Según el análisis del técnico Óscar Ramírez, hay clubes que responden, unos que están en proceso de encontrar un buen juego, y otros que no van para adelante ni para atrás, se encuentran estancados.
La Paz, 05 de junio de 2023 (AEP).- Ya se ha jugado la mitad del campeonato y las irregularidades siguen marcando el paso del todos contra todos de la División Profesional del fútbol boliviano.
Según el análisis del técnico Óscar Ramírez, hay clubes que responden, unos que están en proceso de encontrar un buen juego, y otros que no van para adelante ni para atrás, se encuentran estancados.
“Hasta ahora, la sorpresa es Real Santa Cruz y la decepción es Oriente Petrolero”, asegura sobre la propuesta futbolística de los equipos.
¿Cómo analiza el campeonato?
- El torneo transcurre con muchas irregularidades, con equipos que empiezan de una manera, dando alegrías a su hinchada, y después se desploman, generan dudas; lo contrario ocurre con otros clubes, que de un mal inicio hoy están peleando los primeros lugares de la tabla.
La otra característica del campeonato que influye para que no se logre la ansiada regularidad es el cambio de entrenadores; no se respetan procesos y en dos o tres fechas se los cambia y, finalmente, los dirigentes se dan cuenta de que no es la solución y vuelven a lo mismo. Son temas que conspiran para que nuestro fútbol no tenga el sustento para el normal desarrollo de un torneo.
Todo esto ocurre porque los dirigentes no se toman el debido tiempo para reflexionar sobre qué es lo que necesita su club. En el país se acostumbra que la dirigencia primero contrate jugadores y después al técnico, cuando debía ser al revés para que haya un complemento.
A los clubes que les está yendo bien es porque el entrenador tenía un previo conocimiento del plantel, con algunas modificaciones que son parte del armado de un equipo. Es el caso de Wilstermann que comenzó con tropiezos, pero llegó el entrenador Cristian Díaz, quien conoce el ambiente, la idiosincrasia y la situación del club, poco a poco lo está acomodando y está respondiendo con resultados. Algo similar ocurre con Nacional Potosí y el técnico Flavio Robatto.
Hay que admitir que no siempre es una receta efectiva, porque ha habido clubes que han mantenido un cuerpo técnico durante tiempo prolongado y no han encontrado la fórmula para lograr buenos resultados, aunque a algunos les ha golpeado duro las lesiones de importantes jugadores, lo que les obligó a hacer modificaciones y nuevas contrataciones.
¿Qué marca la diferencia?
- Que los cuerpos técnicos sepan cuáles son sus fortalezas y debilidades, y trabajen con base en esos aspectos. En Real Santa Cruz saben qué es lo que pueden hacer y qué no, han encontrado la manera de hacerse fuertes con sus virtudes y simular sus debilidades. Todo el mundo quiere ser campeón, pero en Real están convencidos de lo que son capaces de hacer; en cambio, hay otros equipos que se ponen la vara muy alta y se ven presionados a hacer algo para lo que el plantel no está diseñado.
La clave en algunos planteles que están respondiendo es el saber ubicarse en tiempo, espacio y en las posibilidades que tienen.
¿Hasta ahora, qué equipo es la sorpresa y qué club es la decepción?
- La sorpresa es Real Santa Cruz, porque se fue acomodando con lo que le fue llegando, sin querer minimizar la categoría de cada uno de sus jugadores.
La decepción es Oriente, por lo que se dijo al inicio del torneo, que estaban conformando un plantel competitivo para pelear el campeonato, pero ahora está entre los últimos y es una decepción.
Mirando la tabla, ¿cómo analiza a cada club?
- The Strongest: es un plantel que empezó bien, no solamente por los resultados que logró sino por una dinámica de juego interesante, daba gusto verlo jugar y era eficiente en la definición. Después de un cambio de técnico, hubo modificaciones y bajaron el ritmo de juego.
Nacional Potosí: comenzó con muchas dudas, poco a poco se fue encaminando y ahora tiene un fútbol que fluye y está acompañado de resultados.
Always Ready: arrancó con una situación rara, porque armaron un buen plantel, con destacados nombres, pero no se reflejaba en la cancha; luego vino el cambio de entrenador y fue un acierto, no por los triunfos, sino por el desarrollo del juego que propone, que inspira confianza y se desenvuelve con mucho criterio futbolístico. Transita dentro la cancha con un mapa, que es algo fabuloso en cualquier plantel.
