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Una sesión en la Asamblea Legislativa.

No hay las garantías para un estado de excepción

Para que se decrete un estado de excepción, antes debe existir un informe de los ministerios de Gobierno y de Defensa, en el que se detalle que “han sido rebasados”.

El presidente Luis Arce no podría decretar un estado de excepción por los bloqueos que “asfixian” la economía del país, debido a que no hay garantías en la Asamblea Legislativa, que debe validar la medida, explicó Franklin Gutiérrez, abogado constitucionalista.

“El Presidente tiene facultades pero tiene candados. Si interviene el bloqueo de caminos con un estado de excepción, ¿será que en 72 horas la Asamblea Legislativa homologa esta decisión? No, porque la Asamblea no es segura, no hay seguridad jurídica para el Presidente”, explicó Gutiérrez en Bolivia TV.

Varios sectores sociales y políticos de oposición le piden al Gobierno nacional decretar un estado de excepción sin considerar los requisitos que deben existir para tomar esta medida, dijo el especialista.

“Algunos piensan que un estado de excepción es igual que un estado de sitio, eso ya no existe porque ya no estamos en la República. Ahora, lo que pretende la derecha es hacerle pisar el palito al Presidente para luego someterlo a un juicio de responsabilidades. El mismo Evo Morales busca esto”, indicó.

¿Cuáles son los requisitos?

Según el experto, para que se decrete un estado de excepción en el país o en Cochabamba, antes debe existir un informe de los ministerios de Gobierno y de Defensa, en el que se detalle que “han sido rebasados” en la intervención al bloqueo.

Luego, el presidente Arce debe aprobar un decreto que tiene que ser validado por la Asamblea Legislativa, pero en esta instancia “no hay garantías”, insistió.

Facultades

Expuso que el presidente Arce tiene facultades de intervenir policial y militarmente una medida de presión, como lo hace ahora, ante el perjuicio masivo que representa y ante “hechos delictivos”, como los que se advierten desde los puntos de bloqueo.

Además apuntó a que el mandatario boliviano no usó directamente la fuerza represiva, pese a la potestad que le da la Constitución, sino que dio un “ultimátum” para que se despejen las vías, y ante la negativa tuvo que intervenir. “Es decir, el Presidente agotó las vías pacíficas de diálogo para intervenir”, dijo.

La Paz/AEP


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