Perspectiva que cobra relevancia en un momento de creciente tensión en el país.
La situación de conflictividad política y social que presenta el país tiene, de acuerdo con el analista Hugo Moldiz, cuatro posibles escenarios que podrían desarrollarse en el país para derrocar al presidente Luis Arce.
Según Moldiz, el primer escenario contempla la posibilidad de un "golpe de Estado duro, clásico".
El analista estableció en radio Panamericana un paralelismo entre los eventos del 26 de junio en el golpe de Estado fallido en Bolivia y el "tanquetazo" ocurrido en Chile en junio de 1973, que precedió al golpe que derrocó a Salvador Allende.
La exautoridad de la cartera de Gobierno sugirió la posibilidad de que las amenazas de disturbios puedan ser precursores de un intento de “golpe más contundente”.
El segundo posible escenario descrito es un "golpe parlamentario", aunque Moldiz no proporcionó detalles específicos sobre cómo podría desarrollarse esta situación en el contexto actual.
El tercer escenario fue descrito como una "revolución de colores" o "golpe suave", que implica la exacerbación de micro conflictos y del malestar social hasta un punto en que sea necesaria una salida política.
El analista señaló que el expresidente Evo Morales, posiblemente en colaboración con sectores de la ultraderecha boliviana, particularmente en Santa Cruz, podría ser el único capaz de movilizar bases para articular el “escenario de conflictividad”.
“El cuarto y último escenario contempla la posibilidad de una presión que conduzca a la renuncia presidencial y al adelanto de elecciones, similar a lo ocurrido durante el gobierno de Hernán Siles con la UDP (Unidad Democrática y Popular) en la década de 1980”, precisó.
Para Hugo Moldiz, el escenario “crítico” en el país se desarrollará entre septiembre y octubre de este año.
"Todo puede pasar en este lapso”, advirtió.
Si el país “supera” la conflictividad, después de octubre, según la interpretación del analista, la atención se centrará en las elecciones judiciales de diciembre próximo y en los preparativos para las elecciones generales de agosto de 2025.
Grupos afines a Evo Morales anunciaron movilizaciones con la interrupción del tránsito en las carreteras desde mediados de septiembre.
Esos grupos radicales advirtieron abiertamente que el objetivo de la convulsión social es la renuncia del presidente Luis Arce y el adelantamiento de las lecciones.
Detrás de las movilizaciones está también la habilitación de Morales para las elecciones de 2025, a pesar que está legalmente inhabilitado para presentarse como candidato como lo establece el fallo del Tribunal Constitucional del 29 de diciembre de 2023, que suspendió la reelección indefinida en Bolivia.
La Sentencia Constitucional 1010/2023 señala que la reelección "no es un derecho humano" y, por lo tanto, puede ser legítimamente restringida.
Este fallo anula la controvertida sentencia de 2017 que permitió a Morales postularse para una tercera reelección en 2019, elecciones que fueron posteriormente anuladas debido a irregularidades.
La Opinión Consultiva 28/21 de la Corte Interamericana de Derechos Humanos ratifica que tal prohibición no solamente no contraviene los tratados de derechos humanos, sino que más bien "busca evitar que una persona se perpetúe en el poder" y resguardar así principios democráticos fundamentales como el pluralismo político, la alternancia en el poder y la separación de poderes.
AEP Digita/Mac