La ministra de la Presidencia, María Nela Prada, exhortó al país a cuidar la democracia, patrimonio de los bolivianos, pese a las diferencias políticas.
La ministra de la Presidencia, María Nela Prada, pidió a la población no caer en la burla ni banalizar la incursión militar en la plaza Murillo del miércoles y convocó a cerrar filas en defensa de la democracia, más allá de las diferencias políticas, porque el riesgo aún está latente.
La autoridad, en entrevista con Bolivia TV y en conferencia de prensa, expuso algunas declaraciones “erráticas” del exjefe militar Juan José Zúñiga durante la “intentona golpista” del 26 de junio, que deben analizarse antes de las versiones de “autogolpe” que difunden y con las que pretenden confundir los políticos opositores de derecha, a los que se sumó Evo Morales, quien se burló del hecho.
Golpe fallido
El miércoles, cerca de las 14.30, una fracción militar irrumpió en la plaza Murillo, epicentro del poder político, para tomar la Casa Grande del Pueblo y hacerse del poder.
La arremetida era liderada por el general Juan José Zúñiga, quien iba a ser destituido de su cargo como comandante del Alto Mando Militar, precisamente por sus declaraciones contrarias a la Constitución, explicó el presidente Luis Arce en un diálogo con periodistas nacionales e internacionales, la semana pasada.
“Más allá de las diferencias políticas, no podemos caer en la burla, no podemos normalizar ni banalizar estas intentonas golpistas (...) Nuestra democracia es un valor, es un patrimonio de los bolivianos y a pesar de las diferencias políticas debemos cerrar filas en su defensa porque el riesgo aún está latente”, enfatizó Prada.
La ministra informó a la población de la intención de Zúñiga de hacerse del poder por la fuerza. Prueba de ello, incluso, estaba entre sus planes cambiar el gabinete de ministros, confirmando ante los medios el golpe; y más adelante, la liberación de presos políticos como Luis Fernando Camacho y Jeanine Añez, para luego hablar de un “autogolpe”, acusando de ello al presidente Luis Arce.
“Lo que vivió Bolivia no fue un juego, no fue una mentira, de verdad estaban en riesgo nuestras vidas. Prueba de esto son las declaraciones erráticas del general Zúñiga, quien en primera instancia busca el apoyo popular, pero, al no tenerlo, porque toda la gente se vuelca a la plaza Murillo repudiando lo sucedido, intenta reactivar la movilización de 2019 anunciando la liberación de Añez y Camacho. Entonces, los políticos, en vez de analizar estas declaraciones, se quedan con ciertas verdades de Zúñiga para negar el golpe”, lamentó.
Para la ministra es “irresponsable” que, por intereses personales o por “simple ego”, los políticos y Evo pretendan instalar el discurso de “autogolpe”. Sin embargo, consideró que será la “historia la que condene todos sus actos”.
Intereses
Prada detalló que el escenario del fallido golpe de Estado se da en medio del pacto en la Asamblea Legislativa entre afines a Evo Morales y partidos de derecha, como el de Carlos Mesa y del gobernado cruceño, Luis Fernando Camacho, que intentan, en un mismo discurso, dañar la imagen del presidente Arce y de la economía del país.
Otro escenario es el interés por los recursos naturales, especialmente del litio, entre otros que posee el país, y que es posible que este factor esté detrás de esta “intentona golpista”.
“Sin lugar a dudas hay intereses externos sobre nuestros recursos naturales, no únicamente el litio; sino, como lo ha señalado nuestro Presidente, tierras raras, otro recurso natural estratégico (…) Esto no puede no ser un elemento a considerarse dentro de los afanes de desestabilización”, dijo.
Prada: No se necesitan muertes, como quería Evo, para la ruptura constitucional
La ministra de la Presidencia, María Nela Prada, de manera enfática rechazó las burlas de Evo Morales y de partidos de oposición y las calificó de “inaceptables” e “irresponsables” porque “no se necesitan muertes ni derramamiento de sangre para la ruptura constitucional”.
“Lo que condeno aún más es que desde personas como Evo Morales, que se dicen ser de izquierda, exista vacilamiento ideológico en torno a lo que son golpes de Estado, a lo que son golpes de Estado fallidos en nuestro país (…) Hoy Evo Morales está totalmente desviado de principios que hoy debería reafirmar como persona de izquierda que dice ser”.
El viernes, Morales puso en duda el golpe de Estado fallido del miércoles, cuando el entonces comandante del Ejército Juan José Zúñiga desplazó en la plaza Murillo, epicentro político, una fracción militar fuertemente armada y tanquetas blindadas con ametralladoras apuntando a las personas movilizadas.
“¿Qué clase de golpe será, pues? (...) Un golpe de Estado con cero de heridos, cero de disparos, cero de muertos”, cuestionó en tono de burla Morales.
La oposición política también es parte de esta narrativa. Para la ministra Prada es una “irresponsabilidad mayúscula con la historia, con nuestro pueblo y democracia, decir, riendo, que porque no hubo muertos, no fue un golpe ¿Acaso usted quería muertos?”, cuestionó la autoridad.
En Bolivia se perpetraron cerca de 40 golpes de Estado, más de una decena de golpes fallidos. Prueba de ello es el período del Plan Cóndor, recordó Prada.
Para el Gobierno, organizaciones sociales y analistas, lo que pasó el miércoles no puede tomárselo a la ligera, porque detrás existe un plan para acortar el mandato de Luis Arce.
