Cientos de familias en todo el territorio nacional encuentran en estas fechas una buena oportunidad para generar ganancias económicas.
La tradicional festividad de Todos Santos en el país impulsa el movimiento económico en al menos 15 rubros, que abarcan desde los yeseros que elaboran caretas para las tantawawas hasta los rezadores en los cementerios.
Para el analista económico y docente de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA) Omar Velasco, Todos Santos es una de las festividades más importantes de Bolivia y genera un movimiento económico muy significativo.
El experto afirma que al menos 15 rubros activan su economía en estas fechas.
“Por un lado, están los rubros vinculados al sector de alimentos, porque se mueven muchos productos que las familias tradicionalmente preparan en sus casas, o se genera una sobredemanda”, precisó Velasco a Ahora El Pueblo.
En este ámbito se produce un movimiento financiero primero en el sector de los hornos, que ofrecen sus servicios a gran escala; en segundo lugar, en el sector de la repostería, con la elaboración de diversas masitas, incluyendo las tradicionales tantawawas; y en tercer lugar, la producción de dulces tradicionales.
“Por otro lado, también está el sector artesanal, que genera un alto movimiento por la extensa variedad de adornos que se llevan al cementerio”, agregó.
Dentro de este sector se encuentran tres grupos: los yeseros, que elaboran las tradicionales caritas de las tantawawas y algunos adornos para las tumbas; los artesanos que fabrican coronas de papel o nylon de colores, entre otros ornamentos; y los trabajadores de metalmecánica, quienes producen elementos como candeleros y portarretratos para las ofrendas.
A estos seis rubros se suma otro importante para esta fecha: la venta de flores, elemento primordial en las actividades tradicionales.
Muchos ciudadanos acostumbran hacer reparaciones en las tumbas. | Foto: Gamea
“El octavo rubro de mayor dinamismo es el turismo. Hay muchos turistas en esta época que optan por visitar nuestros departamentos y participar en las tradiciones, lo cual también genera un movimiento financiero significativo”, comentó Velasco.
Para el analista, el comercio, tanto formal como informal, también se activa en estas fechas debido a la considerable afluencia de personas en los cementerios, lo que incluye la venta de comidas, bebidas y otros alimentos.
El décimo rubro abarca los servicios de entretenimiento. Es habitual que en esta festividad se instale una variedad de juegos para niños y juegos de azar en las puertas de los panteones.
En el undécimo lugar están aquellos que elaboran velas en todas sus variedades.
También se encuentra un sector menos conocido, que se dedica a elaborar adornos con pasankallas y cereales.
Velasco menciona además tres actividades informales dentro de los cementerios: aquellos que se dedican a reparar tumbas; quienes alquilan escaleras y otros enseres; y los rezadores y cantores, que ofrecen sus servicios para honrar a los difuntos.
En total, suman 15 sectores que encuentran en esta festividad una buena oportunidad para generar ganancias económicas.
La Paz/AEP
