El litio es la gran oportunidad de Bolivia para salir adelante, afirmó Ledenev.
El embajador de Rusia en Bolivia, Mikhail Ledenev, afirmó, en una entrevista con los medios estatales, que “el proceso de industrialización del litio tiene que ir a la par del cuidado del medioambiente”, y la empresa Uranium One Group trabaja en este sentido junto con la estatal boliviana Yacimientos del Litio Boliviano (YLB).
El diplomático habló también de otros temas importantes, como el educativo, comercial y aquellos que se enmarcan en las relaciones bilaterales que llevan adelante Rusia y Bolivia; en especial, luego de los acuerdos alcanzados en junio de este año, cuando el presidente Luis Arce se reunió con su homólogo Vladímir Putin, en San Petersburgo, en el marco del Foro Económico Internacional.
El 9 de agosto, Bolivia y Rusia celebraron 126 años de relaciones diplomáticas. Ahora existe un vínculo más estratégico, por ejemplo, respecto a la exploración y explotación de litio, y la cooperación energética.
El embajador, quien lleva tres años de misión diplomática en el país, expresó su amor por Bolivia, en especial por Potosí. Él espera que la región potosina logre consolidar su pleno desarrollo con el litio y ser el sector con mayor riqueza, como lo fue en el pasado con el Cerro Rico.
—En junio, el presidente Luis Arce reveló que Rusia gestionará ante países productores de petróleo el abastecimiento para Bolivia, ¿cómo se están realizando estas gestiones y qué implica aquello?
—Efectivamente, se llegó a un acuerdo en San Petersburgo, en junio, durante la visita del presidente Arce a Rusia, sobre los suministros de varios tipos de combustible.
Ahora, acerca del Puerto de Arica en Chile, se espera que nuestro barco, con 40 mil toneladas de diésel, pueda ya despachar el combustible.
La marea impide hacer el descargo, pero de nuestra parte se están asumiendo todos los costos de esta pausa.
Otra cosa que está en discusión es la continuación de estos suministros por nuestra parte.
—Durante la estadía del presidente Arce en Rusia se lograron acuerdos con entidades de este país, uno es conformar mesas técnicas para incrementar el intercambio comercial, considerando que Bolivia planea exportar café en grano, piña en conserva, singani, banano, vinos, quinua, charque y palmitos en conserva, ¿qué avances se tienen al respecto?
—En vísperas de la visita oficial del Presidente de Bolivia a Rusia se celebró aquí (Bolivia), del 28 al 29 de mayo, la Tercera Sesión de la Comisión Intergubernamental Ruso-Boliviana de Cooperación Económica y Comercial.
A este evento vino una delegación bastante grande de Rusia, más de 20 personas que representan a varios organismos públicos, así como diferentes empresas rusas; entre ellos estaban los funcionarios del Ministerio de Energía, de Desarrollo Económico, el Banco Central, Aduanas y otros.
Ahí se firmó un protocolo de negociaciones, en el que se estipularon las directrices del comercio exterior bilateral. Mucho de este acuerdo depende de los mismos exportadores bolivianos. Creo que tienen que tener mayor presencia en nuestro mercado.
Hemos realizado varias videoconferencias, por ejemplo, a través del Comité Nacional para la Cooperación Económica con los Países Latinoamericanos de Rusia, para manifestar el interés de empresas rusas de cooperar con Bolivia.
Al respecto, quiero destacar que la próxima sesión de dichas videoconferencias se celebrará del 26 de agosto al 6 de septiembre e invitamos a los empresarios bolivianos a participar en estas negociaciones. Los detalles están disponibles en las redes sociales de la embajada.
En cuanto a los productos bolivianos, son realmente interesantes y ahí hay una gran ventaja. Nosotros, por ejemplo, no producimos palmito ni café. Sí producimos en grandes cantidades vino en la región del sur de Rusia y son bastante buenos, pero la calidad de los vinos bolivianos fue muy agradable para mí, realmente porque los vinos que tenéis son de máxima calidad y hemos hecho algunas catas en Rusia.