Bolívar: es una cosa bastante rara. En el torneo local veo una forma de jugar y cuando están en la Copa Libertadores es como si le cambiaran el chip, intenté analizar por qué, encontré algunas cosas, pero no me satisfacen. No encuentro una buena respuesta a por qué un jugador se desenvuelve con una dinámica en el campeonato doméstico y lo hace de otra manera en una competencia internacional.
Aurora: a pesar de ser un equipo equilibrado y regular en condición de local, cuando salió de visitante mostró un juego diferente, lo que le provocó un bache, volvió a encaminarse después que la dirigencia tomó algunas medidas, que no me parecen correctas, pero es una decisión de quienes están cerca del equipo y las respeto.
Universitario de Vinto: me llama la atención lo que pasa con el club. Es un plantel que tiene buena elaboración de jugadas, buen juego, pero no entiendo por qué le cuesta ganar tanto de local. Afuera se libera un poquito y es uno de los mejores visitantes. No están ligando bien y en un pequeño descuido sufren tremendamente.
Independiente: es un equipo que no empezó de la mejor manera hasta que poco a poco se fueron complementando porque el técnico Álvaro Peña logró un entendimiento entre sus líneas, especialmente de la mitad para arriba, con buenas sociedades y un juego más cohesionado.
Palmaflor: es un plantel con muchas dudas. No ha logrado tener la línea ascendente, porque en un partido te hace ilusionar y luego tiene una caída que desconcierta.
Real Tomayapo: es un conjunto que me gusta en cuanto a la intención que tiene, pero le falta contundencia en la definición. Tiene una propuesta de juego que a ratos lo consigue y en otros no, pero con un poco más de trabajo va a llegar a afianzarse.
Vaca Díez: es un plantel que sorprendió, al comienzo no dio la sensación de que tenga un buen funcionamiento, poco a poco lo logró y al final regaló a su hinchada más alegrías que tristezas. Con el cambio de timón no se ha sentido trastocado el rendimiento individual y grupal.
Royal Pari: imaginé a un equipo que no esté en el tope de la tabla, estaba peleando por los primeros lugares, se quedó un poco, no hubo la respuesta que se quería al contratar un técnico de mucho renombre como Roberto Mosquera, con la salvedad de que no tuvo el tiempo suficiente para armar un buen juego de conjunto.
Guabirá: su presidente Rafael Paz dijo que armó una plantilla, la más alta de los últimos tiempos, despertó gran expectativa, pero el rendimiento en la cancha no convenció, no pudo repetir lo que había hecho un año antes con el mismo cuerpo técnico.
Libertad Gran Mamoré: empezó con dubitaciones porque no hubo convicción en la dirigencia al no tener plena confianza en su cuerpo técnico, lo dejaron continuar por haber logrado el ascenso y al mínimo tropiezo lo sacaron del puesto. Además, no le cumplieron con los refuerzos que había solicitado.
Wilstermann: lo que pasó es para destacar. Tuvo problemas para armar un buen equipo por los problemas económicos e institucionales que se le presentó, tardó en traer el técnico adecuado, que poco a poco está dando resultados. Además, el cambio de dirigencia le hizo bien, porque la que llegó mostró un compromiso de trabajo para sacar adelante a la institución. Le afectó la quita de los seis puntos. El objetivo era salvar la categoría, hoy apunta a algo más importante: clasificar a un torneo internacional.
Blooming: entiendo que es un club que contrató la gente que pudo, aunque se dijo que había una buena inyección económica para armar un plantel competitivo, pero no se hizo efectivo. No hubo la sintonía que requiere un plantel entre el entrenador y los jugadores, se rompió y cambiaron de técnico, que tampoco fue la solución. Tiene más debilidades que virtudes, especialmente en la defensa, una zona clave.
Oriente Petrolero: se armó con grandes pretensiones, con gente muy ilusionada, con dos temporadas consiguiendo clasificar a la Copa Sudamericana, pero a la hora de competir no encontraron las respuestas, encima con un mal comportamiento de algunos jugadores al interior del club y eso derivó en la salida de su entrenador Erwin Sánchez. Se espera que con el nuevo técnico se pueda reconducir por el camino del éxito. Por ahora, es lo más decepcionante.