“Con uno de los crecimientos más altos de la región, Bolivia rompe marcas en las exportaciones, pero, sobre todo, cuida el poder adquisitivo de la población y genera empleo y bienestar”.
Para el analista Ricardo Fuentes, las políticas económicas “coherentes” que aplica el Gobierno nacional, lograron que Bolivia tenga la más baja inflación e incluso sea reconocida en el mundo, luego de los efectos de la pospandemia y un conflicto bélico.
“Con uno de los crecimientos más altos de la región, Bolivia rompe marcas en las exportaciones, pero, sobre todo, cuida el poder adquisitivo de la población y genera empleo y bienestar. Esto se debe a las políticas económicas coherentes para el desarrollo y crecimiento nacional”, resaltó.
Fuentes explicó que, a causa del conflicto bélico en Europa, 2022 fue un año “adverso” para el mundo por la volatilidad de precios en las materias primas, lo cual desató una crisis con inflación, desempleo, falta de mano de obra para ciertos rubros y devaluación de las económicas globales.
Sin embargo, las medidas y estrategias asumidas por el Gobierno permitieron una estabilidad y un fuerte incentivo para el mercado interno, de lo que hoy nadie quiere hablar y, más al contrario, prefirieron minimizar e incluso desprestigiar con comentarios inversos de parte de opositores y medios de comunicación.
“Es parte de la guerra sucia y la artillería mediática con propósitos de relevo político, pero que no se considera un análisis objetivo. La inflación es un fenómeno global y no nacional, que afecta a todos”, remarcó.
Indicó que la politización y electoralización temprana fue también un escenario negativo, sumado a los conflictos sociales generados por la propia derecha y el evismo con un relato falso para intentar defenestrar el Modelo Económico Social Comunitario Productivo.
“El evismo coincidió con la oposición con un relato mentiroso, le dio argumentos a la derecha para defenestrar el Modelo Social Comunitario Productivo, es lamentable, porque los resultados están a la vista, la inversión pública en infraestructura, en oportunidades, la mayor esperanza de vida del boliviano, el incremento de su salario, hacen configurar un progreso en la economía, pero se tiene que desdibujar ese progreso con un relato de que es un modelo fracasado, con fines de relevo para hablar del mal gobierno de Luis arce”, señaló.
Según los datos oficiales, el MESCP fue aplicado en el país, en una primera etapa, desde 2006 hasta 2019, pero fue cambiado nuevamente por el modelo económico neoliberal, en 2020, en la administración de facto de Jeanine Añez.
AEP