Pero hay problemas de pagos, de logística, y eso hay que solucionarlo, sin eso sería difícil. Sin embargo, muchos países latinoamericanos, casi todos los vecinos de Bolivia, están representados en nuestro mercado; entonces, no es absolutamente imposible ganar la presencia boliviana en las tiendas rusas. Como consumidor, yo aplaudiría eso.
En algunas cafeterías de Rusia está el café boliviano y es un producto exótico para el consumidor ruso, pero el tema logístico encarece el producto.
En cuanto al vino tiene que competir, digamos, en el segmento superior, y eso es bastante difícil, aunque los especialistas tienen que verlo y tiene que ver también con los volúmenes de exportación.
—La industrialización de litio es uno de los grandes proyectos de Bolivia y Rusia, ¿cómo describe la participación de Rusia en el proceso y qué avances hay hasta el momento?
Efectivamente, estamos interesados en desarrollar nuestra cooperación a gran escala en el ámbito de extracción e industrialización de litio en Bolivia. Personalmente, creo que es una gran oportunidad de salir adelante para Bolivia y, en especial, para Potosí.
Sabemos cuál es la historia de Potosí. Me impresiona mucho que la región que fue la más rica del mundo hace algunos siglos ahora esté en una situación diferente.
Estuve varias veces en esta región (Potosí), tengo amigos ahí. Personalmente, me gustaría que estos proyectos se lleven a cabo y estamos trabajando bien. Estamos haciendo lo posible y a veces lo imposible también a través de nuestras compañías.
Nosotros estamos, como ya he dicho mil veces, siguiendo las reglas de la parte boliviana y de las pautas que nos establecen nuestros socios bolivianos. En este sentido, estamos esperando varias licencias, porque sin ellas no podemos proceder a trabajar.
Si hablamos de nuestra historia de cooperación en el sector de litio, es preciso destacar que en 2022, la compañía estatal rusa Uranium One Group, que es la empresa de la Corporación Estatal Rusa de Energía Atómica (Rosatom), quedó entre las finalistas del concurso de tecnologías de extracción directa de litio, organizado por la empresa boliviana YLB.
La tecnología ofrecida por la empresa rusa, durante las pruebas, mostró su eficiencia en la extracción de litio de las salmueras en los salares de Bolivia.
En esta parte también destacaría que las pruebas demostraron que el impacto al medioambiente es mínimo, es absolutamente inocuo. Y esto es muy importante considerando la belleza de la región de Uyuni y de otros salares, que es algo único en el mundo y por eso atrae mucho el turismo. El proceso de extracción no tiene que hacer daño.
El proceso de industrialización de litio tiene que ir a la par del cuidado de medioambiente, eso es doblemente importante en el caso de Uyuni, y eso es lo que estamos viendo como una tarea primordial.
En 2023 se firmaron los acuerdos para que Uranium One Group trabaje en los complejos industriales de los salares de Uyuni y Pastos Grandes.
La implementación de estos proyectos permitirá crear nuevos empleos, traer ingresos tributarios adicionales al presupuesto del Estado de Bolivia y desarrollar la infraestructura regional.
La filosofía de Rosatom está centrada en el desarrollo sostenible a largo plazo de cada región donde está su presencia, en este caso Potosí, incluido Oruro.
La corporación estatal participa activamente en la implementación de proyectos sociales para la población local. Yo mismo fui parte de estos esfuerzos.
Ahora Uranium, junto con la Universidad Autónoma Tomás Frías, está realizando trabajos en Potosí. En esta región se ha creado un grupo técnico de investigación fundamental y científica para elaborar las tecnologías de producción industrial de productos de alta demanda a base de litio.
En este trabajo están participando los profesores, investigadores, estudiantes locales de las diferentes carreras de la universidad. El objetivo a largo plazo de este programa bilateral de litio es la creación en Bolivia de una cadena completa de aplicación comercial de litio, empezando por la extracción eficiente y ecológica en los salares hasta producir mercancías demandadas por el mercado local e internacional.
Estoy seguro de que basándonos en las soluciones de ingeniería y competición de la producción de Rosatom, así como las innovaciones tecnológicas de las principales empresas rusas, lograremos conseguir este objetivo. Soy bastante optimista en este sentido; estamos trabajando junto con nuestros colegas de YLB y creo que pronto tendremos resultados palpables de nuestro trabajo.
