pierden generalmente, pero en casa ya lo hemos hecho, ya hemos marcado una buena diferencia y considero que debemos ser contundentes, puntuales, no desaprovechar esa posibilidad en condición de local, debemos de sumar de a tres. Si tropezamos, será un paso en falso y nos jugaría en contra.
—¿En qué medida influirá que la Selección no haya jugado partidos amistosos en La Paz?
—Siempre es bueno hacer un ensayo, una prueba que ayuda a detectar cosas por mejorar y a darte cuenta también de que algunos aspectos fuertes deben puntualizarse para sacar mayor ventaja. Es una limitante para el entrenador no haber tenido amistosos con equipos parecidos a los que vamos a enfrentar en las Eliminatorias. De nada sirve que se traiga a La Paz a un rival que no te va a ofrecer ninguna dificultad, peor aún si no lo hiciste contra nadie. Es una debilidad para el profesor Gustavo Costas.
—De los amistosos contra Arabia Saudita, Ecuador y Chile, ¿cuál es el que más le gustó y por qué?
—Me gustó el partido contra Arabia por la muestra que dieron los jugadores a su entrenador de que tenían toda la predisposición de hacer lo que él les pedía, que era la intensidad, ser un equipo con vocación ofensiva y ante la pérdida de balón ir en busca de su recuperación; no el equipo sumiso, replegado y tirando puntapiés para donde sea. Después, que se haya logrado con mayor o menor frecuencia ya es otra cosa.
El partido contra Chile, por espacio de unos 60 minutos, me gustó la intención de la Selección y luego tropezamos con una debilidad que tiene nuestro fútbol, no solamente la Selección, que es el no poder sostener las altas intensidades.
—¿Ese aspecto marcará diferencia ante los rivales a los que va a enfrentar?
—Es muy importante ese aspecto. Tengo entendido que hubo algunas conversaciones con los preparadores físicos de los clubes del país haciendo hincapié en ese tema para que se ajuste en cierta medida, tomando en cuenta que cada club maneja su carga y su intensidad, su volumen de entrenamiento. Sé que hubo un pedido para que el jugador no camine tanto, no sea tan trotador y la falta de atención, que es otra debilidad en el fútbol boliviano, que tenga mayor énfasis en los entrenamientos diarios. Ahora, que lo hayan hecho o no ya es otra cosa.
—¿En qué media influirá que Vinicius no jugará en Brasil y Messi no vendría a La Paz?
—Es mejor evitar a ese tipo de jugadores; si no están, es mejor. No se puede negar que ese tipo de elementos, con esa gran creatividad y velocidad, te pueden complicar. Si no están, ya es algo bueno, no todo, pero se alivian las tareas defensivas de nuestro equipo.
—¿Cuáles son las virtudes y las debilidades que tiene la Selección?
—En cuanto a las virtudes, en los partidos que he podido observar y lo que apunté son el compromiso de los jugadores con la propuesta del entrenador, hasta donde han podido intentaron cumplir, después como que las fuerzas van disminuyendo y no pueden responder durante los 90 minutos de la misma manera.
Una debilidad que noté en la Selección, que también puede ser producto del cansancio, es la falta de atención, se cometen muchos errores de atención, se distraen un poco y los rivales no te perdonan, más aún si estas frente a elementos de mucha jerarquía. Eso sucede a nivel general, lo hemos visto en Bolívar y en todos nuestros equipos que han participado en torneos internacionales. Es una gran debilidad, al margen de otras situaciones particulares e individuales de cada jugador; a veces la técnica les juega una mala pasada al intentar hacer un control de la pelota, no logran con eficiencia, les roban y el rival lastima, aunque eso es parte del juego. Cuando uno intenta reaccionar ya es tarde.
—¿Dónde está el poderío de la Selección?
—De local, Bolivia tiene que hacer un fútbol más dinámico, rápido, sin caer en el apresuramiento, saber darle el ritmo adecuado a cada situación y no insistir tanto en una alternativa que no da resultado.
Por ejemplo, en un partido contra Paraguay, la Selección envió unos 30 centros y no se logró conectar uno; entonces para qué tantos si todos los ganan los rivales. Lo que corresponde es modificar un poco y ejecutar el plan B, C.
—¿Tiene un pálpito?
—No me atrevo a decirlo, pero sí puedo decir que contra Brasil no le doy muchas posibilidades de traer unidades; pero de local, estoy convencido de que sí debemos y tenemos con qué y se puede sumar de a tres.
