Para Arce, el Gobierno tiene que “enfrentar a algunos otros enemigos, como aquellos que quieren arrebatar la democracia al pueblo boliviano”.
A través de un comunicado, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Bolivia “rechaza enérgicamente”, lo que definió como “inamistosas y temerarias declaraciones vertidas por la Oficina del Presidente de la República Argentina”.