La elaboración de la geografía electoral se realiza con base en la nueva distribución de escaños legislativos establecida en Ley de Distribución de Escaños.
El Tribunal Supremo Electoral (TSE) anunció que el 24 de marzo concluirá el nuevo diseño de la geografía electoral, para la delimitación de circunscripciones uninominales para las elecciones generales de 2025.
En enero, luego de la promulgación de la Ley de Escaños, el TSE comenzó a elaborar el nuevo mapa de la geografía electoral para los comicios del 17 de agosto.
“Este trabajo lo viene realizando la Unidad de Geografía Electoral y debe concluir hasta el 24 de marzo”, informó Óscar Hassenteufel, presidente del TSE, en el tercer Encuentro Multipartidario e Interinstitucional por la Democracia, celebrado en la sede de la institución democrática en la ciudad de La Paz.
Escaños
La elaboración de la geografía electoral se realiza con base en la nueva distribución de escaños legislativos establecida en Ley de Distribución de Escaños, que dispone que el departamento de Chuquisaca pierde un curul y Santa Cruz gana un espacio en la Cámara de Diputados.
En el Senado no existen modificaciones en sus escaños departamentales.
El trabajo incluye la delimitación de los asientos y recintos electorales, la logística electoral, la nueva composición del padrón y otros detalles, en obediencia a la Constitución Política del Estado (CPE).
Hassenteufel indicó que este trabajo también se desarrolla en el marco de las recomendaciones de los tribunales electorales departamentales y de la Fundación Jubileo.
“Se adoptarán algunas modificaciones a la actual geografía”, apuntó.
En principio, la conclusión de la geografía o cartografía electoral estaba prevista para abril de este año, para que posteriormente el TSE emita la convocatoria de las elecciones generales 2025.
Se tiene previsto que la segunda semana de abril, el Órgano Electoral emita la convocatoria para los comicios del 17 de agosto.
Las universidades públicas verificarán el padrón biométrico
El presidente del TSE, Óscar Hassenteufel, informó que se firmó un convenio con el sistema universitario público para que las casas de estudios superiores se encarguen de la verificación biométrica de cada ciudadano para evitar cuestionamientos al padrón electoral.
“Teniendo en cuenta los cuestionamientos referidos, debo informar que hemos concluido las conversaciones con el Comité Ejecutivo de la Universidad Boliviana para que a través de técnicos informáticos se realice un trabajo de verificación de la biometría del ciudadano, de modo tal que para cada ciudadano solo exista una huella”, anunció el presidente del TSE, Óscar Hassenteufel, en el tercer Encuentro por la Democracia que se llevó a cabo en La Paz.
Indicó que para la verificación se elaboró un documento en el que están los objetivos generales y específicos.
En el general, en resumen, la tarea será la verificación del padrón electoral biométrico para encarar las elecciones, remarcó Hassenteufel. Los específicos serán detallados posteriormente por la Secretaría de Cámara, dijo.
El presidente del TSE convocó a acompañar este trabajo de las universidades a los representantes de las organizaciones políticas, a través de sus delegados técnicos.
El padrón electoral es el sistema de registro biométrico de las y los bolivianos en edad de votar, y de los extranjeros habilitados por ley para ejercer su derecho al voto.
El padrón electoral incluye como mínimo, además de la información biométrica, los siguientes datos: nombres y apellidos, fecha de nacimiento, sexo, grado de instrucción, domicilio, tipo de documento, número de documento, nacionalidad, país, departamento, provincia, municipio, territorio indígena originario campesino y localidad de nacimiento, asiento y zona electoral, recinto de votación.
Objetó las críticas
Hassenteufel objetó las críticas que hacen partidos políticos sobre el padrón electoral, incluso refutó las observaciones de la Organización de Estados Americanos (OEA) recordando que este mismo sistema fue utilizado en 2016 para el referendo que le dijo “No” a Evo Morales, que fue validado por este organismo, que luego descalificó el mismo biométrico en las elecciones de 2019.
“En nuestra opinión, la OEA se equivocó en las dos oportunidades, o dijo la verdad en ambas. (...) Lo cierto es que no hay pruebas de su desconfianza”, subrayó.
AEP