—El aumento del desempleo en Estados Unidos y la caída de las bolsas de valores en países asiáticos han debilitado el dólar y hay preocupación a escala mundial sobre una posible recesión económica. En este contexto, ¿cuál es el papel de los Brics y la alternativa que ofrecen al mundo?
—Como hemos podido ver, realmente hay unos cambios negativos de las bolsas y hay varias apreciaciones de los economistas del percance a mediano y largo plazo de estos sucesos.
La situación económica en el mundo es más tormentosa que antes, y algunos están culpando a la operación especial militar de Rusia en Ucrania de estos cambios. La verdad, estos son los efectos de las sanciones basadas en los razonamientos políticos e ideológicos, incluso yo diría, de odio hacia Rusia.
A propósito, quería decir que nosotros estamos gestionando con el programa de la ONU de alimentación el suministro de varias toneladas de trigo gratis a Bolivia.
Ahora, volviendo al dólar, el dólar se utiliza como arma para mantener el orden unipolar del mundo que está realmente en su fase muy crítica, y esto es lo que está pasando en el mundo. El viejo modelo que trataron de instalar y todas estas afirmaciones del fin de la historia de Fukuyama a inicios de los 90 llegaron a ser un graso error y aparece una nueva estructura económica independiente.
Los países que están ahora agrupándose dentro del Brics y que quieren entrar en el grupo tratan de instalar nuevas reglas de juego internacionales más justas, considerando los intereses de los países en desarrollo, entre ellos Bolivia.
El Brics es la alternativa, es una respuesta para muchas cuestiones que estamos viviendo en el mundo actual. Irónicamente, estas sanciones nos ponen fuera de las tormentas financieras internacionales.
Entonces, es muy importante pensar en una nueva divisa internacional o en pagos directos entre los países, que ya estamos haciéndolo con muchos países del mundo, pagamos sin utilizar ni dólares ni euros, pagamos en monedas nacionales.
—Dentro de estos acuerdos está el tema académico de reconocimientos de títulos. También de la posibilidad de que becarios bolivianos se beneficien con estudios complementarios en Rusia, ¿cómo avanza este acuerdo?
—Es un tema muy especial para mí. Aquí en Bolivia hay miles de exbecarios soviéticos y rusos, y sus destinos son diferentes, porque algunos no tuvieron el chance de homologar su diploma en el país y no pudieron trabajar siguiendo la carrera y utilizando sus conocimientos tanto del idioma ruso como de las materias específicas.
Felizmente, hemos llegado a un buen puerto. Durante la visita del presidente Lucho Arce a San Petersburgo se firmó, finalmente, el acuerdo sobre este tema que ahora abre la posibilidad para la homologación de los diplomas y otros documentos de educación casi de manera automática.
Ahora, lo que falta es la ratificación de este acuerdo en la Asamblea Legislativa Plurinacional, espero que no esté sujeto a juegos políticos porque esto es a favor de los intereses del pueblo de Bolivia.
Si todo corre bien, nosotros después ya podríamos hablar de incrementar el número de las becas y flexibilizar las condiciones.
Ledenev, el embajador impresionado con Bolivia
El embajador de la República Rusa en Bolivia, Mikhail Ledenev, cursó sus estudios en la Universidad de Relaciones Internacionales en Moscú y también en la Escuela Diplomática de Madrid, donde aprendió el idioma español, así como en sus viajes por trabajo a Cuba y España.
Durante su misión diplomática en Bolivia conoció varios lugares con los que quedó impresionado, como el salar de Uyuni de Potosí. Estuvo en Llallagua, donde tomó chicha en la época de Covid, en 2019. También le gustan las danzas bolivianas.
Fue invitado a una fiesta en el municipio potosino de Colcha K, donde consumió, según Ledebev, la mejor carne de llama. También jugó fútbol con el equipo del Ministerio de Salud de Bolivia y compartió el tradicional pan de batalla con queso con el presidente Luis Arce, quien le explicó sobre las características de este alimento, el desayuno paceño tradicional, algo que conmemora como un grato recuerdo.
La Paz/AEP