Según Susana Bejarano, existe la necesidad de la recomposición de un nuevo sistema político, que no es reciente, sino que viene desde la crisis de 2019.
La analista Susana Bejarano avizora que las rupturas dentro del sistema político del país darán paso a un nuevo ciclo político y también advierte de un “hartazgo” respecto a las figuras electorales.
En contacto con Ahora El Pueblo, la analista expuso que existe en la actualidad “una ruptura interna del sistema político en general”, luego de la crisis de 2019 que no termina de resolverse, lo que empuja a un nuevo ciclo de las organizaciones políticas que buscan la renovación de figuras electorales.
Bolivia está a menos de un año de la celebración de un proceso electoral para las presidenciales. En esta competencia hay varios personajes que buscan ser los favoritos de la población, pero se han visto rupturas y cambios dentro de las organizaciones políticas.
Hace poco, el MAS-IPSP renovó, luego de 27 años, su directiva dejando atrás el “caudillismo” de Evo Morales. Grover García, quien ahora es el presidente del Instrumento Político, afirmó que buscará la unidad y la renovación de la mano de jóvenes y otros sectores que aporten al país.
Lo mismo pasa en Comunidad Ciudadana (CC), de Carlos Mesa. En esta alianza recientemente se alejaron tres diputados, porque no comparten las determinaciones de su líder.
Otro diputado disidente de esta alianza opositora es Herbert Taboada, quien dijo que se cansó del “dedazo” de Mesa.
Situación similar pasa en Creemos, de Luis Fernando Camacho.
Para Bejarano, estas rupturas develan “la necesidad de la recomposición del sistema político en cuanto a figuras”.
Esto debido a que actualmente existe un “hartazgo” de personajes tradicionales.
“¿Cómo se explica que hoy todos los líderes del pasado tengan un desempeño mediocre en las encuestas, que nadie sobresalga? Es que hay un hartazgo de las mismas figuras políticas”, mencionó.
MAS-IPSP
En el caso del MAS-IPSP, consideró que la verdadera renovación y transformación para que el Instrumento sea “distinto” a lo que era con Morales es que se “democratice”.
“Democratizarse se traduce también en permitir que el ala que apoya a Evo Morales participe activamente en el interior. El MAS no puede ser de unos u otros, debe ser de todos los que se reconocen como masistas. Mecanismos de democracia interna son indispensables y serían acordes al discurso de renovación”, dijo.
Oposición
En el caso de la oposición, la estructura antidemocrática es similar a lo que fue el MAS.
“La oposición tuvo el mismo problema, sus estructuras no son democráticas y normalmente fueron creadas por la urgencia de las elecciones y bajo la figura de un caudillo”, agregó Bejarano, quien anticipó que es posible que se viva un escenario “atomizado” sin Evo.
La Paz/AEP